Entre los llamados animales y los humanos, hay una continuidad evolutiva. Somos a un antropoide extinto lo que los cerdos domésticos al jabalí o el perro al lobo.
La actitudes actuales de ver a los animales como cosas para comer o herramientas productivas, proceden de la tradición ****ocristiana cuyo origen es en los desiertos de Egipto e Israel donde solo había cabras y escorpiones.
Las civilizaciones orientales, como el budismo, el hinduísmo, el confucionismo, incluso los filósofos griegos... tienen mucha más consideración y respeto por otras especies sobre todo los más cercanos, humanos e inteligentes con los que convivieron durante milenios, como los monos, elefantes, vacas, perros ..
las corrientes modernas de la biología, neurología, de la psicología, de la filosofía, e incluso de las teologías, insisten en revalorizar la riqueza psíquica de los animales, muy cercanos al hombre emocional y cognitivamente.
El humanismo excluyente que comparten Descartes y la referida tradición, de la que por lo demás el filósofo francés era deudor confeso, ha tenido durante siglos por lema “los animales no tienen alma“, sobreentendiéndose que solo la tiene el hombre.
Y surge la pregunta de qué se entiende por “alma”, siendo así que es del reconocimiento, o no, de su presencia de lo que se derivaría el que un ser mereciese, o no, consideración y respeto.
Según Descartes, del que parte la cosmovisión occidental, los llamados animales carecen de consciencia y por lo tanto no tienen alma y son solo cosas mecánicas. Sus gritos de dolor son solo chirridos como un mecanismo poco engrasado.
El cristianismo es una religión eminentemente social, de rebaño de borregos, de hecho el socialismo es el cristianismo laico.
Por el contrario las religiones orientales son más individualistas e introspectivas.
Pero por encima de las imposiciones doctrinarias de la civilización occidental, mucha gente ha despertado y se da cuenta de la realidad porque tienen gatos, tienen perros y saben que se comunican igual que las personas. De hecho muchas veces es más fácil la comunicación que con amigos, parejas, hijos o compañeros de trabajo y jefes.
La consciencia animal se ha convertido en el tema estrella de varias ramas de la ciencia, de la etología y la zoopsicología en primer lugar, disciplinas en las que es protagonista, pero también en antropología evolutiva, en la medida que el estudio comparativo de la psicología de los primates actuales es relevante para indagar el proceso que desembocó en el psiquismo del Homo sapiens; sin olvidarse de las neurociencias, pues recordemos que ha sido en el encuentro internacional de neurología celebrado en Cambridge (Reino Unido) en julio de 2012 (Francis Crick Memorial Conference) donde se dio a la luz el documento On Consciousness in Human and non-Human Animals que reconoce y proclama, por primera vez desde el ámbito científico, que los animales superiores poseen consciencia o vida subjetiva, y que esto debe ser tenido en cuenta para todos los efectos.