Tenemos que reducir el nivel de vida un 90% o colapsaremos

Nigeria tenía en 1960, 45 millones de habitantes hoy tiene 210 millones, es como si España que tenía 31 millones en 1960 tuviese ahora 145 millones . Y eso ha sucedió con montones de países en Asia y África. Sencillamente insostenible. Y todo culpa del buenismo y las ONG,s
 
Ya dice que la solución es el ecofeminismo,sea lo que sea eso. Si es que son todos iguales, si es que traigamos con todo. Nos echa el sermón y se va a otra parroquia en coche, que si no, no le da tiempo a dar todas las misas en una mañana.
 
Esto qué es, el nuevo "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades"?

El problema es la corrupción, las redes clientelares y los 1,5 billones de deuda impagable.
 
Se gobierna con el miedo. Antes con el miedo al infierno, luego a la hecatombe nuclear, ahora con el cambio climático y el fin de los recursos.
Tal cual. Pero claro, alguna vez será verdad el augurio y lo cierto es que a mí sí me convence el miedo al límite de los recursos y su reparto.

Dicho esto, analicemos:

- Miedo al terrorismo.
- Miedo al globalismo.
- Miedo a la inmi gración.
- Miedo a las élites.
- Miedo a pilinguin.
- Miedo a la OTAN.
- Miedo a la escasez de alimentos.
- Miedo a la agenda 2030.
- Miedo a China.
- Miedo al cambio climático.
- Miedo a las pandemias.
- Miedo a la banderilla.
- Miedo a no banderillarse.
- Miedo a los que no se banderillan.
- Miedo a la ultra derecha.
- Miedo a la pobreza energética.
- Miedo al patriarcado.
- Miedo al feminismo.
- Miedo a la deuda.
- Miedo a las criptomonedas.
- Miedo a la inflación.
- Miedo a la estanflación.
- Miedo a decrecer y miedo a crecer.
- Miedo a formar una familia, a coger un avión, a amar con una semidesconocida, a opinar si va en contra de los convencionalismos, y hasta puro miedo a respirar sin la mascarilla puesta.

Al final, la única mercancía es el miedo. Los de sensibilidades de izquierda consumen unos miedos, los conservadores, otros. Ninguno está libre de ser embaucado por su poder. Y el 95% de estos miedos solo los percibimos gracias a los depositarios de los mismos: los miedos de comunicación y otros voceros que trabajan consciente o inconscientemente para el enemigo.

Te metes en un periódico deportivo a ver cómo te fue en la quiniela y recibes una dosis de miedo gracias a las ventanas de “actualidad de la guerra de Ucrania: pilinguin te va a apiolar de una nuke tarde o temprano”; “actualidad de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del mono: vas a morir en los baños púbicos”, esa época en el 2020 de la que yo le hablo coronacirco: “perecerás si no haces lo que decimos”.

Buf.
 
Ecofascismo, que es eso ?

Ir con el brazo en alto oliendo a cáñamo?

No exactamente. Ecofascismo es la aplicación de una dictadura brutal (el caso del confinamiento podría ser un buen ejemplo, y podría haber sido un ensayo en este sentido) contra el supuesto causante de la degradación medioambiental y la escasez de recursos (la especie humana), y junto con ello, la reducción de la población en varios miles de millones. Eso es en esencia el ecofascismo.
 
Al final, la única mercancía es el miedo. Los de sensibilidades de izquierda consumen unos miedos, los conservadores, otros. Ninguno está libre de ser embaucado por su poder. Y el 95% de estos miedos solo los percibimos gracias a los depositarios de los mismos: los miedos de comunicación y otros voceros que trabajan consciente o inconscientemente para el enemigo.
Todo sistema de dominación se basa en el MIEDO.

"Veamos el currículum vitae de un ciudadano medio de cualquier sociedad moderna de un país desarrollado, con brevedad y con las inevitables generalizaciones:

Un niño nace, y acto seguido, es medicado por el miedo que sus padres tienen a las enfermedades. Posteriormente, con cuatro o cinco años, sus padres le escolarizan por miedo a no poder ofrecerle ellos mismos una educación que integre a su hijo en una sociedad a la que tienen miedo. El niño crece aprendiendo de un profesor al que tiene miedo, comportándose según los patrones establecidos por miedo a no ser aceptado por el grupo, respetando a otros niños y profesores que amenazan a través del miedo. El niño continúa insertado en el sistema educativo –“estudiando”- por miedo a decepcionar las expectativas colocadas en él.

Dentro de ese sistema, “escoge” una formación universitaria por miedo al porvenir, miedo al futuro, miedo a quedarse encerrado: busca una “salida” profesional. En este medio preuniversitario, se inicia en la picanteidad, poniéndose un condón por miedo al SIDA. Finalmente inicia sus estudios universitarios según los miedos generales: carrera con más “salidas”, preferencia de la familia miedosa, ambiente de miedo... En la universidad tiene miedo a suspender, miedo a perder la “beca”, miedo a tener que pagar más dinero por tener miedo; y, tras unos cuantos años de angustias y miedos, se “gradúa” en un estudio del que tiene miedo que no sirva para insertarse en el mercado laboral. Por este miedo, hace un “master”, una “post-graduación”, una especialización porque tiene miedo de que lo ya estudiado no sea suficiente.

Paralelamente, como tiene miedo a la soledad, conoce a una muyer y, tras cierto miedo al compromiso por parte de ambos, deciden casarse, a pesar del miedo que supone hacerlo sin tener un empleo estable. Sin embargo, él consigue un trabajo en una corporación a través de un proceso selectivo que da miedo. Trabaja en una corporación más de 40 horas semanales por miedo a quedarse en el paro, y no poder afrontar la hipoteca que firmó para vivir en un apartamento en el que su muyer tiene miedo cuando se queda sola. Él obedece a un jefe al que tiene miedo; inculca miedo a sus subordinados; actúa tal y como se espera de él por miedo a no ser aceptado por la empresa; silencia indignidades que presencia dentro del entorno de trabajo por miedo a romper el “secreto profesional”.

Poco a poco, es promocionado: él tiene miedo a no poder con tanta responsabilidad; no tiene tiempo nada más que para el trabajo, y así su matrimonio se ve afectado. Él tiene miedo de que su muyer le sea infiel, por lo que él mismo engaña a su muyer con la secretaria, completamente a escondidas, porque tiene miedo a que lo descubran. Sigue promocionando en el trabajo aunque tenga miedo a la crisis y a los recortes de plantilla.

Tiene poder adquisitivo y puede comprar ciertos productos que aplaquen su miedo: firma seguros varios que cubren riesgos a diferentes miedos (incendios, accidentes, terremotos...), apoya activamente a partidos políticos que hablan del miedo a una amenaza terrorista, se hace una vasectomía por miedo a tener más hijos de los que ya tienen (1 ó 2, si es que tienen), compra una gran casa en las afueras de la ciudad por miedo a la inseguridad del centro, y la blinda con muros, alarmas y cámaras por miedo a los ladrones.

Continúa trabajando en la corporación, y ahorra mucho dinero que guarda en un banco por miedo a perderlo. También invierte en un plan de pensiones porque tiene miedo de llegar a viejo sin garantías sociales; también firma un seguro de vida con 50 años porque tiene miedo de morir demasiado pronto. Así, con sesenta y pico años, se jubila en la empresa, y tiene miedo de sentirse inútil y miedo a aburrirse. Como defensa de estos miedos, se convierte en un jubilado insoportable, y ese mal carácter le causa algunos problemas de salud. Visita al médico, y este le mete el miedo en el cuerpo, del infarto, del colesterol, del cáncer, de la artrosis...

Evita todos los vicios que ha tenido durante toda su vida, y que en la vejez le causan miedo. Ya es tarde: enferma gravemente y –como tiene un miedo atroz a la gloria- la medicina moderna hace todo lo posible para prolongar la enfermedad. En una agonía mantenida con fármacos, los médicos le suministran potentes opiáceos que alejan al moribundo del miedo al dolor. El ciudadano moderno muere, y su último pensamiento fue observar el miedo a cuestionarse si la vida así vivida tiene algún sentido...


¿Queda entendido? El motor del modo de vida moderno es uno: el miedo."


"La danza final de Kali"

Ibn Asad
 
pues sí, esa es la tecla que tocan los "miedos de desinformación" (copirait mío cedido gratuitamente al pueblo español y al americano)

Todo sistema de dominación se basa en el MIEDO.

"Veamos el currículum vitae de un ciudadano medio de cualquier sociedad moderna de un país desarrollado, con brevedad y con las inevitables generalizaciones:

Un niño nace, y acto seguido, es medicado por el miedo que sus padres tienen a las enfermedades. Posteriormente, con cuatro o cinco años, sus padres le escolarizan por miedo a no poder ofrecerle ellos mismos una educación que integre a su hijo en una sociedad a la que tienen miedo. El niño crece aprendiendo de un profesor al que tiene miedo, comportándose según los patrones establecidos por miedo a no ser aceptado por el grupo, respetando a otros niños y profesores que amenazan a través del miedo. El niño continúa insertado en el sistema educativo –“estudiando”- por miedo a decepcionar las expectativas colocadas en él.

Dentro de ese sistema, “escoge” una formación universitaria por miedo al porvenir, miedo al futuro, miedo a quedarse encerrado: busca una “salida” profesional. En este medio preuniversitario, se inicia en la picanteidad, poniéndose un condón por miedo al SIDA. Finalmente inicia sus estudios universitarios según los miedos generales: carrera con más “salidas”, preferencia de la familia miedosa, ambiente de miedo... En la universidad tiene miedo a suspender, miedo a perder la “beca”, miedo a tener que pagar más dinero por tener miedo; y, tras unos cuantos años de angustias y miedos, se “gradúa” en un estudio del que tiene miedo que no sirva para insertarse en el mercado laboral. Por este miedo, hace un “master”, una “post-graduación”, una especialización porque tiene miedo de que lo ya estudiado no sea suficiente.

Paralelamente, como tiene miedo a la soledad, conoce a una muyer y, tras cierto miedo al compromiso por parte de ambos, deciden casarse, a pesar del miedo que supone hacerlo sin tener un empleo estable. Sin embargo, él consigue un trabajo en una corporación a través de un proceso selectivo que da miedo. Trabaja en una corporación más de 40 horas semanales por miedo a quedarse en el paro, y no poder afrontar la hipoteca que firmó para vivir en un apartamento en el que su muyer tiene miedo cuando se queda sola. Él obedece a un jefe al que tiene miedo; inculca miedo a sus subordinados; actúa tal y como se espera de él por miedo a no ser aceptado por la empresa; silencia indignidades que presencia dentro del entorno de trabajo por miedo a romper el “secreto profesional”.

Poco a poco, es promocionado: él tiene miedo a no poder con tanta responsabilidad; no tiene tiempo nada más que para el trabajo, y así su matrimonio se ve afectado. Él tiene miedo de que su muyer le sea infiel, por lo que él mismo engaña a su muyer con la secretaria, completamente a escondidas, porque tiene miedo a que lo descubran. Sigue promocionando en el trabajo aunque tenga miedo a la crisis y a los recortes de plantilla.

Tiene poder adquisitivo y puede comprar ciertos productos que aplaquen su miedo: firma seguros varios que cubren riesgos a diferentes miedos (incendios, accidentes, terremotos...), apoya activamente a partidos políticos que hablan del miedo a una amenaza terrorista, se hace una vasectomía por miedo a tener más hijos de los que ya tienen (1 ó 2, si es que tienen), compra una gran casa en las afueras de la ciudad por miedo a la inseguridad del centro, y la blinda con muros, alarmas y cámaras por miedo a los ladrones.

Continúa trabajando en la corporación, y ahorra mucho dinero que guarda en un banco por miedo a perderlo. También invierte en un plan de pensiones porque tiene miedo de llegar a viejo sin garantías sociales; también firma un seguro de vida con 50 años porque tiene miedo de morir demasiado pronto. Así, con sesenta y pico años, se jubila en la empresa, y tiene miedo de sentirse inútil y miedo a aburrirse. Como defensa de estos miedos, se convierte en un jubilado insoportable, y ese mal carácter le causa algunos problemas de salud. Visita al médico, y este le mete el miedo en el cuerpo, del infarto, del colesterol, del cáncer, de la artrosis...

Evita todos los vicios que ha tenido durante toda su vida, y que en la vejez le causan miedo. Ya es tarde: enferma gravemente y –como tiene un miedo atroz a la gloria- la medicina moderna hace todo lo posible para prolongar la enfermedad. En una agonía mantenida con fármacos, los médicos le suministran potentes opiáceos que alejan al moribundo del miedo al dolor. El ciudadano moderno muere, y su último pensamiento fue observar el miedo a cuestionarse si la vida así vivida tiene algún sentido...


¿Queda entendido? El motor del modo de vida moderno es uno: el miedo."


"La danza final de Kali"

Ibn Asad
 
Antes que eso que bajen la esperanza de vida .
Deportivo para el fin de semana , 4x4 para el monte y caballo para la sierra manda betazos!
 
Experta en energía pero toda la entrevista es una llantina contra el capitalismo, porque como todo el mundo sabe, el resto de sistemas alternativos no son desarrollistas. lechezo en el ojo y a otra cosa.
 
El 90% es volver a las cuevas, bros. No seamos comepollas...

El que venga detrás que arree, jorobar. Que la juventud se busque la vida, en plan volver al rio a lavar la ropa y todo eso.
 
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