Sorprendente poblado hispánico (no fenicio ni griego) anterior a las pirámides de Egipto

Cuando se habla de continuidad entre Los Millares y El Argar, se trata de continuidad cultural, no del poblado en sí. Ya se sabe que Los Millares fué abandonado y no siguió funcionando, dá igual el motivo, pero su zona de influencia abarcaba mucho territorio y es en esa amplia zona geográfica donde muchos elementos de la cultura millarense se incorporaron y evolucionaron dentro de la ya denominada cultura argárica

Sobre Tartessos, estas Culturas son bastante mas antiguas y geográficamente dispares, por eso resultan mas inquietantes. Eso sí, no faltan hipótesis que sostienen que fueron el sustrato previo de éste:

Megalitismo Atlántico: Las semillas de Tartesos, la cultura MegalÃ*tica de “los Idolos Oculados”.

Respecto a la etnicidad, el pelo, los jovenlandeses y demás, que tanto etnodebate ha generado.. no sé si conoceis al Hombre de Galera, descubierto en el año 2002. Vivió hace 3500 años. Se trata de uno de los cuerpos mejor conservados de la prehistoria europea después del Hombre del Tirol.

Bien, pues esta momia es un buen ejemplo del aspecto que podrían tener los individuos de clase social media en aquella época por esa zona. Los antropólogos forenses encargados de su análisis lo tienen claro:

"A tenor de los resultados de los exámenes iniciales, el hombre de El Argar (la cultura que predominó en el sureste de la Península Ibérica), "era muy semejante al andaluz actual", explicó ayer el director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que se encarga del estudio forense de los restos.

En la tumba, que ha permanecido perfectamente sellada desde aproximadamente treinta y cinco siglos, se han encontrado los restos de dos humanos. El primero corresponde a un varón de entre 27 y 29 años (la edad media de vida del hombre de la época según los antropólogos) y el segundo a un niño de unos cuatro años de edad. Junto a los cuerpos han aparecido restos del ajuar propio del rito funerario de esta cultura, utensilios de metal y restos orgánicos.

Botella precisó que el análisis físico más sosegado de los cuerpos, sobre todo el del adulto (que se mantiene en mejor estado), permitirá reconstruir con exactitud la fisonomía del hombre de la cultura argárica. La forma de su cráneo y sus facciones dejarán de ser un enigma, sobre todo porque son éstas las partes que la momia conserva mejor. Incluso, se mantienen los restos de dos largas trenzas de pelo en el cuerpo del hombre adulto"


El Hombre de Galera revela el refinamiento alcanzado por la cultura argárica

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Podría pasar por un español moderno:

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Por supuesto que un solo individuo no es para nada algo concluyente, pero sí sirve para evidenciar que el cabello que tienen algunos españoles de la actualidad ya existía antes de la oleada turística islámica, ¡eso no es posible! dirán los progretas :roto2:

Pues sí, si es posible, el problema está en establecer una relación directa entre tener el cabello de una determinada manera y ser "medio jovenlandés", una falacia, puesto que esa característica cromática capilar es una variedad que ya se encontraba en la idiosincracia ibérica milenios antes de que llegaran loh jovenlandésh, independientemente de que no fuera la única, por no hablar de lo obvio: 1) buena parte de las élites morunas tenían cabellos claros (sirios, vandalos norafricanos conversos, bereberes del atlas y del rif, etc), esclavos eslavos; 2) la segregación etnico-religiosa se llevaba a rajatabla: cristianos, fiel a la religión del amores y judíos vivian en sus respectivos barrios o guettos sin mezclarse con "los otros", y nada de mamoneos que las consecuencias podían ser terribles; 3) la mayoría de los "jovenlandeses" peninsulares eran hispanorromanos convertidos al islam; 4) Hay ya varios estudios genéticos que muestran unas diferencias muy notorias entre la población peninsular y la población joven actual, y es que el estrecho de Gibraltar siempre ha sido una barrera natural de primer orden

En resumen, el españolito medio de cabello moreno no tiene nada que ver con los jovenlandeses ni los magrebíes atuales (no necesariamente claro), de igual modo que los millones de italianos, franceses o ingleses que tienen el cabello así tampoco tienen nada que ver con loh jovenlandésh

Volviendo a la tumba de Galera, el crío hallado ahí posiblemente es su hijo, y tenía el cabello oscuro con algunas parece que muy ligeras tonalidades de castaño, denotando un escaso blondismo infantil (aunque no lo he podido confirmar), particularidad igualmente frecuente entre muchos niños españoles, que de pequeños pueden tener el cabello mas claro y luego al cabo de unos años completamente oscuro.

Pero lo reseñable no son estas tonalidades pigmenticias, que es algo muy secundario donde siempre puede haber mucha varianza (incluso en una misma persona dependiendo de la época del año o la edad, no hablemos ya entre una familia con varios miembros), lo reseñable del hombre de Galera es que su fisionomía era reconociblemente euro-mediterránea, no nórdico-finesa ni joven ni del otro extremo del planeta
 
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Lo que no hay es ni dinero ni restos localizados como para acometer una excavación (a sumar la dificultad de usar el georradar en entornos de marismas y geológicamente relativamente modernos), pero gente con ganas de excavar Tartessos...

Sin olvidarnos del Tesoro del Carambolo, que eso de que no hay restos tartéssicos...

Tras las riquezas de Argantonio

La investigación arqueológica se hizo esperar hasta el siglo XIX. El primero que removió las entrañas andaluzas en busca de Tartessos fue George Bonsor, un pintor anglofrancés que quedó fascinado por los paisajes de Andalucía y que, desde la década de 1880, cambió lienzo y acuarela por pico y pala en cuanto comprobó el potencial arqueológico que se extendía bajo sus pies. Nadie le había enseñado a excavar, pero su ilusión pudo más que su bisoñez. Bonsor recuperó un alijo de piezas tartésicas en diversas necrópolis sevillanas como las de Cruz del neցro, Carmona, Setefilla y Cerro del Trigo.

A Bonsor lo siguió el alemán Adolf Schulten, gran impulsor de la investigación en el yacimiento de Numancia, de donde salió enemistado con las autoridades culturales españolas. Schulten quería seguir el ejemplo de su compatriota Schliemann, que había desenterrado Troya gracias a su fe en las fuentes clásicas. La Ora marítima de Avieno sería para Schulten lo que la Ilíada había sido para Schliemann; y el Coto de Doñana haría las veces de colina de Hissarlik, en Turquía, donde Schliemann encontró, en 1873, la Troya cantada por Homero.

Schulten pretendía demostrar que Tartessos yacía en las Marismas de Doñana y pasó a la acción con la ayuda de Bonsor. Se hizo con las herramientas necesarias y dirigió la ambiciosa aventura de localizar allí Tartessos. Pero al final lo único que encontró fueron unas ruinas de época romana en el llamado Cerro del Trigo. Schulten fracasó, pero su contribución no dejó por ello de ser importante. Su obra Tartessos, publicada en 1924, sirvió para ordenar todos los conocimientos que se tenían sobre la antigua civilización del Guadalquivir y constituyó el punto de partida de investigaciones posteriores.

Todos los testimonios legados por las fuentes se refieren a Tarsis o Tartessos como una civilización de alma metalúrgica: «El más elegante de los mercados, la ciudad del oro y la plata...». Tanto es así que Argantonio, el rey tartesio por antonomasia, lleva la plata (Arg-) incorporada a su nombre. Pero la literatura se elevó a certeza arqueológica el 30 de septiembre de 1958, el día en que una cuadrilla de obreros que trabajaban en un terreno de un club de cazadores de Sevilla –la Real Sociedad de Tiro al Pichón–, en la localidad de Camas, cuatro kilómetros al oeste de Sevilla, hizo un sensacional descubrimiento: un recipiente de barro en cuyo interior aparecieron 16 placas, dos brazaletes, dos pectorales y un collar. Todas las piezas eran de oro macizo y pesaban casi tres kilos. Después de analizarlas, el arqueólogo Juan de Mata Carriazo concluyó que era «un tesoro digno de Argantonio».

El hallazgo del tesoro de El Carambolo (se lo llamó así por el cerro de 91 metros de altura, de este nombre, en el que se encontró) alborotó los foros científicos cuando muchos se resignaban ya a una Tartessos virtual. El Carambolo se convirtió en la imagen de cabecera de la cultura tartesia y Juan de Mata Carriazo, en el padrino del descubrimiento. Durante tres años, Mata Carriazo excavó el yacimiento que representaba a la Tartessos tangible. Desenterró muros, estudió cerámicas, cotejó niveles estratigráficos y demostró, por fin, que Tartessos no era una alucinación de los autores de la Antigüedad.

De este modo, los estudiosos pudieron definir un mapa de la civilización tartesia, que se extendía por la mitad sur de la Península. Diversos yacimientos quedaban, así, asociados con Tartessos: en la provincia de Huelva, los de La Joya y el Cabezo de San Pedro; en la de Sevilla, El Gandul y Carmona; en Córdoba, La Colina de los Quemados; en Bajadoz, Medellín y Cancho Roano, e incluso en Portugal se considera tartesio el yacimiento de Alcácer do Sal. También cabe incluir en el área tartesia la localidad gaditana de Mesas de Asta, la Asta Regia romana. El término Regia es una interesante pista sobre el tipo de organización política del mundo tartésico; investigadores como Manuel Bendala sospechan que alguna élite tartésica gobernó estas tierras antes de que Roma le pusiera nombre.

En años recientes, la cuestión que más debate ha suscitado en torno a la cultura de Tartessos es la de su relación con el mundo fenicio. A partir del siglo VIII a.C., navegantes y comerciantes fenicios fundaron ciudades y factorías en el sur peninsular, especialmente en las provincias de Málaga, Granada, Cádiz, Almería y Alicante; un territorio, pues, muy próximo al de los tartesios, con quienes sin duda los fenicios mantuvieron contactos de todo tipo, tanto económicos como culturales y artísticos.

Sin embargo, algunos estudiosos plantean hoy en día que entre tartesios y fenicios se dio una auténtica fusión cultural, hasta el punto de que en términos arqueológicos se hace muy difícil distinguir en muchas ocasiones qué elementos son tartesios y cuáles fenicios.

Ésta es justamente la teoría que mantienen dos arqueólogos sevillanos, Álvaro Fernández Flores y Araceli Rodríguez Azogue, que entre 2002 y 2005 excavaron en el yacimiento de El Carambolo, ampliando la investigación que había llevado a cabo Mata Carriazo décadas atrás. En su opinión, El Carambolo no sería un asentamiento indígena, producto de la civilización tartesia, sino un santuario fenicio, dedicado a la diosa Astarté, que alcanzó su máximo esplendor en el siglo VII a.C. y se abandonó en el siguiente. Una sentencia que reduce Tartessos a atrezzo imaginario y cuya onda expansiva ha sacudido a la comunidad científica.

Ambos autores mantienen que el área de expansión colonial de los fenicios se extendió incluso a Extremadura. Creen que los objetos bautizados como tartésicos (entre ellos, el propio tesoro de El Carambolo) son la expresión colonial de un pueblo semita que se asentó en Cádiz allá por el siglo X a.C. para luego expandirse por la costa y el interior peninsular. De esta forma, El Carambolo sería un santuario fenicio, resultado de un cierto «mestizaje» entre lo semita y lo local. Se podría comparar con la colonización española de América tras la llegada de Cristóbal Colón. Si uno contempla la huella dejada por los españoles en catedrales o iglesias de América Latina, ¿las catalogaría como obras españolas o locales?

Un reciente congreso, celebrado en Huelva en diciembre del año 2011, ha dado resonancia a las posiciones de los «tartesoescépticos», aquellos que dudan de que Tartessos pueda ser considerada como una cultura diferenciada. El debate se ha trasladado incluso a las vitrinas del Museo Arqueológico de Sevilla. Allí se exponen, también desde diciembre de 2011, las piezas del tesoro de El Carambolo, que durante décadas habían permanecido a buen recaudo en la caja fuerte de un banco. Pero ahora los visitantes leen una nueva denominación de origen: fenicia.

Sin embargo, para la mayoría de especialistas el dictamen de Fernández Flores y Rodríguez Azogue peca de atrevido. Creen, por el contrario, que en El Carambolo sí se advierten rasgos específicamente tartesios. Una evidencia de ello se encontraría en el altar con forma de piel de toro que ha aparecido en el epicentro del recinto sagrado, la misma forma de los pectorales del tesoro de El Carambolo. En ningún santuario fenicio se encuentran altares con este perfil; únicamente en territorio hispano. Otros altares del área tartesia tienen la misma forma que el hallado en el Carambolo, como los de Cancho Roano (Zalamea de la Serena, Badajoz) y Cerro de San Juan (Coria del Río, Sevilla). Cuenta el mito griego que Hércules, después de apiolar al gigante Gerión –el primer rey de Tartessos, según la leyenda–, se apropió de su rebaño de toros gente de izquierdas, en el que fue el décimo de los doce trabajos atribuidos al héroe griego. Así, pues, el toro es el salvoconducto de Tartessos para no arder en la pira de las invenciones históricas.

Los del National Geographic anduvieron buscando la Atlántida cerquita de Cádiz

Por cierto, ¿qué paradigmas créeis que cambiarían como para que no salga a cuenta encontrarlo? o_O

---------- Post added 16-abr-2015 at 22:46 ----------

De la momia de Galera juraría que no han salido aún las analíticas para saber si es su hijo, lo que sí se sabe seguro es que el niño fue desenterrado de otro sitio y luego añadido a la sepultura. Si nos fijamos en las típicas sepulturas argáricas bajo las viviendas, cuando nos encontramos dos esqueletos juntos no necesariamente han sido coetáneos, suelen llevarse varias generaciones.
 
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A ver, el mantra de que los españoles somos jovenlandeses, y además, España no existe, etcétera, y lo poco que existe se lo debemos a los jovenlandeses, etcétera, se lo he oído yo decir a la charo de turno visitando Emérita Augusta.

Emerita_Augusta


Vamos, que es un exorcismo visceral que ante el primer atisbo de herencia e identidad a a alguna gente les sale de dentro como un eructo, producto de décadas de cuidadosa y constantemente inculcado autoodio.

Sobre los Millares, poco qué decir. Si estuviera en Inglaterra sería tan famoso como Stonehenge.

LLevas más razón que un santo. Hablamos de una civilización que se remonta al Neolítico, y es el primer asentamiento considerado como un pueblo importante, el mayor de la Península Ibérica y además uno de los asentamientos más grandes y civilizados de todo el continente europeo en aquella época. Todos los pueblos de occidente en esta época eran pueblos primitivos comparados con los que se desarrollaban en Andalucía y en concreto este asentamiento de Los Millares.
Qué pena que no sepamos ni valorar ni reconocer lo que tenemos. Quien te ha visto y quien te ve, Andalucía.
 
Es mucho mas fácil encontrar restos arqueologicos en terreno estepario, pedregoso o semidesertico mediterraneo que en terrenos profundos de la Europa humeda.

En la Europa humeda, el suelo tiene metros y metros de profundidad y la enorme mayoria de posibles restos arqueologicos están enterrados a muchos metros bajo tierra imposibles de distinguir del paisaje. Eso los restos que fueron abandonados, pues en la mayoria se volvió a construir y reconstruir encima perdiendose esos restos, como en todas partes.

Pasa como con los fósiles humanos. ¿Porque se encuentran tanto y tan antiguos en el este de Africa? Por la falla del sur muy sur: esos fosiles emergen continuamente debido a los continuos plegamientos, separaciones y revolutum del terreno en esa zona del sur muy sur, que está dividiendo en dos el continente. Sin esa falla, esos fósiles estarían enterrados muchos metros bajo tierra y no se habrian descubierto. Es casi el único lugar del mundo con una falla terrestre, no maritima:

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LLevas más razón que un santo. Hablamos de una civilización que se remonta al Neolítico, y es el primer asentamiento considerado como un pueblo importante, el mayor de la Península Ibérica y además uno de los asentamientos más grandes y civilizados de todo el continente europeo en aquella época. Todos los pueblos de occidente en esta época eran pueblos primitivos comparados con los que se desarrollaban en Andalucía y en concreto este asentamiento de Los Millares.
Qué pena que no sepamos ni valorar ni reconocer lo que tenemos. Quien te ha visto y quien te ve, Andalucía.
Sacar a colación el término Andalucía, en relación a las civilizaciones prehistóricas es un ejercicio de ideología. Si algo demuestran Los Millares y el Argar es la existencia de un ámbito geográfico muy bien definido, con rasgos paisajísticos y naturales comunes, el Sureste, por encima de divisiones políticas y administrativas, pasadas y actuales: Murcia, Almería, el este de Granada e incluso alguna parte de Jaén o Albacete. Algún autor ha identificado ese área con "donde se da el esparto". Y, si bien es cierto que toda el área era durante la Prehistoria más húmeda que ahora, siempre ha sido más inhóspita que las zonas vecinas, lo que ha llevado a sus diferentes pobladores a estrujarse las meninges para sobrevivir en un medio más hostil que otros.
 
Como se ve en los yacimientos de Aurgi (Jaén) estaban obsesionados con el circulo. La arqueologica no consigue explicar como consiguieron hacer una muralla circular perfecta con un diámetro de, aproximadamente, 5 kilómetros.
En estos fosos tenían canalizado el arroyo de la Magdalena, para tenerlos a nivel y que discurrieran las aguas por todos, donde faltaba terreno lo añadían y donde sobraba lo quitaban. Es una Gran Obra de ingeniería con una perfección increíble de 6000 años de antiguedad. Hay que tener en cuenta que 1500 años antes de que oficialmente se construyera la Gran Pirámide de Keops, en Jaén se hicieron 5 o 6 fosos concéntricos con unas dimensiones espectaculares. Hay que tener en cuenta que el quinto anillo tiene un perímetro de 11 Kms, excabados en aquella epoca, debió ser un esfuerzo brutal.

[youtube]G4SCZTRIeiI[/youtube]

El aspecto de los millares, sin bien menos desarrollado, era parecido al de Aurgi:

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Sobre los millares:
Es uno de los yacimientos más importantes de la Europa de la Edad del Cobre junto al desgraciadamente desaparecido recientemente de Marroquíes Bajos de Jaén, y da nombre a la Cultura de Los Millares, que se extendió por Andalucía, llegando hasta Murcia y el sur de Portugal.
El poblado está situado estratégicamente próximo a las minas de cobre de la sierra de Gádor, en un promontorio en forma de espolón, entre el Río Andarax y la Rambla de Huéchar.
Gracias al registro obtenido en las excavaciones arqueológicas se puede plantear un modelo de reconstrucción medioambiental para el área de Los Millares durante la Edad del Cobre, cuyo entorno gozaba de unas condiciones ecológicas más favorables que las actuales. Junto al yacimiento, descendía por las faldas de las serranías vecinas una densa cobertura vegetal compuesta por bosques de encina y matorral mediterráneo. Por encima de los 600 u 800 m de altura dominaban los pinares, mientras las riberas del Río Andarax mantenían bosques de galería, compuestos por alisos, fresnos, álamos, sauces, tarayes, saucos y cañas, que exigían un curso continuo de agua.
En la actualidad a una distancia de unos 18 Km de la costa, aunque en la Edad del Cobre el estuario de Andarax aún no se había rellenado y el río era navegable desde el asentamiento.
La meseta de Los Millares presenta una longitud de 1.5 Km en su eje mayor (este-oeste) y una superficie de 19 hectáreas, de las que 6 corresponden al poblado y las restantes a la necrópolis
El poblado posee tres líneas de murallas concéntricas. Y Una cuarta fortificación, a modo de ciudadela, se sitúa en la parte más interna del espolón.
La muralla exterior (Línea I), construida tras una ampliación del poblado, mide unos 400 m. Su espesor medio es de 2 m, logrado mediante el adosamiento de varios refuerzos a la cara interna del muro principal. La muralla presenta a intervalos regulares una serie de bastiones y torres, a los que hay que sumar las dos barbacanas o puertas fortificadas que protegen la entrada del recinto.
La segunda muralla (Línea II) se alza sobre una vaguada, cerrando la meseta central del asentamiento. Estuvo en uso durante todo el periodo de ocupación del poblado y ofrece una gran complejidad, pues los refuerzos y reconstrucciones sucesivas, encubren su trazado original.
La Línea III de la muralla cierra el área más interna de la meseta central, en cuyo recinto se sitúa el gran edificio de planta rectangular y de posible uso público, descrito por L. Siret. Esta tercera muralla estuvo en uso un periodo de tiempo relativamente corto y fue desmantelada y cubierta por un grupo de viviendas, cuyos zócalos se conservan sólo en algunos sectores, muy afectados por la erosión. Al sureste y adosados al paramento interno de la muralla se han descubierto los zócalos superpuestos de varios talleres metalúrgicos, de planta rectangular. Desde las fases más antiguas de Los Millares (2300 - 1800 a. C.) se observa una actividad metalúrgica avanzada y de envergadura.
Finalmente, la ciudadela fortificada situada en el extremo interno del poblado (Línea IV) sólo ha sido investigada por el momento mediante varios sondeos, que confirman su envergadura, ya que sus murallas alcanzan los 6 m de espesor. En el interior del recinto se aprecia una gran depresión en el terreno, que fue interpretada por L. Siret como una cisterna.
El interior del asentamiento ofrece un urbanismo organizado en el que las viviendas de planta circular alcanzan distintas dimensiones en cada área del poblado.
Destacan varias estructuras de carácter comunal como el gran edificio central y los talleres metalúrgicos del tercer recinto y la cisterna del cuarto, así como una conducción de agua, documentada por Siret. que cruzaba la meseta donde se asienta la necrópolis y atravesaba las murallas para alcanzar las áreas internas del poblado.
La secuencia estratigráfica del asentamiento muestra el desarrollo del hábitat a través de varias fases construcción durante el Cobre Antiguo (3200 al 2800 a.C.), cuando se construyen las tres murallas interiores, Cobre Pleno (2800 al 2450 a.C.), fase en la que se desmantela la tercera muralla y se construye la muralla exterior y la mayoría de los fortines, y Cobre Tardío (2450 al 2250 a.C.), cuando aparecen los primeros vasos campaniformes que después se producen masivamente en el poblado. El abandono de Los Millares tuvo lugar aproximadamente hacia el 2200 a.C., cuando comienzan a fundarse en los alrededores los primeros establecimientos de la Cultura de El Algar.
Cuenta además con numerosas defensas exteriores en las elevaciones cercanas (se han localizado hasta 13 fortines), muchas de ellas fuertemente defendidas mediante murallas concéntricas. Se cree que se utilizaban también para el almacenamiento de cereales.
Hay un itinerario 2 que recorre los fortines. Requiere un cierto esfuerzo y un buen calzado. Es conveniente visitar al menos los números 1 y 5, excavados de forma sistemática. Al aparcamiento de este último (señalizado) se puede llegar en coche, a medio kilómetro carretera abajo.
Más al sur, en los términos municipales de Gádor y Alhama de Almería, sobre las lomas y terrazas situadas en el pie de monte de la Sierra de Gádor y separada de Los Millares por la línea de fortines, se extiende una importante agrupación de necrópolis dolménicas dispersas, contemporáneas a Los Millares y asociadas a poblados de pequeñas dimensiones.
El itinerario 3 nos lleva, utilizando el vehículo propio, a los grupos de dólmenes mejor conservados en la Loma de la Galera y la Rambla de Huéchar.
Se estima que podía contar con una población de unas 1500 personas.
La necrópolis, frente a la muralla exterior, ocupa unas 13 hectáreas, y contiene unos 80 de dólmenes, tumbas megalíticas de corredor, la mayoría con cámaras circulares cubiertas por falsa cúpula de mampostería o techos planos de madera.
La necrópolis muestra una serie de agrupaciones de tumbas, que pueden corresponder a los distintos linajes del poblado.
Dentro de las murallas se encuentra un conjunto de viviendas simples, junto con un gran edificio con evidencias de fundición de cobre.
La cerámica recuperada incluye tanto piezas lisas como decoradas, incluyendo cuencos con motivos en forma de óculos. Diseños similares aparecen en varios ídolos de piedra también recuperados.
A partir de mediados del tercer milenio, se encuentran ya cerámicas de tipo campaniforme
El poblado fue descubierto en 1891, durante la construcción de una vía férrea, y fue excavado por primera vez por Luis Siret con la ayuda de su capataz Pedro Flores.
Tras un largo periodo de abandono, en los años 50 los profesores M. Almagro y A. Arribas reanudaron los trabajos.
A partir de 1978, es el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada quien continua las investigaciones dirigidas por los profesores A. Arribas y F. Molina.
Las dataciones por Carbono 14 (calibradas) del poblado, lo sitúan temporalmente entre finales del cuarto milenio a.C. y el último cuarto del tercer milenio a.C.
Estas fechas han descartado la antigua hipótesis según la cual colonos del Egeo formaron el poblado trayendo consigo los enterramientos en forma de tholoi y la metalurgia (hipótesis difusionista del origen de la metalurgia y del megalitismo en la península ibérica). En efecto, cuando se fundó el poblado: Los tholoi del Egeo no existían todavía, ya que los primeros documentados son de mediados del tercer milenio, mientras que los clásicos como el tesoro de Atreo son del Heládico Reciente (segunda mitad del segundo milenio a.C.). Y en el Egeo se encontraban en la etapa del Bronce Antiguo, y ya estaba generalizada la aleación con estaño para formar el bronce, mientras que en los Millares se utiliza el cobre.
Así las cosas, la aparición de la metalurgia responde probablemente a un descubrimiento autóctono.
Fue la fabricación de armas y útiles metálicos, así como su comercio, el elemento diferenciador que propició el gran desarrollo de esta cultura, aunque la actividad principal continuó siendo la agricultura y la ganadería.

http://www.redjaen.es/francis/?m=c&o=47966&letra=&ord=&id=48158


Es cuestion de excabar. Pero en cada poblacion actual, debajo siempre salen restos calcolíticos. Están en todas partes:

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Las obras de la Autovía del Olivar ayudan a entender el pasado de Jaén
Martes, 29 de Septiembre de 2009 12:41 PROVINCIA - NOTICIAS PROVINCIALES

José Rodríguez Cámara / Mancha Real
En el paraje mancharrealeño de la Venta del Rapa pronto se levantará un puente sobre la Autovía del Olivar. Aunque la estructura será llamativa, lo más destacado del paraje estará oculto. Se trata de un poblado de la Edad del Cobre, con unos cuatro mil años, descubierto durante las obras.

La Mancha Real de hace entre cuatro mil y tres mil quinientos años atrás tenía un “barrio” en lo que, actualmente, se conoce como la Venta del Rapa. Allí vivían unos dos mil vecinos. En el poblado, había casas y espacios comunes. Con una empalizada, se protegían de ataques de animales y de clanes rivales. Las pruebas de que este pueblo existió salieron a la luz gracias a las obras de ejecución de uno de los principales proyectos que impulsa el Gobierno andaluz, la Autovía del Olivar. En esta villa, los primitivos mancharrealeños de la Edad del Cobre se dedicaban a la agricultura y la caza, como demuestran las hachas que habían elaborado. Es más que probable que estos hombres del Calcolítico tuvieran trato con los habitantes de la gran ciudad de por entonces, lo que ahora se conoce como Marroquíes Bajos, en Jaén capital, un área que abarca desde el barrio de Las Lagunillas (llamado así por ser un terreno pantanoso) hasta la zona de Expansión Norte. Lo dice el encargado del estudio de los restos hallados en este punto de la futura carretera, Francisco Gómez Cabeza, del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, la institución a la que la Consejería de Obras Públicas encargó las prospecciones en todo el trazado.
El experto confirma que los vestigios hallados son importantes, ya que dejan claro que existían asentamientos como el de Marroquíes Bajos. Una de las hipótesis más plausibles por el momento es que la población de la Venta del Rapa y la de la capital coexistieran un tiempo aunque, finalmente, los residentes en la antigua Mancha Real se mudaron a Jaén. Cabe otra posibilidad, que no descarta la anterior, y es que el paraje fuera ocupado en verano, para el cultivo, y en invierno fuera abandonado por sus jovenlandesadores, que se trasladaban a Sierra Morena. Allí buscaban animales a los que atrapar y devorar. Y es que los viajes entre núcleos distantes y el comercio no eran extraños en los albores de la Humanidad. De no ser así, como dice el investigador, no se explicaría por qué en la Venta del Rapa se han encontrado conchas —que servían como joyas o baldosas—, llegadas de la costa, o una piedra volcánica llegada del Mediterráneo, que, después de ser tallada, se empleaba como molino. El arqueólogo precisa que otra de las claves de esta excavación, que la hace muy original y la vincula con los yacimientos de la cultura de Los Millares de Almería, es la localización de cerámica y de materiales como la almagra, con la que pintaban las piezas que elaboraban. Los restos encontrados, como los de un horno, incluso, aportan información sobre la técnica para crear los colores. Los alfareros de aquella distante época lograban tonos más claros o más oscuros dependiendo del oxígeno que entraba en el horno donde se cocía el objeto.

Bajo tierra. En la Venta del Rapa hay enterramientos, más de una docena, en los que, tal y como consideran en el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, se observa un ritual. Además de que los cadáveres no eran arrojados de cualquier manera a los nichos, en las tumbas hay huesos de animales. De esta forma, los dolientes realizaban una ofrenda al difunto. De lo hallado por los dos arqueólogos y los cinco peones destinados a este yacimiento, no todo podrá ser visible por los amantes de la Historia. Sólo saldrán de la Venta del Rapa para catalogarlos, estudiarlos y ponerlos bajo custodia, los restos más valiosos. El poblado, del que sólo se ha podido ver una pequeña parte, quedará sepultado, bajo una malla geotextil, :(:(:( al lado de un puente. De esta forma, según aclara el delegado de Obras Públicas, Rafael Valdivielso, no sufrirá daño alguno y será posible una nueva excavación.
 
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Bajo tierra. En la Venta del Rapa hay enterramientos, más de una docena, en los que, tal y como consideran en el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, se observa un ritual. Además de que los cadáveres no eran arrojados de cualquier manera a los nichos, en las tumbas hay huesos de animales

animales... ¿por ejemplo?
 
Vale, ¿cuándo lo van a publicar con exactitud?
 
Gracias por abrir este hilo para Millares y Argar.


Alguien tuvo la feliz idea de subir a G. el libro de Siret de 1907
Orientaux et occidentaux en Espagne aux temps préhistoriques par L. Siret...

Aunque también está la traducción al español al acabar el siglo XX )1994)

Title Orientales y occidentales en España en los tiempos prehistóricos
Volume 1 of Siret de arqueología
Volume 1 of Colección Siret de arqueología
Author Louis Siret
Publisher Arráez editores, S.L., 1994
ISBN 8492011602, 9788492011605
Length 128 pages

Pero esta serie, claro, no se puede bajar.


También está en G. para libre disposición:
Essai sur la chronologie protohistorique de l'Espagne. Louis Siret
mismo año
 
Parece que estos tíos, los Siret, se llevaron cosas bonitas a Bélgica. Por lo visto hay mucho de leyenda "épica" de los Siret en España, igual que la del pedáneo que dicen que estuvo trabajando para los Siret durante cincuenta años. Medio siglo de trabajo para los Siret es mucho tiempo.


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Foto: Restos de un cráneo con diadema de plata de la cultura de El Argar (Sepultura femenina nº 62), Bronce Pleno en el sur de España. Siret, H., and Louis Siret (1887). Musées royaux d´art et d´Histoire,Bruselas, Bélgica

La deforestación y la sequÃ*a colapsaron las culturas de los Millares y Argárica de la Edad del Bronce hace 3.500 años | Terrae Antiqvae

Afortunadamente parece que una de éstas ha sido encontrada en una tumba excavada a posteriori.





Por otra parte, parece que oficialmente sigue sin excavarse en el Tahal o Tajal, el Cerro del elemento, en la sierra de los Filabres: “el yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce más significativo, por su similitud con el de los Millares”.

Está declarado oficialmente, vía BOE, como Zona Arqueológica.
Zona arqueológica del Cerro del Mojón - Wikipedia, la enciclopedia libre


Fluidr / photos taken in Tahal, Andalusia, Spain


La disposición del pueblo, dominado por el cerro con el elemento, La Piedra Labrá

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---------- Post added 29-abr-2015 at 20:00 ----------

Situación

El recinto murado del Cerro del elemento se encuentra en el denominado cerro del elemento, en el término municipal de Macael, provincia de Almería, en el vértice que forman los términos municipales de Macael, Chercos y Tahal.

Historia

Data de la Edad del Cobre.

Protección

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Visitas

Es de acceso libre.

Alrededores

Más información sobre el municipio de Macael y sobre la provincia de Almería en Monumentalnet (Monumentos de España en MonumentalNet)
 
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Creo recordar que esa zona de Filabres está como reserva arqueológica para excavar en un futuro, la Universidad de Granada tiene algún que otro proyecto argárico pero más centrado por ejemplo en el poblado de Peñalosa (Baños de la Encina), sitio que se está hundiendo en el pantano y cuya visita también recomiendo antes de que se descojone

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La diadema que comentas es la de Almoloya en Pliego:

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Ya se sabe: está "en reserva" nada menos que desde el primer franquismo.

De hecho aquel franquismo hace setenta años hizo de propósito en el camino a Macael una ermita con el culto de Fátima.

Recomendable pasear por Macael y subir por ahí, pero no en invierno, hace un frío de cohones. Tienen la mejor morcilla de arroz del planeta. Exquisita. El área filabresa no tiene nada que envidiar a jabugos en estas cuestiones de las calorías y el sabor.
 
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