Todo esto que ha aclarado y sostenido el señor Montero, y que ha sido ratificado por la práctica, con su propio modelo de aparato, que sólo mide tres metros de longitud (no habiendo podido realizar hasta ahora las pruebas con el modelo del tamaño necesario por falta de medios en el señor Montero), carece hasta hoy ¡de protección oficial!
No es lógico que el señor Montero carezca de medios para realizar su empresa.
Posteriormente -según nuestro colega Avante, de Ciudad Rodrigo, que se ocupa de este asunto- otro aviador más afortunado que el señor Montero, monsieur Doubre, ha tenido la satisfacción de ver aplicado con éxito este procedimiento en un biplano Farman, cuyas pruebas oficiales tuvieron lugar en Villaconblay el 27 de Julio último, según la información hecha por la revista técnica L'Aerophile, de 15 de Agosto último.
También en la revista técnica Aviación, de Barcelona, del mes pasado, manifiesta que los hermanos Wright han descubierto el vuelo planeado, empleando también un dispositivo colocado en la parte inferior del aparato, el cual accionando como péndulo, hace mover las aletas de los extremos alares, es decir, que aseguran la estabilidad lateral.
No puede permanecer indiferente por falta de medios el señor Montero, máxime enterado de estas dos pruebas que confirman sus trabajos.
Una labor de cuatro años, de un hombre estudioso, como lo es nuestro paisano, sobre esta teoría, le permitirá siempre por lo menos hacer constar que tal vez la casualidad haya hecho que tanto Doubre como los hermanos Wright, hayan coincidido con su idea, pero él puede asegurar con testimonios de los señores Echegaray, Torres Quevedo, capitán de ingenieros señor Doitre y el mecánico aviador monsieur Muovais, que sobre su modelo estaban montados antes del mes de Mayo los dispositivos que permiten asegurar la estabilidad automática de los aeroplanos, cuyo principio se basa en el motor aerodinámico de que hemos hablado.
¿Oirán al señor Montero los que deben oírle?