El judío solo compra al judío, nunca al gentil, al cual si vende o presta, pero nunca le compra, si puede evitarlo.
De esta forma se establece un circulo de mercaderes y prestamistas judíos en el que entra dinero pero nunca sale, y el circulo se vuelve cada vez mas poderoso, es como un embudo en el que cae el dinero pero no sale.
Las comunidades judías en la Edad Media debían de ser terriblemente negativas en las incipientes ciudades de mercaderes y artesanos. Como si de parásitos se trataran, se establecían e iban absorbiendo toda la riqueza, acaparándola, endeudando a todos los no judíos y sumiendo a todo cristo en la miseria, mas o menos como ahora, en definitiva.
Desgraciadamente para nosotros hoy día ya no tenemos la escusa de la religión, ni ninguna clase de jovenlandesal para volver a sacudírnoslos de encima, estamos pretendiendo jugar a su juego y en eso nos ganan de goleada.