Markkus
Madmaxista
Afecta reconocerlo, pero es un hecho. El gym como templo supremo del culto al esfuerzo, a la voluntad, al sacrificio, a la musculación o a la virilidad, también ha sucumbido a los vicios de la posmodernidad.
Vengo de entrenar y entre la calurosa estampa veraniega de unas temperaturas que desbordan las mangas cortas y shorts se ha colado lo peor de cada en mi gym. Niñatos cuerpoescombro suplementándose, ciclados hinchados que no se sacan ni 50 en press banca (literal, me he quedado :: total), postureos sanos entrenando con la vestimenta de iluso total y mujeres haciendo sus ejercicios para glúteos copando las pilinguis maquinas.
¿Dónde huevones está el espíritu machaca del tío que iba al gym con una motivación espartana de LUCHA? LUCHA en el club aprendiendo a dar golpes, LUCHA en el gym sacándose repeticiones desbordando testosterona, LUCHA en el curro ganándose sus dineros, LUCHA saliendo de bares dispuestos a comerse todo, LUCHA en la VIDA para alcanzar lo que se quiere.
Las escenas de hoy en el gym me han tocado los huevones, para ser sinceros. Quizá debería buscarme un gym más amateur y menos mainstream porque es girar el cuello después de cada serie y sentir verguenza ajena de los esperpentos que pululan entre discos y barras. Pero es que sales de fiesta un sábado normal y más de lo mismo: fulastres con sus puñeteros selfies, estultoes que tienes a medio metro y no dejan el puñetero smartphone ni para soltar, atontaos de la vida que van de postureo esperando ligarse a una astuta y dejo de contar porque me pongo de mala leche.
En breves me iré de vacaciones a España y voy a encontrarme más de lo mismo: niñatos de 20 y muchos que no hacen nada en su vida más allá de emporrarse bien y jugar a la fruta Playstation preguntándome que si paso merca , y todo por tener un coche alemán con cristales tintados. ::
En fin, angustias existenciales de un primer mundo cada vez más incompatible con la refinada educación espiritual que imparten los clásicos.
¡Cómo te entiendo, Nietzsche! Tú también eras de otra época.
El día que se me hinchen los huevones me voy a trabajar a tomar por ojo ciego de todo y me quedo por allí.
Vengo de entrenar y entre la calurosa estampa veraniega de unas temperaturas que desbordan las mangas cortas y shorts se ha colado lo peor de cada en mi gym. Niñatos cuerpoescombro suplementándose, ciclados hinchados que no se sacan ni 50 en press banca (literal, me he quedado :: total), postureos sanos entrenando con la vestimenta de iluso total y mujeres haciendo sus ejercicios para glúteos copando las pilinguis maquinas.
¿Dónde huevones está el espíritu machaca del tío que iba al gym con una motivación espartana de LUCHA? LUCHA en el club aprendiendo a dar golpes, LUCHA en el gym sacándose repeticiones desbordando testosterona, LUCHA en el curro ganándose sus dineros, LUCHA saliendo de bares dispuestos a comerse todo, LUCHA en la VIDA para alcanzar lo que se quiere.
Las escenas de hoy en el gym me han tocado los huevones, para ser sinceros. Quizá debería buscarme un gym más amateur y menos mainstream porque es girar el cuello después de cada serie y sentir verguenza ajena de los esperpentos que pululan entre discos y barras. Pero es que sales de fiesta un sábado normal y más de lo mismo: fulastres con sus puñeteros selfies, estultoes que tienes a medio metro y no dejan el puñetero smartphone ni para soltar, atontaos de la vida que van de postureo esperando ligarse a una astuta y dejo de contar porque me pongo de mala leche.
En breves me iré de vacaciones a España y voy a encontrarme más de lo mismo: niñatos de 20 y muchos que no hacen nada en su vida más allá de emporrarse bien y jugar a la fruta Playstation preguntándome que si paso merca , y todo por tener un coche alemán con cristales tintados. ::
En fin, angustias existenciales de un primer mundo cada vez más incompatible con la refinada educación espiritual que imparten los clásicos.
¡Cómo te entiendo, Nietzsche! Tú también eras de otra época.
El día que se me hinchen los huevones me voy a trabajar a tomar por ojo ciego de todo y me quedo por allí.