Santo Evangelio de hoy y lecturas. Miércoles, 15 de noviembre, "Levántate, oh Dios, y juzga la Tierra" ************************Sto.ROSARIO A LAS 22.00

Los cinco minutos del Espíritu Santo

15 de noviembre

El Papa Juan XXIII inició una maravillosa reforma de la Iglesia. Aunque lo eligieron cuando ya tenía una edad avanzada, gracias a él la Iglesia comenzó una gran renovación.

Pero él decía que el autor de esa obra era el Espíritu Santo, que quería tras*formar su Iglesia. Las primeras noches después de ser elegido, no podía dormir pensando en su tremenda responsabilidad. Entonces se preguntó: “¿Quién guía la Iglesia, yo o el Espíritu Santo?”. Y se respondió: “El Espíritu Santo, por supuesto”. Entonces pudo dormir tranquilo.

Utilicemos sus palabras para invocar al Espíritu Santo, y hagámoslo con la misma confianza que él tenía:

“Espíritu Santo, ven a perfeccionar
la obra que Jesús comenzó en mí.
Que llegue pronto el tiempo
de una vida llena de tu Espíritu.
Derrota toda presunción natural
que encuentres en mí.
Quiero ser sencillo, lleno del amor de Dios, y constantemente generoso.
Que ninguna fuerza humana
me impida hacer honor
a mi vocación cristiana.
Que ningún interés, por descuido mío, vaya contra la justicia.
Que ningún egoísmo disminuya en mí los espacios infinitos de tu amor.
Que todo sea grande en mí.
También el culto a la verdad y la prontitud en mi deber hasta la fin.

Que la efusión del Espíritu de amor
venga sobre mí, sobre la Iglesia,
y sobre el mundo entero.
Amén.”

Feliz miércoles
 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Última edición:
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
@Lux Mundi preguntabas el otro día por llamarle "padre" a los sacerdotes. He aquí la explicación benedictina:

13 Al abad, puesto que se considera que hace las veces de Cristo, llámeselo "señor" y
"abad", no para que se engría, sino por el honor y el amor de Cristo. 14 Por eso piense en
esto, y muéstrese digno de tal honor.

Regla de San Benito, Cap. LXIII

Y de regalo:

1 Cuando hay que ordenar un abad, téngase siempre como norma que se ha de
establecer a aquel a quien toda la comunidad, guiada por el temor de Dios, esté de
acuerdo en elegir, o al que elija sólo una parte de la comunidad, aunque pequeña, pero
con más sano criterio.
2 El que ha de ser ordenado, debe ser elegido por el mérito de su vida y la doctrina de su
sabiduría, aun cuando fuera el último de la comunidad.
3 Pero si toda la comunidad, lo que Dios no permita, elige de común acuerdo a uno que

sea tolerante con sus vicios, 4 y estos vicios de algún modo llegan al conocimiento del
obispo a cuya diócesis pertenece el lugar en cuestión, o son conocidos por los abades o
cristianos vecinos, 5 impidan éstos la conspiración de los malos, y establezcan en la casa
de Dios un administrador digno, 6 sabiendo que han de ser bien recompensados, si

obran con rectitud y por celo de Dios, y que, contrariamente, pecan si no lo hacen.
7 El que ha sido ordenado abad, considere siempre la carga que tomó sobre sí, y a quién

ha de rendir cuenta de su administración. 8 Y sepa que debe más servir que mandar.

Regla de San Benito, Cap. LXIV

1 Hemos escrito esta Regla para que, observándola en los monasterios, manifestemos
tener alguna honestidad de costumbres, o un principio de vida monástica. 2 Pero para el
que corre hacia la perfección de la vida monástica, están las enseñanzas de los santos
Padres, cuya observancia lleva al hombre a la cumbre de la perfección. 3 Porque, qué

página o qué sentencia de autoridad divina del Antiguo o del Nuevo Testamento, no es
rectísima norma de vida humana? 4 O, qué libro de los santos Padres católicos no nos
apremia a que, por un camino recto, alcancemos a nuestro Creador? 5 Y también las
Colaciones de los Padres, las Instituciones y sus Vidas, como también la Regla de nuestro
Padre san Basilio, 6 )qué otra cosa son sino instrumento de virtudes para monjes de vida
santa y obedientes? 7 Pero para nosotros, perezosos, licenciosos y negligentes, son

motivo de vergüenza y confusión.


Regla de San Benito, Cap. LXXIII

Ver archivo adjunto 1655193

San Alberto Magno,
ruega por nosotros.

San Benito,

ruega por nosotros.



Muchas gracias por tomarte la molestia de explicar esto.
 
Volver