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Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
Fuente 2: En español latino, con infografías:
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy lunes y las lecturas:
“ Una sola Fe, un solo Señor ”
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11,17-26.33:
Hermanos:
Al prescribiros esto, no puedo alabaros, porque vuestras reuniones causen más daño que provecho.
En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra asamblea hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo; realmente tiene que haber escisiones entre vosotros para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, eso no es comer la Cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comer su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro está borracho.
¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los que no tienen?
¿Qué queréis que os diga? ¿Que os alabe? En esto no os alabo.
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he tras*mitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la fin del Señor, hasta que vuelva.
Por ello, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperarnos unos a otros.
Salmo de hoy
Sal 39 R/. Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy».
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
«- Como está escrito en mi libro -
para hacer tu voluntad
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas».
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes.
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»,
los que desean tu salvación.
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7,1-10
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
«Señor, no te molestes; porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
---
Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de D. Luis Maldonado Fernández de Tejada, OP, de la Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro.
Reflexión del Evangelio de hoy
Reunidos en el nombre del Señor
¿Os suena esto? ¿Os recuerda a algo? ¿No os veis reflejados de alguna manera?
Por naturaleza tendemos al individualismo, a diferenciarnos de los otros, a tener nuestra propia parcela y a olvidarnos de que debemos ser una comunidad en todos los sentidos. Y como vemos estas circunstancias no son propias del mundo actual. San Pablo se lamenta de que la Iglesia de Corinto adolece de falta de unidad, de que el egoísmo habita en los corazones de los fieles y les exhorta a que recapaciten y sean un solo cuerpo eclesial, sobre todo a la hora de celebrar la Eucaristía, momento clave de la vida del cristiano.
Dentro de la Iglesia hay multitud de carismas, movimientos, congregaciones, caminos... pero no debemos olvidar nunca que todos pertenecemos a un mismo cuerpo cuya cabeza es Cristo y que nada ni nadie puede separarnos. No podemos pensar en “yo” o “nosotros”, debemos pensar en clave universal, que al fin y al cabo es lo que significa ser católico. Y dentro de esa universalidad siempre debemos estar en clave de unidad con el Señor y con los hermanos. La separación lleva a la discordia, la discordia al egoísmo y el egoísmo al pecado. Y el pecado nos aleja de Dios. Por eso es tan importante que permanezcamos unidos a los hermanos, que seamos familia de verdad, que vivamos la fe en COMUNIÓN, y que apartemos nuestros propios intereses y gustos en favor de los demás y de la unidad de la Iglesia.
Humildad, limpieza de corazón, Fe
Para mi este pasaje del Evangelio es uno de los más enternecedores por varios motivos: la fe del Centurión, que además es un hombre bueno (“nos ha construido la sinagoga”), la misericordia de Jesús (“Jesús se admiró de él”), la curación que proviene de Cristo (“los enviados encontraron al siervo sano”) Es admirable todo lo que se nos narra.
Pongámonos en situación: un hombre ajeno al pueblo de Israel oye hablar de Jesús. Tiene un siervo enfermo y acude al Maestro en busca de solución. Es un centurión, un representante del poder, pero su carácter humilde le impide presentarse en persona y envía a unos amigos. Su pureza de corazón hará que Cristo se conmueva y exclame “Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe”, porque la fe de ese hombre salta a la vista de todos. No importa que sea extranjero, que sea pagano, que venga de otras tierras. Lo único que importa es su actitud ante Cristo, del que ha oído hablar y en quien cree desde el fondo de su corazón.
Cuánto tenemos que aprender del centurión... Si fuéramos como él nuestra vida sería mucho más sencilla, más llena de amor, más plena, más en comunión con Jesús y la Iglesia, y en el fondo seríamos más felices, más llenos de vida, y eso se notaría a nuestro alrededor: seríamos esa “sal de la tierra” capaz de tras*formar el mundo. Estoy seguro que ese día en el que la vida del centurión se cruzó con Cristo muchos de los que fueron testigos creyeron y se convirtieron, y no tanto por el prodigio de la curación como por la actitud de aquel hombre y la respuesta que obtuvo de Jesús. Seamos humildes en nuestro trato con Dios, confiemos plenamente en Él, dejemos de lado nuestras circunstancias, nuestros deseos mundanos, nuestros recelos y prejuicios: El Señor sabrá recompensarnos con su infinita misericordia.
Fuente: Una sola Fe, un solo Señor
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
Fuente 2: En español latino, con infografías:
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
A continuación, el Evangelio de hoy lunes y las lecturas:
“ Una sola Fe, un solo Señor ”
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11,17-26.33:
Hermanos:
Al prescribiros esto, no puedo alabaros, porque vuestras reuniones causen más daño que provecho.
En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra asamblea hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo; realmente tiene que haber escisiones entre vosotros para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, eso no es comer la Cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comer su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro está borracho.
¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los que no tienen?
¿Qué queréis que os diga? ¿Que os alabe? En esto no os alabo.
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he tras*mitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la fin del Señor, hasta que vuelva.
Por ello, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperarnos unos a otros.
Salmo de hoy
Sal 39 R/. Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy».
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
«- Como está escrito en mi libro -
para hacer tu voluntad
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas».
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes.
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»,
los que desean tu salvación.
Proclamad la fin del Señor, hasta que vuelva.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7,1-10
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
«Señor, no te molestes; porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
---
Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de D. Luis Maldonado Fernández de Tejada, OP, de la Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro.
Reflexión del Evangelio de hoy
Reunidos en el nombre del Señor
¿Os suena esto? ¿Os recuerda a algo? ¿No os veis reflejados de alguna manera?
Por naturaleza tendemos al individualismo, a diferenciarnos de los otros, a tener nuestra propia parcela y a olvidarnos de que debemos ser una comunidad en todos los sentidos. Y como vemos estas circunstancias no son propias del mundo actual. San Pablo se lamenta de que la Iglesia de Corinto adolece de falta de unidad, de que el egoísmo habita en los corazones de los fieles y les exhorta a que recapaciten y sean un solo cuerpo eclesial, sobre todo a la hora de celebrar la Eucaristía, momento clave de la vida del cristiano.
Dentro de la Iglesia hay multitud de carismas, movimientos, congregaciones, caminos... pero no debemos olvidar nunca que todos pertenecemos a un mismo cuerpo cuya cabeza es Cristo y que nada ni nadie puede separarnos. No podemos pensar en “yo” o “nosotros”, debemos pensar en clave universal, que al fin y al cabo es lo que significa ser católico. Y dentro de esa universalidad siempre debemos estar en clave de unidad con el Señor y con los hermanos. La separación lleva a la discordia, la discordia al egoísmo y el egoísmo al pecado. Y el pecado nos aleja de Dios. Por eso es tan importante que permanezcamos unidos a los hermanos, que seamos familia de verdad, que vivamos la fe en COMUNIÓN, y que apartemos nuestros propios intereses y gustos en favor de los demás y de la unidad de la Iglesia.
Humildad, limpieza de corazón, Fe
Para mi este pasaje del Evangelio es uno de los más enternecedores por varios motivos: la fe del Centurión, que además es un hombre bueno (“nos ha construido la sinagoga”), la misericordia de Jesús (“Jesús se admiró de él”), la curación que proviene de Cristo (“los enviados encontraron al siervo sano”) Es admirable todo lo que se nos narra.
Pongámonos en situación: un hombre ajeno al pueblo de Israel oye hablar de Jesús. Tiene un siervo enfermo y acude al Maestro en busca de solución. Es un centurión, un representante del poder, pero su carácter humilde le impide presentarse en persona y envía a unos amigos. Su pureza de corazón hará que Cristo se conmueva y exclame “Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe”, porque la fe de ese hombre salta a la vista de todos. No importa que sea extranjero, que sea pagano, que venga de otras tierras. Lo único que importa es su actitud ante Cristo, del que ha oído hablar y en quien cree desde el fondo de su corazón.
Cuánto tenemos que aprender del centurión... Si fuéramos como él nuestra vida sería mucho más sencilla, más llena de amor, más plena, más en comunión con Jesús y la Iglesia, y en el fondo seríamos más felices, más llenos de vida, y eso se notaría a nuestro alrededor: seríamos esa “sal de la tierra” capaz de tras*formar el mundo. Estoy seguro que ese día en el que la vida del centurión se cruzó con Cristo muchos de los que fueron testigos creyeron y se convirtieron, y no tanto por el prodigio de la curación como por la actitud de aquel hombre y la respuesta que obtuvo de Jesús. Seamos humildes en nuestro trato con Dios, confiemos plenamente en Él, dejemos de lado nuestras circunstancias, nuestros deseos mundanos, nuestros recelos y prejuicios: El Señor sabrá recompensarnos con su infinita misericordia.
Fuente: Una sola Fe, un solo Señor
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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