Desde luego, pero en algún momento nos hemos apartado del Camino como Nación Cristiana, que llevamos un par de siglos de aúpa, y las últimas décadas para qué contarlas. Y el futuro no es muy halagüeño que digamos.
Claro, antes los españoles reunían méritos. Ahora estamos a la cabeza de la apostasía. Las naciones también serán juzgadas. Y estamos envenenados. Es preciso que creamos en todas las verdades de nuestra fe y queramos acogernos bajo el amparo de la Santísima Virgen. Miramos alrededor y es desalentador. Y yo quiero que todo el mundo se convierta y ame al Señor y se salve. Para eso nacimos, para servirle, adorarle y amarle