.
Por tanto el dato significativo y revelador no sería cuántos médicos o sanitarios hay, sino el total de horas REALES de atención a los pacientes. Y cualquier “paciente” paciente que tenga la desgracia de concurrir consultas a buen seguro sabe a qué me refiero.
Liberados, excedencias, reducciones de jornada, bajas medicas, “pasillos”, médicos en puestos administrativos que no ejercen, médicos que llegan tarde sistemáticamente, mientras atienden consultas privadas, salidas a medio día para “hacer la compra”, cafeterías hospitalarias llenas de “batas” a todas horas…
Hay casos espeluznantes e indignantes, como interinos que sustituyen a un medico en excedencia, liberado o con reducción de jornada, que está de baja, al igual que su sustituto, y el sustituto de su sustituto. Y todos cobrando del pesebre público.