Puro romancero mesetario 100%. Mi dieses.Ver archivo adjunto 949815
Fracasado te motejan en todos los mentideros; no es insulto, ni es consigna, es diagnóstico certero. Lanzadores de aceitunas, soplagaitas marrulleros, maldicientes y garduñas, enanitos y copleros, y una jarca de mediocres forman tu banal cortejo. En tu frente dejó escrito el buen Dios al que venero: «Fracasado está Pablete en sus pugnas de gobierno; fracasado por fistro, por blanducho y por artero; fracasado y sin coraje, sin nobleza y sin gracejo; fracasado cuando calla; fracasado y… ¡siempre tiemblo cuando, pincho y boquirrubio, dice sandeces sin cuento!». Pero, siendo tan bromista, tan irónico y travieso, quiso Dios, por confundirte, dejarte trepar sin freno y adular, merengosote, a los líderes peperos (por igual al bigotudo, a Esperanza y al gallego), y aturdirlos con tu labia de pijo charlatanesco.
Fracasado te sabía el buen Dios desde su reino; pero, por escarmentarte, te quiso encumbrar primero: te dio un máster, te dio títulos (todos truchos y chusqueros), te dio chollos de arribista, te dio votos en congresos, te dio cara de guapete y una barbita de memo. Pero no te dio la gracia que desciende de los cielos, no te dio esa grandeza -que es potestas y es talento- para defender principios con aplomo y con acierto. Te dio, en cambio, fracasado, mucha parla sin sustento, mucho afán desordenado de aherrojar a tus adeptos, por ponerlos al recaudo de un señor aceitunero que no es ‘regalo de Dios’ (por mucho que así lo miento), sino maniobrero cutre, rasputín de medio pelo, que por darte pleitesía urde mañas de trilero, chapuzas de oportunista, fantochadas, mil inventos. Dios lo puso en tu camino; y te dio a Carromero, para que envidia cochina, celos, rabia y cruel despecho te fuesen nublando el juicio, te fuesen reconcomiendo, como a Macbeth le hacía su compañera de lecho.
Y entre todas las envidias, entre tantos ruines celos que estos sucios trujimanes te infiltraron en el pecho, ninguno tan desnortado, ni tan loco ni grotesco, como el que ayer dirigiste, rehén de turbios manejos, contra Ayuso y su hermanito, que es un chico coimero al que los jueces no acusan y, en cambio, acusan tus necios. Pues de necios y cainitas es radiar al mundo entero lo que no se sabe hacer con destrezas de discreto. Si no fueses fracasado, alfeñique y medianejo, si no tuvieses pelusa, tendrías predicamento ante quien, como Isabel, se la levanta hasta a un muerto. Pues levanta a la derecha, que tú dejas como un muermo; levanta en armas a progres, a centristas y voxeros; y hasta a los que no votamos nos levanta del asiento. Y le pones detectives, zancadillas y tormentos a quien no impusiste auctóritas, a quien no infundes respeto, porque no tienes madera para poner coto y freno a quien mancha su prestigio por un hermano logrero.
Que el buen Dios que te ha encumbrado para escarmiento de buenos te deje precipitarte en el más neցro agujero. Y sin Ayuso y su garbo, su donaire y su salero, sólo te darán aplauso los demonios del averno. Fracasado, pisaverde, ¡márchate a tomar los vientos!
Juan Manuel de Prada: Romance del fracasado
«Fracasado te motejan en todos los mentideros...»www.abc.es
Te lo puedes imaginar cantándolo en una plaza porticada de piedra con la gente escuchándolo, como antaño.
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