Los hombres que quieren dejar su impronta
Los hombres que quieren "dejar su impronta", que la dejen en su casa.
Dejarla en un lugar público, ya sea oficina, ascensor, o la misma calle, es tan cutre, sucio y pacoetnianojovenlandes como soltarse pedos.
Las "improntas de perfumes" son cosas de nenazas educadas con anuncios de televisión.
Los hombres de verdad, la "impronta" la dejan, sin atufar a nadie ni castigar pituitarias, donde la tiene que dejar.
Pocas cosas dan el pasaporte más la líbido de una mujer que un tufarro a colonia de alguien con ganas de "dejar su impronta".
Los hombres de verdad, huelen a hombre, no a perfumes.