Las opciones que barajan:
1: desconectar los puntos de carga desde las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche, incluso aumentar el precio de la carga de forma desmesurada durante este tiempo para disuadir a los usuarios, y así prevalecer el servicio de luz a millón y medio de hogares
2: Prohibir el acceso a vehículos eléctricos al centro de las ciudades.
Los del coche eléctrico y la cocina eléctrica y la caldera eléctrica, unos visionarios.
Dentro de poco no podrán ni moverse, ni cocinar ni calentarse en sus casas.
Mientras tanto, el gas butano ruso manda así como el petróleo en todas sus vertientes.