Recordar el Privilegio de la Unión para derribar la mitología abertzale

Hoy Pamplona celebra el Privilegio de la Unión, o sea el mandato del rey navarro Carlos III para unificar administrativamente Pamplona y derribar las murallas de los burgos. Es un día interesante para recordar por diversos motivos, como veremos, pero el muchipartito ya ha decidio generar su bulla particular a cuenta de la invitación de la alcaldesa de Pamplona a los Reyes de España para conmemorar tan ilustre ocasión. Geroa Bai ya mostró su oposición a esta invitación, Bildu ha dicho que sus concejales no acudirán a la recepción de los reyes. Los reyes son ilegítimos y fuerzas de ocupación, aunque Bildu esté a favor de los okupas. Además Bildu es una fuerza esencialmente partidaria del modelo republicano, como Cuba, China, Venezuela o la URSS.



Paradójicamente, cuando Urkullu viene a Navarra a asistir a la investidura de la presidenta ni a Geroa Bai le parece mal la visita de su jefe ni Bildu le da plantón. A Urkullu se le respeta, a los reyes no. Y eso que en realidad los Reyes de España pintan bastante más en el Privilegio de la Unión que Urkullu en la investidura de Chivite. Todo esto a su vez nos lleva a lo interesante de recorder algunas pinceladas sobre el Privilegio de la Unión.

Para empezar, el Privilegio de la Unión se redactó en español, lo cual no deja de ser llamativo puesto que data de 1423, antes de Franco, antes la incorporación a Castilla, antes del PAI y antes de la Constitución. En aquella Navarra independiente se utilizaba el español. El uso del español en Navarra no es por tanto producto de ninguna represión ni de ninguna ocupación. Ni el uso del vascuence se perdió con caída de los Albret ni el uso del español llegó con Fernando el Católico. Es lo que hay. Quienes llegaron con Fernando el Católico fueron por cierto las tropas vizcaínas y guipuzcoanas, pero Urkullu no es un okupante y el lehendakari en Navarra no es un símbolo de la oleada turística.

Por otro lado, además de estar escrito en español, el Privilegio de la Unión revela algunas cosas interesantes más. Por ejemplo, que la Navarra anterior a 1512 estaba bastante lejos de ser una Navarra idílica. Por el contrario, Pamplona estaba dividida en burgos irreconciliables, amurallados y enfrentados entre sí. Vaya, la división de los navarros no es novedad. Lo curioso es que, contrariamente a lo que ahora nos pintan los nacionalistas, los afines a Castilla eran los beaumonteses del norte, los vascófonos y los habitantes de la Navarrería. Lógicamente, puesto que los habitantes de San Nicolás y San Cernin se vinculaban con Francia. Para equilibrar fuerzas, los navarri buscaban apoyo en Castilla. Los que ahora votan a Bildu resulta que son los descendientes de los odiados beaumonteses.


Al establecer el escudo de Pamplona, el Privilegio de la Unión ya entonces señala como símbolos esenciales del reino los actuales símbolos de Navarra: el fondo rojo, las cadenas y la corona. Conviene recordarlo porque después los nacionalistas intentan vendernos que la bandera de Navarra la inventaron unos abertzales en 1910. O que las cadenas fueron una imposición castellana para ligar nuestro pasado al de las Navas de Tolosa. O que las cadenas no eran cadenas. Y por supuesto el nacionalismo mutilador erradica también de la bandera de Navarra la corona, aunque ya era un símbolo de la soberanía del reino en 1423. Porque resulta que Navarra antes de 1512 no era una república. Y además después de 1423 todavía hubo una guerra civil, los herederos legítimos (nietos de Carlos III) fueron envenenados, se impusieron los ilegítimos, y quedó un poso de división en el que los legitimistas fueron justamente los beaumonteses que se aliaron con Castilla, por lo que resulta más que dicutible pretender que los legítimos reyes de Navarra eran los exiliados Albret. Por lo demás está claro que no existe una Navarra independiente al norte de la Navarra española. La vieja Navarra o es España o es Francia, la independencia nunca fue una opción real puesto que en 1512 se cruzaban 3 ejes: el eje Agramontés-Beaumontés, el eje España-Francia y el eje católicos-cismáticos. Lo que no había por allí es ninguna ikurriña. Feliz aniversario del Privilegio de la Unión.