-Aноñимо-
Rapero Guarderista
- Desde
- 2 Sep 2019
- Mensajes
- 35.296
- Reputación
- 58.895
¿Fué Mercedes...? ¿Fué Audi...? ¿Jaguar quizás...?
¡NO!
¡Fue la propia BMW!
En anteriores entregas vimos que los interiores de los Ferrari son una cosa, así como que Trolls Royce es una marca sobrevaloradísima. En esta entrega vamos a demostrar por qué comprar cualquier BMW de hace aproximadamente 15-20 años hacia acá es hacer el parguelas, con honrosas excepciones.
Vamos a centrarnos en la mejor época de BMW, que comprende la década de los 70 hasta finales de los 90. Anteriormente también tenían buenos modelos, pero su producción y venta eran muy escasas.
En los 70 ya habían dado con la fórmula que haría de BMW una marca reconocida y deseada por todo el mundo. La fórmula la conocemos todos: motores de 6 cilindros en línea, tracción trasera, carácter deportivo sin renunciar a la comodidad en modelos que así lo requieren, gran fiabilidad, diseños agresivos y carismáticos, gran cantidad de opciones enfocadas a un público exigente que sabe lo que compra (diferencial autoblocante, caja sport, suspensiones deportivas, etc.).
Además de eso en los 80 empezaron a salir los primeros modelos en versión //M, con motor diseñado y ensamblado por la división Motorsport, nacida en el mundo de la competición, así como el resto de elementos modificados para estar a la altura del incremento de potencia.
El motor más mítico es el M88, derivado del M30 y utilizado en el único deportivo de motor central de la marca, el BMW M1 E26, de cuyo bloque, a su vez, derivaron los primeros motores en ostentar la designación S propia de los M, los S38.
El M88 era un 6 cilindros en línea de 3,5 litros con doble árbol de levas, mariposas independientes y una línea roja que superaba holgadamente las 7.000rpm (más o menos, según versión).
Empezó a montarse en los M635CSi y el primer M5, el M5 E28. Básicamente cogieron el motor de su deportivo de motor central y lo montaron en sus coches de producción. Una locura.
Del S38 también derivó el mítico S14 del M3 E30, con dos cilindros menos.
Eran tiempos gloriosos para la marca. En los 70 tuvieron intentos de desarrollar motores V12 y V8 para competir contra Jaguar y Mercedes-Benz, pero no fue hasta 1987 que estrenarían el V12 en su 750i/iL, que con sus 5 litros y 300 refinados caballos supuso un duro golpe para Mercedes, que carecía de V12 y para Jaguar, cuyo V12 estaba ya algo anticuado.
En el 89 estrenarían el 850i, un precioso coupé de diseño aerodinámico equipado con el mismo V12. Posteriormente, en el 92, también incorporarían dos V8 de aluminio para los tope de gama a partir de la Serie 5.
La división M por supuesto continuaría haciendo de las suyas, con sus inconfundibles motores atmosféricos con mariposas independientes, que pasarían de los 6 a los 8 cilindros, para culminar, años más tarde, con hasta un V10.
En resumen, BMW en los 90 ya tenía de todo y, no sólo era muy competitiva, sino que era un referente para quien buscase disfrutar de la conducción, concepto que explotaron acertadamente como imagen de marca, pues era el carácter que tenían impreso todos sus modelos, incluídos los más modestos.
Repaso fotográfico de algunos de los modelos más destacables de la buena época (quedan muchos en el tintero):
BMW 3.0 CS E9
BMW M1 E26
BMW 323i E21
BMW M5 E28
BMW 750iL E32
BMW M3 E30
BMW 850Ci E31
Bueno, como ligero repaso estos modelos sirven. En los 90 todos los BMW seguían siendo bonitos, agresivos, con carácter y con un estilo de conducción propio de la marca bávara.
Como vemos, los diseños cambian y evolucionan bastante, pero el sello de la marca es inconfundible. Son coches que derrochan clase y estilo por los cuatro costados.
Nadie ha combinado elegancia y deportividad tan bien como BMW salvo, quizás, Jaguar, a la que considero su equivalente inglesa (antes de ser destrozada por Ford, pero eso para otro hilo...).
El problema rellenito de la marca bávara vino cuando, por algún motivo inexplicable, alguien decidió que dejar el diseño de sus automóviles en manos de un julandrón de California era buena idea. El elemento en cuestión era el tiparraco éste, cuyo nombre prefiero ni nombrar:
Semejante espantapájaros fue el responsable de que, por ejemplo, la Serie 7 pasara de ser esta preciosidad, elegante y perfectamente proporcionada:
A ser este puñetero engendro del averno, mal proporcionado y con cara de besugo:
Ya está. En ese punto BMW fue herida casi mortalmente, pues el bicho no sólo era sumamente desagradable a la vista, sino que además era poco fiable.
Sus compañeros de gama coetáneos lo acompañaban en antiestéticaldad, salvo, quizás, el Serie 3 E92, que es bastante atractivo.
A pesar de los esfuerzos del equipo de diseño por destrozar la marca, los ingenieros seguían siendo fieles a la filosofía que otrora los condujo al éxito, por lo que tuvimos joyas como el M5 E60, que, a pesar de tener una caja de cambios de cosa y apariencia de ballena, suplía sus carencias con un glorioso motor V10 atmosférico de 507cv. Exquisito.
Después de la era del innombrable BMW recobró el buen camino en cuanto a diseño, pero en cuanto a motorizaciones iba perdiendo fuelle al abandonar su tradición de hacer buenos motores atmosféricos.
Ejemplo de BMW post-julandrón con un diseño bien conseguido:
Hoy en día ya llegamos al absurdo, porque BMW ofrece modelos de tracción delantera, cuando siempre se ha reído, con razón, de tan infame tras*misión de potencia al eje equivocado; Ms automáticos con 4x4 obligatorio y motores turbo...
; apenas hay 6 cilindros en línea en la gama, salvo en los modelos más altos; interiores que no enfocan hacia el conductor y pantallas sin integrar... En fin, un desastre.
En definitiva, que un BMW moderno, en la mayoría de casos, es para alguien que quiere decir que tiene un BMW, pero que realmente no quiere tener uno.
Y al final pasan cosas como ésta, con razón...
Cualquiera con un E39 de quinta mano puede reírse de un parguelas que se deje más de 30k cholos en una lavadora de tracción delantera con chapita de BMW, pues, no sólo tiene un coche mucho mejor, sino que, sencillamente, tiene un BMW y el otro no.
Hasta aquí la entrega de hoy. Espero que hayáis disfrutado, aunque al bueno del @Nota dudo que le guste demasiado.
Saludos y hasta la próxima, amigos.
Stay tuned!!
¡NO!
¡Fue la propia BMW!
En anteriores entregas vimos que los interiores de los Ferrari son una cosa, así como que Trolls Royce es una marca sobrevaloradísima. En esta entrega vamos a demostrar por qué comprar cualquier BMW de hace aproximadamente 15-20 años hacia acá es hacer el parguelas, con honrosas excepciones.
Vamos a centrarnos en la mejor época de BMW, que comprende la década de los 70 hasta finales de los 90. Anteriormente también tenían buenos modelos, pero su producción y venta eran muy escasas.
En los 70 ya habían dado con la fórmula que haría de BMW una marca reconocida y deseada por todo el mundo. La fórmula la conocemos todos: motores de 6 cilindros en línea, tracción trasera, carácter deportivo sin renunciar a la comodidad en modelos que así lo requieren, gran fiabilidad, diseños agresivos y carismáticos, gran cantidad de opciones enfocadas a un público exigente que sabe lo que compra (diferencial autoblocante, caja sport, suspensiones deportivas, etc.).
Además de eso en los 80 empezaron a salir los primeros modelos en versión //M, con motor diseñado y ensamblado por la división Motorsport, nacida en el mundo de la competición, así como el resto de elementos modificados para estar a la altura del incremento de potencia.
El motor más mítico es el M88, derivado del M30 y utilizado en el único deportivo de motor central de la marca, el BMW M1 E26, de cuyo bloque, a su vez, derivaron los primeros motores en ostentar la designación S propia de los M, los S38.
El M88 era un 6 cilindros en línea de 3,5 litros con doble árbol de levas, mariposas independientes y una línea roja que superaba holgadamente las 7.000rpm (más o menos, según versión).
Empezó a montarse en los M635CSi y el primer M5, el M5 E28. Básicamente cogieron el motor de su deportivo de motor central y lo montaron en sus coches de producción. Una locura.
Del S38 también derivó el mítico S14 del M3 E30, con dos cilindros menos.
Eran tiempos gloriosos para la marca. En los 70 tuvieron intentos de desarrollar motores V12 y V8 para competir contra Jaguar y Mercedes-Benz, pero no fue hasta 1987 que estrenarían el V12 en su 750i/iL, que con sus 5 litros y 300 refinados caballos supuso un duro golpe para Mercedes, que carecía de V12 y para Jaguar, cuyo V12 estaba ya algo anticuado.
En el 89 estrenarían el 850i, un precioso coupé de diseño aerodinámico equipado con el mismo V12. Posteriormente, en el 92, también incorporarían dos V8 de aluminio para los tope de gama a partir de la Serie 5.
La división M por supuesto continuaría haciendo de las suyas, con sus inconfundibles motores atmosféricos con mariposas independientes, que pasarían de los 6 a los 8 cilindros, para culminar, años más tarde, con hasta un V10.
En resumen, BMW en los 90 ya tenía de todo y, no sólo era muy competitiva, sino que era un referente para quien buscase disfrutar de la conducción, concepto que explotaron acertadamente como imagen de marca, pues era el carácter que tenían impreso todos sus modelos, incluídos los más modestos.
Repaso fotográfico de algunos de los modelos más destacables de la buena época (quedan muchos en el tintero):
BMW 3.0 CS E9
BMW M1 E26
BMW 323i E21
BMW M5 E28
BMW 750iL E32
BMW M3 E30
BMW 850Ci E31
Bueno, como ligero repaso estos modelos sirven. En los 90 todos los BMW seguían siendo bonitos, agresivos, con carácter y con un estilo de conducción propio de la marca bávara.
Como vemos, los diseños cambian y evolucionan bastante, pero el sello de la marca es inconfundible. Son coches que derrochan clase y estilo por los cuatro costados.
Nadie ha combinado elegancia y deportividad tan bien como BMW salvo, quizás, Jaguar, a la que considero su equivalente inglesa (antes de ser destrozada por Ford, pero eso para otro hilo...).
El problema rellenito de la marca bávara vino cuando, por algún motivo inexplicable, alguien decidió que dejar el diseño de sus automóviles en manos de un julandrón de California era buena idea. El elemento en cuestión era el tiparraco éste, cuyo nombre prefiero ni nombrar:
Semejante espantapájaros fue el responsable de que, por ejemplo, la Serie 7 pasara de ser esta preciosidad, elegante y perfectamente proporcionada:
A ser este puñetero engendro del averno, mal proporcionado y con cara de besugo:
Ya está. En ese punto BMW fue herida casi mortalmente, pues el bicho no sólo era sumamente desagradable a la vista, sino que además era poco fiable.
Sus compañeros de gama coetáneos lo acompañaban en antiestéticaldad, salvo, quizás, el Serie 3 E92, que es bastante atractivo.
A pesar de los esfuerzos del equipo de diseño por destrozar la marca, los ingenieros seguían siendo fieles a la filosofía que otrora los condujo al éxito, por lo que tuvimos joyas como el M5 E60, que, a pesar de tener una caja de cambios de cosa y apariencia de ballena, suplía sus carencias con un glorioso motor V10 atmosférico de 507cv. Exquisito.
Después de la era del innombrable BMW recobró el buen camino en cuanto a diseño, pero en cuanto a motorizaciones iba perdiendo fuelle al abandonar su tradición de hacer buenos motores atmosféricos.
Ejemplo de BMW post-julandrón con un diseño bien conseguido:
Hoy en día ya llegamos al absurdo, porque BMW ofrece modelos de tracción delantera, cuando siempre se ha reído, con razón, de tan infame tras*misión de potencia al eje equivocado; Ms automáticos con 4x4 obligatorio y motores turbo...
En definitiva, que un BMW moderno, en la mayoría de casos, es para alguien que quiere decir que tiene un BMW, pero que realmente no quiere tener uno.
Y al final pasan cosas como ésta, con razón...
Cualquiera con un E39 de quinta mano puede reírse de un parguelas que se deje más de 30k cholos en una lavadora de tracción delantera con chapita de BMW, pues, no sólo tiene un coche mucho mejor, sino que, sencillamente, tiene un BMW y el otro no.
Hasta aquí la entrega de hoy. Espero que hayáis disfrutado, aunque al bueno del @Nota dudo que le guste demasiado.
Saludos y hasta la próxima, amigos.
Stay tuned!!
