Coincido en lo primero en cuanto a reparto de personalidades en el Bando Nacional, que era bastante plural y diverso.
En cuanto a las simpatías norteamericanas...todavía faltan como veinte años para que aparecieran, y siempre condicionadas por el mero interés de contar con un baluarte anticomunista asegurado en el Occidente Europeo. En el momento de la guerra, los americanos no desperdiciaron ocasión para hacer propaganda contra España y permitir la organización y llegada de mercenarios comunistas yankis, entre otras cosas.
Lo de los alemanes con respecto del tema del clero o el tema de la religión, que son cosas distintas, supongo que es fruto del desconocimiento de la Historia de España, y en particular de lo que ocurre en los tenebrosos años de la República. Choca un poco, teniendo en cuenta la crianza católica del mismo Hitler y la profesión católica de la principal región nacionalsocialista, Baviera, frente a las más refractarias al III Reich, que fueron las protestantes.
En mi opinión, se trata de sueltos exagerados. Los alemanes apoyaron decididamente a los Nacionales sin reserva alguna desde el minuto uno, pese a partir en clara desventaja, pues estaba en poder de los gente de izquierdas la industria, las grandes capitales, los principales puertos, la Armada, etc