Leolfredo_borrado
Guest
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Por el post ya están los clásicos chascarrillos y tópicos al uso, que si Hispanistán, que si el catolicismo retrógrado, etc.
Cualquiera con dos dedos de frente, un poco de perspectiva histórica de lo que es la historia "reciente" de España sabe que el Ejército español y El Estado están desde hace dos siglos infiltrados por organizaciones ajenas a los intereses del país.
Lo cierto es que el submarino de Peral y el sistema de torpedos teledirigidos de Torres-Quevedo no nos convirtieron en la primera potencia naval del mundo porque el MAL MAYOR lo tenemos en forma de traidores dentro de las más altas instancias del Estado.
Los agentes extranjeros torpedearon, precisamente, la posibilidad de recuperar la supremacía de los mares.
---------- Post added 05-abr-2013 at 20:14 ----------
Esta archirrequeterrepetido pero, no deja de ser cierto, que Carrero Blanco fue liquidado con la intervención de traidores dentro del mismo aparato del Estado.
Por más que se intente minusvalorar, sí que tenía un programa nuclear en marcha.
Lo único que ha quedado de él es, en la calle que llevaba su nombre, la empresa del sector nuclear más importante de España y una de las principales constructoras de reactores:
ENSA
Cualquiera con dos dedos de frente, un poco de perspectiva histórica de lo que es la historia "reciente" de España sabe que el Ejército español y El Estado están desde hace dos siglos infiltrados por organizaciones ajenas a los intereses del país.
Lo cierto es que el submarino de Peral y el sistema de torpedos teledirigidos de Torres-Quevedo no nos convirtieron en la primera potencia naval del mundo porque el MAL MAYOR lo tenemos en forma de traidores dentro de las más altas instancias del Estado.
Los agentes extranjeros torpedearon, precisamente, la posibilidad de recuperar la supremacía de los mares.
Sobre porqué fracasó el submarino de Peral yo creo que fue saboteado por militares españoles que trabajaban para potencias extranjeras, lo explica Javier Sanmateo (bisnieto de Isaac Peral) en un libro de reciente aparición: "El submarino Peral, la gran conjura"... me parece una hipótesis bastante creíble por el contexto histórico y por otros sucesos ocurridos en la época que tienen la misma explicación, aquí si hay foreros bien informados sabrán de lo que hablo....
Un copy-paste de una reseña del libro
....En la familia de Javier Sanmateo siempre se ha hablado del antepasado Peral y de las circunstancias que llevaron al fracaso su quimera. El abuelo de Javier, hijo del inventor, ya publicó, en 1936, un libro reivindicando la memoria y la obra de su padre. Pero él sólo pudo utilizar los papeles que estaban en poder de la familia, mientras que Javier ha removido archivos, hemerotecas y toda clase de documentación. Y de ahí han salido las claves que llevan a suponer que detrás de la oposición al submarino había razones cuando menos sospechosas
Cuando el proyecto sufrió la primera demora, Francia empezó a construir algo parecido a un submarino que, según el testimonio de personas que trabajaron allí, estaba claramente basado en el Peral, que así se llamó la nave submarina. En los astilleros de Toulon donde se construía se estaba haciendo también un barco para la Marina española, por lo que había personal del ministerio allí; además, la compra de aquel barco la había hecho Víctor María Concas, ofi cial de la Marina que terminaría siendo ministro del ramo. Más adelante, este mismo Concas, cuando Isaac Peral estaba en Londres supervisando la compra de materiales para su prototipo, quiso que el inventor se entrevistara con Basil Zaharoff, el hombre que movía los hilos del comercio de armas en Europa. A Zaharoff le dedica unas páginas Sanmateo en su libro. Turco de origen ruso y auténtico buscavidas, empezó, por una de esas carambolas de la vida, a trabajar en la empresa fabricante de armas Thorsten Nordenfelt, con un sueldo de cinco libras esterlinas semanales. “Nadie podía prever –escribe Sanmateo– la espectacular carrera que daba comienzo y que le llevaría a ser el hombre más rico e infl uyente del mundo”. Zaharoff llegó incluso a ir a La Carraca, en Cádiz, donde pudo contemplar la evolución de la construcción del Peral. Años más tarde, Zaharoff conseguirá un suculento contrato armamentístico con el gobierno español, a través de la Sociedad Española de Construcciones Navales. ¿Sabotaje?
Durante las pruebas, una vez fueron las pilas y otra la hélice las que sufrieron desperfectos, que Peral llegó a tiempo de solucionar. Pero los sabotajes desde los despachos fueron imposibles de atajar. La lista de personas que entorpecieron el proyecto con la que se ha encontrado Javier Sanmateo en su investigación es la siguiente: “Emilio Ruiz del Árbol, capitán de fragata; Víctor María Concas, que acabó siendo ministro de Marina; Segismundo Bermejo, capitán de navío, y que será ministro de Marina en la crisis del 98, y Francisco Chacón y Peri, compañero de Peral, teniente de navío”. Hay dos elementos a tener en cuenta. Por un lado, la clara violación del secreto militar: no sólo los franceses debieron de tener acceso a los planos para la construcción de su submarino, sino que un industrial inglés del sector armamentístico, William B. Thompson, abordó a Isaac Peral en los pasillos del mismísimo Ministerio de Marina para ofrecerse a comprarle la patente de su invento. Invento que, por cierto, Peral nunca patentó, pues lo había cedido al Estado español. No se puede acusar a Peral de haber intentado forrarse ni de nada parecido, de ahí que resulte más sangrante todavía, para su bisnieto, que quien podría haber pasado a la posteri dad como uno de los grandes inventores de la historia haya caído en el olvido e incluso en el descrédito.
¿A quién pudo beneficiarle que España no llegara a disponer de un arma como el submarino? Un alto oficial estadounidense reconoció ante el Congreso de su país que, en 1898, nunca hubieran atacado de la misma manera de haber tenido España submarinos. “Todas las personas que se opusieron al proyecto de Peral –apunta Sanmateo–, dentro del Ministerio de Marina, tuvieron relación en algún momento de su carrera con comisiones en el extranjero: Concas, en Londres; Bermejo, en Berlín; Ruiz del Árbol, en Washington”. Este Emilio Ruiz del Árbol, uno de los primeros en hacer campaña contra el submarino, fue, en 1898, protagonista de una rocambolesca y sospechosa aventura. Estaba en Cuba y desapareció al estallar el confl icto. Escribió una carta a la reina explicándose, en la que narraba un periplo por Estados Unidos, donde fue detenido, pero no identifi cado como español, para terminar en Francia. No dio señales de vida hasta el fi nal de la guerra. “Algo raro había”, dice Javier Sanmateo
---------- Post added 05-abr-2013 at 20:14 ----------
Esta archirrequeterrepetido pero, no deja de ser cierto, que Carrero Blanco fue liquidado con la intervención de traidores dentro del mismo aparato del Estado.
Por más que se intente minusvalorar, sí que tenía un programa nuclear en marcha.
Lo único que ha quedado de él es, en la calle que llevaba su nombre, la empresa del sector nuclear más importante de España y una de las principales constructoras de reactores:
ENSA