Hombre Blanco Hetero
Madmaxista
Un maestro mata a golpes a un alumno por una falta de ortografía en India
CRIMEN DE CASTA
Los padres del adolescente, un paria de 15 años, han denunciado al homicida, que se ha dado a la fuga
Un estudiante indio de quince años, que fue apaleado por su maestro hace veinte días por cometer una falta de ortografía, ha muerto hoy a consecuencia de sus heridas. El adolescente era un paria, la categoría más baja en el escalafón de pureza ritual hindú, por lo que su familia se ha apresurado a denunciarlo como un crimen de casta. El profesor, Ashwini Singh, que se encuentra huido, según la policía, pertenece a una casta superior.
La noticia de la fin de Nikhit Dohre ha llevado a miembros de su casta a provocar disturbios en su distrito de Auriya, en el centro de Uttar Pradesh y a más de doscientos kilómetros de su capital, Lucknow. Durante las protestas, militantes del Ejército de Bhim, contra la opresión de casta, han quemado dos coches de policía y apedreado a los agentes.
Según la familia y testigos, el maestro, de la escuela privada Adarsh, desató su violencia contra el alumno con la excusa del examen de Ciencias Sociales. En este, Dohre habría tachado tres opciones del test, en lugar de una, además de confundirse de vocal en una palabra en hindi. El energúmeno habría agarrado al estudiante por el pelo, antes de patearlo y someterlo a bastonazos, hasta que perdió el conocimiento.
Según el tío de Dohre, el maestro agresor no solo no mostró ningún arrepentimiento cuando le llamaron para informarle de la hospitalización del adolescente, sino que replicó con una sarta de nuevas amenazas y ofensas a su casta. Accedió, eso sí, a pagar -en dos tandas- una parte de los gastos hospitalarios: 40.000 rupias, equivalentes a 500 euros.
El paciente fue llevado de un hospital a otro, por motivos no aclarados y, cuando el dinero se terminó, la familia se lo llevó aún convaleciente a casa y puso una denuncia contra el maestro. Cuando la policía, el sábado pasado, vio el mal estado en que se encontraba, insistió en trasladarlo nuevamente a un hospital -en ambulancia- done ha fallecido este lunes.
Examen de Sociales
Escribir "samajak" en lugar de "samajik" (social) le costó la vida a Nikhit, de 15 años
Hace más de una década, Uttar Pradesh tuvo por primera vez una jefa de gobierno paria, Mayawati, cuyo partido, el BSP, solo ha sido capaz de dar un salto testimonial a la política nacional. Durante su mandato, cientos de millones de euros se dilapidaron en levantar templos en honor de sí misma, de su mentor y de los elefantes, símbolos de su partido. Sin embargo, logró también una notable reducción de las denominadas "atrocidades de casta" al ordenar que, automáticamente, su investigación recayera en el policía de mayor rango de la jurisdicción donde se hubieran producido.
Mucho ha llovido desde entonces y el actual jefe de gobierno del estado más populoso de India, con 220 millones de habitantes, es un monje hindú vestido de azafrán, que se hace llamar Yogui Adytyanath, miembro del BJP del primer ministro Narendra Modi. Un partido supremacista hindú que, a la vez que condena la intocabilidad, considera no menos intocable el sistema de castas y aborrece las políticas de discriminación positiva. Este podría ser uno de los motivos últimos por los que el censo nacional, que se realiza en India cada década, desde hace 170 años, y que volvía a tocar en 2021, no tiene visos de realizarse ni siquiera en 2023, ahora ya sin la excusa de la el bichito.
Aunque el BJP aprovecha a Narendra Modi, de casta "baja", para arrancar votos de todos los estratos sociales, su consejo de ministros está prácticamente copado por las castas "altas", mientras que fiel a la religión del amores y cristianos -que suman casi el 20% de la población- han sido excluidos. Como compensación simbólica, el anterior presidente de India -cargo ceremonial- fue un paria, Ram Nath Kovind, y la actual presidenta es una aborigen, Draupadi Murmu, aunque no animista o cristiana -como en la mayoría de casos- sino simpatizante de la secta hindú Brahma Kumari
CRIMEN DE CASTA
Los padres del adolescente, un paria de 15 años, han denunciado al homicida, que se ha dado a la fuga
Un estudiante indio de quince años, que fue apaleado por su maestro hace veinte días por cometer una falta de ortografía, ha muerto hoy a consecuencia de sus heridas. El adolescente era un paria, la categoría más baja en el escalafón de pureza ritual hindú, por lo que su familia se ha apresurado a denunciarlo como un crimen de casta. El profesor, Ashwini Singh, que se encuentra huido, según la policía, pertenece a una casta superior.
La noticia de la fin de Nikhit Dohre ha llevado a miembros de su casta a provocar disturbios en su distrito de Auriya, en el centro de Uttar Pradesh y a más de doscientos kilómetros de su capital, Lucknow. Durante las protestas, militantes del Ejército de Bhim, contra la opresión de casta, han quemado dos coches de policía y apedreado a los agentes.
Según la familia y testigos, el maestro, de la escuela privada Adarsh, desató su violencia contra el alumno con la excusa del examen de Ciencias Sociales. En este, Dohre habría tachado tres opciones del test, en lugar de una, además de confundirse de vocal en una palabra en hindi. El energúmeno habría agarrado al estudiante por el pelo, antes de patearlo y someterlo a bastonazos, hasta que perdió el conocimiento.
Según el tío de Dohre, el maestro agresor no solo no mostró ningún arrepentimiento cuando le llamaron para informarle de la hospitalización del adolescente, sino que replicó con una sarta de nuevas amenazas y ofensas a su casta. Accedió, eso sí, a pagar -en dos tandas- una parte de los gastos hospitalarios: 40.000 rupias, equivalentes a 500 euros.
El paciente fue llevado de un hospital a otro, por motivos no aclarados y, cuando el dinero se terminó, la familia se lo llevó aún convaleciente a casa y puso una denuncia contra el maestro. Cuando la policía, el sábado pasado, vio el mal estado en que se encontraba, insistió en trasladarlo nuevamente a un hospital -en ambulancia- done ha fallecido este lunes.
Examen de Sociales
Escribir "samajak" en lugar de "samajik" (social) le costó la vida a Nikhit, de 15 años
Hace más de una década, Uttar Pradesh tuvo por primera vez una jefa de gobierno paria, Mayawati, cuyo partido, el BSP, solo ha sido capaz de dar un salto testimonial a la política nacional. Durante su mandato, cientos de millones de euros se dilapidaron en levantar templos en honor de sí misma, de su mentor y de los elefantes, símbolos de su partido. Sin embargo, logró también una notable reducción de las denominadas "atrocidades de casta" al ordenar que, automáticamente, su investigación recayera en el policía de mayor rango de la jurisdicción donde se hubieran producido.
Mucho ha llovido desde entonces y el actual jefe de gobierno del estado más populoso de India, con 220 millones de habitantes, es un monje hindú vestido de azafrán, que se hace llamar Yogui Adytyanath, miembro del BJP del primer ministro Narendra Modi. Un partido supremacista hindú que, a la vez que condena la intocabilidad, considera no menos intocable el sistema de castas y aborrece las políticas de discriminación positiva. Este podría ser uno de los motivos últimos por los que el censo nacional, que se realiza en India cada década, desde hace 170 años, y que volvía a tocar en 2021, no tiene visos de realizarse ni siquiera en 2023, ahora ya sin la excusa de la el bichito.
Aunque el BJP aprovecha a Narendra Modi, de casta "baja", para arrancar votos de todos los estratos sociales, su consejo de ministros está prácticamente copado por las castas "altas", mientras que fiel a la religión del amores y cristianos -que suman casi el 20% de la población- han sido excluidos. Como compensación simbólica, el anterior presidente de India -cargo ceremonial- fue un paria, Ram Nath Kovind, y la actual presidenta es una aborigen, Draupadi Murmu, aunque no animista o cristiana -como en la mayoría de casos- sino simpatizante de la secta hindú Brahma Kumari
Un maestro mata a golpes a un alumno por una falta de ortografía en India
Los padres del adolescente, un paria de 15 años, han denunciado al homicida, que se ha dado a la fuga
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