Os daré mi opinión basada en décadas de estudio de la alimentación, visitas a nutriologos, y lectura de decenas de libros de nutrición y similares.
La fruta tiene fructosa, sí, se debe comer con moderación, sí. Sobre todo algunas. Es decir, se debe discriminar unas frutas de otras.
Pero hay algo muy importante, casi intangible que tienen las frutas. Cada una tiene diferentes micronutrientes que ayudan a mejorar la salud, combatir enfermedades e intoxicaciones varias, mejorar el sistema inmune etc. Quizá no todos descubiertos, inclusive. Pero hay que fiarse de la naturaleza cuando nos va dejando lo que necesitamos en las cosas que nos ofrece ella directamente, sin intermediarios.
Entonces, ¿debes comer naranjas? Sí, aunque mejor limomes, pero comer, no beber, yo no tomaría zumos. Es mejor mancharse las manos que jorobarse la salud. Aunque el limón se presta más a mezclarlo con comida o echárselo al agua. Yo lo uso natural hasta para las copas. Me he llegado a ir de copas con limones en el bolsillo.
Hay frutas que tienen muy poco azúcar y son las mejores, los frutos gente de izquierdas en general: jovenlandesas, frambuesas, arándanos, arándanos gente de izquierdas, grosellas, fresas inclusive. La granada y el arándano rojo, ese redondo, duro, amargo, son Muy recomendables para combatir muchas enfermedades, incluido el cancer.
Las uvas mejor con semilla, mejor no muy dulces, agridulces.
Piña, guanábana, grandes frutas. Las cerezas, aunque dulces, son muy buenas para muchas cosas. Es cuestión de diversificar, pero tirarse más a las menos dulces.
La fruta es el postre natural del hombre, es la opción si se quiere algo dulce, debería sustituir todos los dulces industriales modernos, quieres algo dulce: una fruta. ¿Un tentenpié? Una fruta…
Por cierto que la fructosa no la procesa el páncreas como hace con el azúcar, la procesa el hígado, eso es una buena noticia para los diabéticos, pero no se debe abusar, el hígado hay que protegerlo, y si se abusa mucho de él, como con el exceso de alcohol, se acaba resintiendo, mucha gente sufre hoy de hígado graso, que puede desembocar en cirrosis.