Raulisimo
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1) A finales de 2015 se halló en la zona peruana de Nazca el cadáver de un ser de 1,70 m de altura, torso estrecho y aspecto muy extraño así como 20 pequeños cadáveres que parecían momificados con una morfología aún más sorprendente, de tipo reptiliano. Eran de muy baja estatura (unos 60 cm), cráneos anormalmente grandes y alargados, grandes cuencas oculares, fosas nasales y bocas pequeñas (se cree que deglutían en lugar de masticar), posible cuello retráctil, entre 14 y 16 costillas y, finalmente, manos y pies tridáctilos (solo tres largos dedos) de cinco falanges y huellas digitales rectas horizontales en lugar de onduladas y circulares como las humanas. Quienes los descubrieron infirieron que no podían ser humanos y así lo comunicaron, hecho ante lo cual las principales autoridades antropológicas, arqueológicas, médicas, educativas, políticas y medios de comunicación desmintieron inmediatamente la tesis y la ridiculizaron… ¡sin haber estudiado siquiera las “momias”! Es más, algunos de los expertos que se pronunciaron llegaron a decir que probablemente se trataba de momias precolombinas modificadas con fines comerciales y otros que eran “creaciones fabricadas con huesos de animales y humanos unidos con pegamento sintético y que estos, a su vez, habían sido cubiertos por una mezcla de fibras vegetales y adhesivos sintéticos para simular un tipo de piel”.
En 2017 el Instituto Peruano de Estudios Históricos & Investigaciones Arqueológicas Inkarri de Cuzco haría los primeros análisis trasladándoselos al Ministerio de Cultura de Perú para que éste fuera consciente de la importancia del hallazgo pero su respuesta fue acosarles de múltiples maneras como denuncio el periodista peruano Jois Mantilla.
2) La polémica duró varios años hasta que en 2019 los restos fueron depositados en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica que, desde entonces, lo tiene en su poder. A partir de ese momento hubo varios intentos de confiscarlos -llevando incluso policías- pero la universidad lo impidió hasta que en enero de 2022 el Ministerio de Cultura publicó una Resolución Directoral (N° 00001-2022) reconociendo su valor cultural y comprometiéndose a protegerlas durante al menos 2 años.
3) A partir de 2019 los cuerpos fueron objeto de estudio por científicos de muy diversas disciplinas y distintos países siendo sometidos a numerosos análisis forenses con peritaje criministalístico, físico, histológico, fisiológico, biológico, genético e incluso bioinformático y de implantes metálicos usándose para ello analíticas, rayos X, TAC, secuenciación de ADN, espectrometría de masas y datación de la edad por carbono 14. Y los principales resultados son estos:
El ADN de los seres de los que hablamos no es terrestre. Difiere en al menos un 30% y no ya del nuestro -que también- sino del millón de especies que se calcula hay en nuestro planeta. Los estudios están publicados y en la reunión se dieron estas referencias para poder verlos:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA869134https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA865375https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA861322Debo decir que en el momento de escribir este texto los enlaces no llevan a ninguna parte; ignoro si han sido eliminados por los censores de la verdad o el servidor se les ha “caído”.
Todos los seres tenían las mismas células en su cuerpo (cabeza, torso, brazos, piernas, pies, órganos…). La tesis de que eran “construcciones” artificiales queda así ridiculizada.
La edad promedio de los cuerpos es de unos 1.000 años (entre 700 y 1.800 por lo que quizás no vivieron todos a la vez) según determinó el forense Jose De Jesús Zalce Benítez.
Uno de los seres tenía en su vientre tres bemoles en los que pudo verse un feto gracias a los múltiples cortes del TAC. Quedó claro gracias a la espectrometría y la microscopía electrónica que son orgánicos y no piedras o bolas de metal introducidas en ellos como alegaban los detractores de la verdad,
Son vivíparos. Nacen de bemoles que gesta la progenitora. Tres de ellos aun tenían bemoles en su interior.
Algunos llevaban implantes metálicos de unos 2 mm de grosor con un 85% de cobre y otros metales como el cadmio y -lo más llamativo- osmio (el elemento más escaso de la Tierra ya que se halla en una concentración de 0.0015 ppm). No hay para ello ninguna explicación aunque no está de más saber que éste último es un material usado hoy sobre todo en telecomunicaciones y naves espaciales.
Los cadáveres se conservan tan bien que aún mantienen sus órganos internos aunque aún no se han analizado. Su preservación se achaca a que fueron cubiertos de un polvo blanco compuesto por diatomeas -es decir, algas fosilizadas- y una sustancia química que no existe en la naturaleza y alguien tuvo pues que fabricar: cloruro de cadmio (CdCl2). Ello hizo que los cuerpos se desecaran y no pudieran degradarlos bacterias, hongos o parásitos al ser el cloruro de cadmio enormemente tóxico.
NOTA:
Quienes quieran escuchar la sesión completa celebrada en el salón del congreso de los diputados mexicano que dura casi 4 horas puede hacerlo pinchando en La parte principal dedicada a los seres de los que hablamos empieza a las 3 horas y dos minutos por lo que pueden ir directamente hasta ese punto.
Jose Antonio Campoy
En 2017 el Instituto Peruano de Estudios Históricos & Investigaciones Arqueológicas Inkarri de Cuzco haría los primeros análisis trasladándoselos al Ministerio de Cultura de Perú para que éste fuera consciente de la importancia del hallazgo pero su respuesta fue acosarles de múltiples maneras como denuncio el periodista peruano Jois Mantilla.
2) La polémica duró varios años hasta que en 2019 los restos fueron depositados en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica que, desde entonces, lo tiene en su poder. A partir de ese momento hubo varios intentos de confiscarlos -llevando incluso policías- pero la universidad lo impidió hasta que en enero de 2022 el Ministerio de Cultura publicó una Resolución Directoral (N° 00001-2022) reconociendo su valor cultural y comprometiéndose a protegerlas durante al menos 2 años.
3) A partir de 2019 los cuerpos fueron objeto de estudio por científicos de muy diversas disciplinas y distintos países siendo sometidos a numerosos análisis forenses con peritaje criministalístico, físico, histológico, fisiológico, biológico, genético e incluso bioinformático y de implantes metálicos usándose para ello analíticas, rayos X, TAC, secuenciación de ADN, espectrometría de masas y datación de la edad por carbono 14. Y los principales resultados son estos:
El ADN de los seres de los que hablamos no es terrestre. Difiere en al menos un 30% y no ya del nuestro -que también- sino del millón de especies que se calcula hay en nuestro planeta. Los estudios están publicados y en la reunión se dieron estas referencias para poder verlos:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA869134https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA865375https://www.ncbi.nlm.nih.gov.sra.PRJNA861322Debo decir que en el momento de escribir este texto los enlaces no llevan a ninguna parte; ignoro si han sido eliminados por los censores de la verdad o el servidor se les ha “caído”.
Todos los seres tenían las mismas células en su cuerpo (cabeza, torso, brazos, piernas, pies, órganos…). La tesis de que eran “construcciones” artificiales queda así ridiculizada.
La edad promedio de los cuerpos es de unos 1.000 años (entre 700 y 1.800 por lo que quizás no vivieron todos a la vez) según determinó el forense Jose De Jesús Zalce Benítez.
Uno de los seres tenía en su vientre tres bemoles en los que pudo verse un feto gracias a los múltiples cortes del TAC. Quedó claro gracias a la espectrometría y la microscopía electrónica que son orgánicos y no piedras o bolas de metal introducidas en ellos como alegaban los detractores de la verdad,
Son vivíparos. Nacen de bemoles que gesta la progenitora. Tres de ellos aun tenían bemoles en su interior.
Algunos llevaban implantes metálicos de unos 2 mm de grosor con un 85% de cobre y otros metales como el cadmio y -lo más llamativo- osmio (el elemento más escaso de la Tierra ya que se halla en una concentración de 0.0015 ppm). No hay para ello ninguna explicación aunque no está de más saber que éste último es un material usado hoy sobre todo en telecomunicaciones y naves espaciales.
Los cadáveres se conservan tan bien que aún mantienen sus órganos internos aunque aún no se han analizado. Su preservación se achaca a que fueron cubiertos de un polvo blanco compuesto por diatomeas -es decir, algas fosilizadas- y una sustancia química que no existe en la naturaleza y alguien tuvo pues que fabricar: cloruro de cadmio (CdCl2). Ello hizo que los cuerpos se desecaran y no pudieran degradarlos bacterias, hongos o parásitos al ser el cloruro de cadmio enormemente tóxico.
NOTA:
Quienes quieran escuchar la sesión completa celebrada en el salón del congreso de los diputados mexicano que dura casi 4 horas puede hacerlo pinchando en La parte principal dedicada a los seres de los que hablamos empieza a las 3 horas y dos minutos por lo que pueden ir directamente hasta ese punto.
Jose Antonio Campoy
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