¿Por qué razón fuman los jóvenes de hoy?

Nefersen

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Yo empecé a fumar con 17 años dada la inmensa presión social que había en mi entorno. En todas las películas los héroes fumaban. En todos los bares y en toda mi familia, los hombres fumaban y, no fumar, era casi un síntoma de ser "rarito". Era como un rito de paso obligado para que el adolescente pudiera considerarse adulto.

Se podía fumar en la parte de arriba de los cines, en aulas, en hospitales, en aviones, trenes y autobuses. No digamos ya en bares, discotecas y restaurantes. El tabaco era ubicuo en el contexto social; era un gesto elegante y una forma genial de romper el hielo para aproximarte a cualquiera: "Perdona... ¿tienes fuego?".

Lo que describo es un mundo que ha desaparecido en Occidente en los últimos 20 años. Ahora mismo no hay ni un solo actor o presentador que fume en una obra audiovisual. Ningún artista de rock que fume en el escenario. No se puede fumar en prácticamente ninguna parte, pronto incluyendo terrazas o playas. Ser fumador implica que tengas que ausentarte de la reuniones en las sobremesas, que tengas que salir a la calle en plena nevada o tormenta; que pases crisis de ansiedad en los viajes largos en avión. Ya ni siquiera hay cabinas para fumar en muchos aeropuertos internacionales. Recuerdo que en Philadelphia -en un viaje en escala a Toronto-, tuve que pasar el control de pasaportes y entrar en EEUU tan sólo para poder salir a la calle a fumar un cigarrillo. (Esto, cuando aún fumaba 60 cigarrillos diarios, porque luego me sometí a una operación cardiáca donde me obligaron a dejarlo o no me operaban, y pude abandonar ese vicio inútil y poco agradable. Hoy vivo más feliz, apreciando el sabor de las comidas, habiendo recuperado el olfato, y sin agobios por entrar en locales donde esté prohibido fumar, o por tener que tomar un avión de muchas horas).

El caso es que hoy estaba en una terraza con una amiga y en la mesa de al lado había una familia de clase media- padre, progenitora, niño pequeño de 8 años y lo que parecía su hermano mayor, un chavál de unos 17 años-. Nadie en la familia fumaba, pero el chavál no paraba de empatar un cigarrillo tras otro, un fumador en cadena, como era yo. Me produjo tal horror ver eso que a punto estuve de aproximarme al grupo y ofrecerles una charla militante sobre los peligros del tabaquismo, pero me contuve.

La cuestión es que me dejó pensando: ¿Qué motivo hace que un adolescente actual tome ese vicio, cuando es más costoso que nunca, antisocial, te aisla del entorno, te convierte en un apestado, no puedes hacerlo en casi ningún sitio, y está más que claro la relación del tabaco con el cáncer de pulmón?

Porque, en mi juventud, los médicos fumaban y hasta recomendaban el tabaco en los anuncios, y era un hábito aceptado socialmente que te integraba en el grupo. Hoy te aleja del grupo, te aparte de él, te hace quedar (y oler) mal.

Entiendo que un adolescente tome coca, heroína, marihuana... en fin, cualquier cosa que esté "prohibida"por la ley, como una manifestación de rebeldía juvenil... pero... ¿tabaco?¿Una droja que es legal, que puedes comprar en cualquier sitio? ¿Cuál es el encanto de un vicio tan poco agradable y caro?
 
Quizás ansían, en su fragilidad, capturar la libertad en su fugacidad.
En el gesto rebelde, una ilusión, el humo, un escape, una distracción.
Sin saber que tras el velo de esa fragancia, se esconde un riesgo, una amenaza.
 
En el foro en el que todos son machitos emprendedores con gran voluntad resulta que fuman por presión social, aman por miedo a que los llamen gaies y trabajan para que no los califiquen de parásitos...
El español de derechas, acomplejado y más ovejuno que el de izquierdas.
 
En el foro en el que todos son machitos emprendedores con gran voluntad resulta que fuman por presión social, aman por miedo a que los llamen gaies y trabajan para que no los califiquen de parásitos...
El español de derechas, acomplejado y más ovejuno que el de izquierdas.

Es que el que no trabaja ni estudia es un parásito, del sesso cada uno lo hace con quien quiere dentro de lo que puede y fumar pues cada uno sabrá de su dinero y salud.
 
Porque hay gente pa to, como decía el torero.

Pero cada vez es más residual. No hay máquinas, cada vez menos estancos. No está de moda.
 
Creo que no ha cambiado tanto la cosa como te piensas, se empieza a fumar de joven por esa necesidad de experimentación y sensación de riesgo, luego te conviertes en adicto, y el tabaco no es una broma, es muy muy adictivo yo diría que bastante más que muchas drojas.

Ahora el vapeo le ha ganado la batalla, sabe y huele mejor y veo a muchísima gente con los desechables y eso que son caros, ojo que enganchan igual o más, yo tengo un amigo que le dio por eso y los compraba con nicotina siendo ex-fumador porque decía que era muy poca (0.2) porque decía que tenía más sabor con nicotina (y era cierto) , resultó que cada cacharro tenía el equivalente a casi 2 cajetillas, al cabo de un mes tenía un mono que se subía por las paredes.

La imagen esa de fumador = macho alfa sigue proyectándose en muchas películas y series pero es que ahora mismo la masculinidad está en el punto de mira, la mayoría de lo que te muestran ahora son hombres empáticos, femeninos, débiles, poco masculinos en definitiva, pero hay algunas excepciones.

Tommy Shelby de Peaky Blinders, un tío con muchísima presencia y huevones en la serie se enciende un pitillo con la chusta aun ardiendo del anterior, es rarísimo ver una escena que no salga fumando, creo que de hecho alguno se ha entretenido contando cuantos cigarros se fuma a lo largo de la serie y eran cientos de miles.
 
Yo empecé a fumar con 17 años dada la inmensa presión social que había en mi entorno. En todas las películas los héroes fumaban. En todos los bares y en toda mi familia, los hombres fumaban y, no fumar, era casi un síntoma de ser "rarito". Era como un rito de paso obligado para que el adolescente pudiera considerarse adulto.

Se podía fumar en la parte de arriba de los cines, en aulas, en hospitales, en aviones, trenes y autobuses. No digamos ya en bares, discotecas y restaurantes. El tabaco era ubicuo en el contexto social; era un gesto elegante y una forma genial de romper el hielo para aproximarte a cualquiera: "Perdona... ¿tienes fuego?".

Lo que describo es un mundo que ha desaparecido en Occidente en los últimos 20 años. Ahora mismo no hay ni un solo actor o presentador que fume en una obra audiovisual. Ningún artista de rock que fume en el escenario. No se puede fumar en prácticamente ninguna parte, pronto incluyendo terrazas o playas. Ser fumador implica que tengas que ausentarte de la reuniones en las sobremesas, que tengas que salir a la calle en plena nevada o tormenta; que pases crisis de ansiedad en los viajes largos en avión. Ya ni siquiera hay cabinas para fumar en muchos aeropuertos internacionales. Recuerdo que en Philadelphia -en un viaje en escala a Toronto-, tuve que pasar el control de pasaportes y entrar en EEUU tan sólo para poder salir a la calle a fumar un cigarrillo. (Esto, cuando aún fumaba 60 cigarrillos diarios, porque luego me sometí a una operación cardiáca donde me obligaron a dejarlo o no me operaban, y pude abandonar ese vicio inútil y poco agradable. Hoy vivo más feliz, apreciando el sabor de las comidas, habiendo recuperado el olfato, y sin agobios por entrar en locales donde esté prohibido fumar, o por tener que tomar un avión de muchas horas).

El caso es que hoy estaba en una terraza con una amiga y en la mesa de al lado había una familia de clase media- padre, progenitora, niño pequeño de 8 años y lo que parecía su hermano mayor, un chavál de unos 17 años-. Nadie en la familia fumaba, pero el chavál no paraba de empatar un cigarrillo tras otro, un fumador en cadena, como era yo. Me produjo tal horror ver eso que a punto estuve de aproximarme al grupo y ofrecerles una charla militante sobre los peligros del tabaquismo, pero me contuve.

La cuestión es que me dejó pensando: ¿Qué motivo hace que un adolescente actual tome ese vicio, cuando es más costoso que nunca, antisocial, te aisla del entorno, te convierte en un apestado, no puedes hacerlo en casi ningún sitio, y está más que claro la relación del tabaco con el cáncer de pulmón?

Porque, en mi juventud, los médicos fumaban y hasta recomendaban el tabaco en los anuncios, y era un hábito aceptado socialmente que te integraba en el grupo. Hoy te aleja del grupo, te aparte de él, te hace quedar (y oler) mal.

Entiendo que un adolescente tome coca, heroína, marihuana... en fin, cualquier cosa que esté "prohibida"por la ley, como una manifestación de rebeldía juvenil... pero... ¿tabaco?¿Una droja que es legal, que puedes comprar en cualquier sitio? ¿Cuál es el encanto de un vicio tan poco agradable y caro?
El análisis que haces está hecho desde un prisma de persona mayor. Yo no soy fumador, pero sí joven:

"El tabaco era ubicuo en el contexto social; era un gesto elegante y una forma genial de romper el hielo para aproximarte a cualquiera: "Perdona... ¿tienes fuego?"."

Eso sigue siendo así, y lo puedes ver a la puerta de cualquier discoteca/bar, entre la gente que fuma. Sigue siendo una buena forma de conectar con desconocidos.

"Ahora mismo no hay ni un solo actor o presentador que fume en una obra audiovisual. Ningún artista de rock que fume en el escenario."

Sí sigue habiendo eso, ya no sólo en series, sino también en lo que ven los jóvenes a día de hoy: youtubers, streamers, reggaetoneros, raperos... El tabaco también se ha sustituido un poco por cachimbas y similares en los últimos años, que es parecido.

"Qué motivo hace que un adolescente actual tome ese vicio, cuando es más costoso que nunca, antisocial, te aisla del entorno, te convierte en un apestado"

¿No se dice generalmente que en la juventud uno es rebelde y va contra todo lo establecido?


Adicionalmente a todo lo que dices, adicciones como el tabaco siempre han sido "buenas" contra la ansiedad, es por lo que lo hacen muchos fumadores. Entre la juventud las condiciones laborales son pésimas y el no poder ver un horizonte esperanzador por mucho que trabajes o estudies no ayuda, por lo que el tabaco tiene ahí su nicho para calmar esos problemas.
 
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