Trollaco del copón
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El NWO no quiere que comamos conejo...
Quiere que comamos nabos
Quiere que comamos nabos
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Grasa, verdura y arroz.yo estoy a base de chistorra de navarra y morcilla de burgos...
y no se comian las visceras de las liebres?, supongo que como habria muchas solo comerian la carne magra...
y no se comian las visceras de las liebres?, supongo que como habria muchas solo comerian la carne magra...
En 1884 fueron rescatados los seis supervivientes de la expedición de Adolphus Greely al Ártico. Los otros 19, que embarcaron dos años antes para explorar el norte de Groenlandia, murieron de inanición. Y no fue por falta de víveres, ya que se alimentaron de las abundantes liebres árticas que cazaron, sino por la casi absoluta ausencia de grasa en los cuerpos de los animales.
La fin por ingestión de carne de conejo (técnicamente, ‘inanición cunicular’) se produce por dos mecanismos. El primero, la malnutrición derivada de comer una carne extremadamente magra, como el conejo, sin el complemento de otros nutrientes. El segundo, el envenenamiento por exceso de proteínas: el hígado solo puede metabolizar 300 gramos de proteínas al día. El resto se convierte en una ponzoña letal que puede hacerte morder el polvo en menos de un mes, no importa lo delicioso que estuviera el conejo al ajillo.
En realidad, la fin por abuso de conejo no es privativa de los roedores, sino extensiva a muchos otros animales salvajes. De hecho, también se conoce como ‘mal de caribú’, en referencia al reno que habita en los lindes del círculo polar ártico. Como bien saben los esquimales, una dieta exclusiva de reno (o combinada con conejo) provoca los siguientes efectos:
“(…) Durante los primeros días se come cada vez más y más, hasta que al cabo de una semana el consumo inicial se ha multiplicado por tres o cuatro. En ese momento se muestran a la vez signos de inanición y de envenenamiento por proteínas. Se hacen muchas comidas, pero al final de cada una se sigue hambriento; se está molesto debido a la hinchazón del estómago, repleto de comida, y se empieza a sentir un vano desasosiego. tras*curridos entre siete y diez días, comienza la diarrea, la cual no se aliviará hasta que no se procure uno grasa. La fin sobrevendrá al cabo de varias semanas”.
Esta prolija descripción se la debemos al antropólogo Marvin Harris (‘Bueno para comer’), siempre tan preocupado por las cosas del comer.
¿Y qué te importa a ti esto, que no eres esquimal, ni expedicionario y ni siquiera te gusta el conejo?, te preguntarás. Puede servirte para escarmentar en carne ajena, por ejemplo, cuando te propongan hacer una dieta hiperproteínica, tipo Atkins. No queremos ser alarmistas, pero a finales de los 70, al menos 60 personas murieron tras seguir la Dieta de La Última Oportunidad (The Last Chance Diet, vaya nombrecito) que propugnaba la ingesta exclusiva de proteínas líquidas extraídas de tendones y pieles de animales.
Actualmente las dietas ricas en proteínas están de moda entre un grupúsculo de seguidores de las dietas paleolíticas, que rechazan los alimentos procesados, los cereales, los lácteos y cualquier otra ‘perversión moderna’ (del Neolítico para acá). No hay peligro, siempre que sepan complementar adecuadamente su régimen, según explica Darío Pescador, divulgador y autor del blog tras*former:
“En los últimos años se ha demostrado que una dieta alta en proteínas no es peligrosa para los riñones de las personas sanas. El riesgo no proviene de ingerir mucha cantidad de un nutriente, sino de descuidar los otros. En el ejemplo de los exploradores que sufren del ‘mal de caribú’, el problema es que comían solo el músculo, y no otras partes del animal. La grasa es la principal fuente de vitaminas y de energía en la dieta de los esquimales”.
En esto del control de peso, considerar las grasas y los hidratos de carbono como los malos de la película y las proteínas como los buenos es un error generalizado. Según Pescador, “no es el exceso de grasa sino el de azúcar lo que más afecta a la salud. La dieta tradicional de los esquimales, que están sanos comiendo proteína y grasa, es una prueba. La población de EEUU, que está enferma consumiendo grandes cantidades de azúcares y alimentos bajos en grasa, es la prueba definitiva”.
Calcula el hígado de una ballena…eso te saca una generación entera para adelante!Eso he pensado yo, los muy estultoes no se comerian las visceras.
El higado especialmente es rico en grasas y contiene incluso vitamina C.
Los esquimales en esas condiciones se jaman el higado crudo y por supuesto no comen solo liebres. Pillaban bichos grasos como la foca y por supuesto pescado.
Con solo la precaucion del higado estarian feten.
Esta prolija descripción se la debemos al antropólogo Marvin Harris
La liebre que ama la nieve
Además del oso polar y el astuta ártico, hay otro animal que ama la nieve: la liebre ártica.espanol.cgtn.com
Como bien habéis dicho,raro que un bicho de esas latitudes no tenga buena capa de grasa…20 % dicen aquí.
Se ve que o bien las liebres o bien los expedicionarios estaban en operación bikini.
O alguien miente. o se cree lo que se imagina
“Si nada, repta, corre o vuela…pa la cazuela”, esa es la religión de Darwin para sobrevivir.tambien hay que considerar que es alubia*co y la liebre esta prohibida por YAveh (en famoso ridiculizado pasaje sobre si hiende la pata o no) .
Se hizo muy conocido por su explicación sobre tabúes alimentarios. Para entender la prohibición de cierto alimento, Harris considera los costes y beneficios que proporciona ese alimento y si hay alternativas más eficientes. El caso de la prohibición del consumo de lechón entre los israelitas y fiel a la religión del amores lo explica sobre la base de que los cerdos necesitan sombra y humedad para regular su temperatura y, aparte de la carne, no proporcionan otros servicios como animal de tracción, ni dan leche, y no se pueden alimentar de hierba como los rumiantes. Con la progresiva deforestación y desertificación de Oriente Medio y el continuo crecimiento de la población se hizo muy caro e ineficiente criar cerdos por su carne, y para evitar la tentación se instituyó su tabú como precepto religioso. Otra explicación muy famosa fue sobre la prohibición de apiolar y alimentarse de ganado vacuno en la India. Las vacas son más valiosas vivas que muertas ya que proporcionan importantes servicios: progenitoras de bueyes (toro que ha sido castrado), que son animales de tiro. Además dan leche y su bosta se usa como combustible, fertilizante y revestimiento del suelo. La tentación de matarlas durante épocas de sequía y hambrunas se evita mejor a través de un tabú religioso fuerte.10 Como bien dice Harris: "Un agricultor que posee una vaca posee una factoría para producir bueyes".11
Harris propuso junto a Willian Divale12 que la presión demográfica y la escasez de recursos son los principales causantes de las guerras en sociedades no estatales. Como ejemplo expuso el caso de los yanomamo, contradiciendo la explicación sociobiológica del etnógrafo Napoleon Chagnon basada en una agresividad innata masculina de los humanos.1113
En La cultura norteamericana contemporánea (1981) se ocupa de la evolución social de Estados Unidos a finales del siglo xx. Relaciona el paso de una sociedad industrial a otra donde predomina el sector servicios con el ingreso de un gran número de mujeres en la fuerza laboral remunerada lo que provocó cambios en los valores sensuales tradicionales: caída de la natalidad, aumento de los divorcios y cambio en los hábitos sensuales. Otros cambios en el sector económico como la oligopolización y burocratización de los sectores públicos y privados estarían relacionados con la mala calidad de productos y servicios y ello provocaría la inflación, depreciación del dólar y disminución de nivel de vida.