La conquista de México es loable.Es cierto que se cometieron excesos y que los españoles llevaron la guerra a unos pueblos que ya de por sí vivían en un eterno conflicto con sus vecinos.Al margen de eso, a principios del S.XVI cruzar el Océano era peligros e incluso mortal,la travesía duraba semanas,siempre existían los riesgos de naufragio por tormentas y las enfermedades como el escorbuto o la disentería.Era frecuente quedarse sin víveres antes de arribar a tierra ya que la travesía duraba semanas.Viajar a América no lo hacia cualquiera en aquella época ya que se necesitaban permisos y siempre era más seguro permanecer en Europa.
Al llegar a las Indias lo que esperaba a los aspirantes a aventureros era internarse cientos o miles de kilómetros tierra adentro, en junglas y pantanos repletos de animales venenosos y nativos hostiles sin saber lo que se iba a encontrar.
Los españoles al principio, hasta que lograron pactar con otros pueblos, lucharon en inferioridad.Cortés y sus 500 hombres derrotaron a miles de guerreros mayas en Centla.Luego sometieron a los tlaxcaltecas antes de poner rumbo a Tenochtitlan.A demás la expedición de Cortés fue al principio una huida hacía delante, no contaba con el beneplácito de la corona e incluso se envió una hueste de 1.500 hombres desde Cuba,al mando de Narvaez, para apresarlo.En una muestra de arrojo y táctica, Cortés consigue sorprender a Narvaez, derrotarlo y unir a sus hombres a su propia hueste.
Luego de esto, los aztecas casi exterminan a los españoles que a la sazón, acampaban en la capital azteca.Los españoles huyen y son perseguidos.Los aztecas los alcanzan en un llano llamado Otumba, allí, miles de guerreros aztecas sedientos de venganza, se enfrentan a un Hernán Cortés,que no las tenía todas consigo, y su maltrecha hueste.Contra todo pronóstico, los españoles triunfan y los guerreros aztecas emprenden la huida.
Lo demás es historia, Cortés se reorganiza y asedia la capital aztecas y la reduce a cenizas.Consigue un gran botín y vuelve a territorio español como un héroe.
Hernán Cortés es un hombre, que más allá de la siempre presente leyenda de color, dio muestras de arrojo y gallardía a lo largo de toda su vida.Incluso en aquella fatídica jornada de Argel, en la que pidió el mando de una pequeña tropa para asaltar la ciudad.La petición fue denegada, pero ahí estaba ese pequeño gran hombre que en su juventud sometió a todo un imperio.