Los hoteles han tenido un buen 2022 porque han hecho lo que han querido con los precios y la demanda respondía supongo que por el hambre atrasada de viajes, de modo que por ahí se ha compensado lo perdido en 2020 y 2021, como además son negocios intensivos en mano de obra y les han aliviado con los ERTE, sus cuentas agregadas de 3 años no van nada mal en realidad. Pero veremos qué pasa en 2023.
Las líneas aéreas lo tienen más fácil, están en tendencia de recuperar los tráficos de 2019, eso sí que lo veo para 2023. Lo que no creo que vaya ya bien es la restauración y los alojamientos rurales.