Entre los efectos de la resaca y un cierto morbo por el fin del mundo, aportaré pequeñas observaciones que apoyan el cambio palpable de los efectos del sol y su mayor"intensidad" por llamarlo de alguna manera.
La casa de mis familia está cerca al mar y desde que tengo edad suficiente para recordar y sobretodo para ser consciente de lo que sucede, he notado que el sol golpea cada vez con más fuerza. Como si un escudo invisible que nos protege de éste se debilitara paulatinamente. Ejemplos de objetos que se decoloran al sol en apenas días cuando antes duraban décadas intactos. ¿Que en la playa el sol golpea más fuerte y además la calidad ha decaído y las cosas ya no son como antes?, ok.
También sucede con nosotros, con nuestra piel. Antes nos tomaba varios días de rigurosas y paulatinamente más alargadas sesiones de sol para broncearnos. Ahora eso es imposible o al menos muy difícil. Basta exponerte un rato al sol y te has quemado de tal forma que te pelas como un leproso en cuestión de dos días. ¿De niños alguien usaba bloqueador solar sin que le obligarán? Pero ahora nadie sale sin echarse uno de FPS50 o más, y eso que ya no somos niños ni nuestra piel es tan sensible como cuando teníamos 3 años.
Me habría gustado saber cómo afectaba el sol a las gentes de dos generaciones atrás porque incluso mis padres y personas de la generación inmediatamente anterior dicen que lo de ahora no es normal, pero ya no me quedan abuelos lo cual en sí mismo es raro porque a decir de padres y tíos mi familia era muy longeva con varios ejemplos que alcanzaron y pasaron los 100 años sin tomar ni una aspirina. Lo más probable es que nuestra generación, a pesar de los supuestos grandes avances médicos y científicos apenas logremos superar los 70-80.
Para darle algo más de dramatismo, si cabe, a este post dejaré aquí una canción que parece expresamente concebida para el tema tratado. La escribió Chris Cornell, vocalista de Soundgarden, en medio de un festín de alcohol, drojas y depresión. Mientras apuraba una copa más mientras tocaba la guitarra tenía el TV encendido y apenas llegó a escuchar a un relator de noticias locales de un pueblucho de Seattle hablar sobre la radiación solar y manchas solares, e inmediatamente escribió está canción: