M. Priede
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La ideología del progretariado viene del dominio total que alcanzó entre los jóvenes -y no tan jóvenes- el subjetivismo de los años 70. Nada era verdad ni mentira, todo dependía del punto de vista; eso sí, había puntos de vista buenos y malos. Los malos son los que no me gustaban, sobre todo cuando aparecía alguien que decía que existen verdades objetivas. Lo vi venir tras la fin de Franco, y mira que sufría con aquello, porque la democracia para la inmensa mayoría significaba que eras libre de pensar como te diera la gana, lo cual, como hemos visto, tampoco era verdad. Se equivocaban por dos razones: una porque no hay nada menos libre que pensar coherentemente, otra porque encima eran hipócritas que no actuaban como decían.
No es extraño que toda esta ideología venga de países protestantes; para ellos el único Dios es el que viene en la Biblia, y, naturalmente, la Biblia la interpreto como Dios me da a entender, porque es Dios quien me ilumina, por eso tampoco nos ha de extrañar que su principal rasgo "identitario" es el repruebo al catolicismo, a que existe una verdad objetiva, discutible, pero objetiva, a la que se puede llegar mediante la razón ("la meretriz del diablo", que decía Lutero). Los católicos, por contra, no necesitan a los protestantes para afirmarse; tuve una educación católica y jamás escuché a nadie echar pestes contra los protestantes.
Este energúmeno actúa así porque su credo religioso le anima a ello. Lo de Israel y Gaza no se entiende sin el Talmud y el Corán por el medio. Ni lo de Pompeo sin la iluminación del protestante, que lo mismo te envenena en la Guayana que te atiza con un misil nuclear. Ese pastor de ahí arriba es como Jim Jones sólo que con un nivel de paranoia algo más bajo.
Michael Hudson: "No creo que la guerra sea nuclear, aunque podría; en Washington hay muchos como Pompeo: piensa que Jesús vendrá si vuelas el mundo"
De Lutero a Mike Pompeo. Lutero: «Incluso si fornico mil veces al día y mil veces malo, eso no puede apartarme de Cristo. La sola fe me salva»
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