El problema no es tener una ideología, el problema es cuando metes tu ideología en el producto como parte de lo que se vende meando fuera de tiesto. Ejemplos:
FCB -> Independentismo catalán.
Disney -> feminista radicalsmo.
...
En cuanto a recuperar a los fans, la credibilidad al igual que la virginidad una vez la pierdes ya no la recuperas.
La aventura feminista radical de Disney era una cuestión de números, si las mujeres trabajan y ganan su dinero "las mujeres son clientes también", les dijo una feminista radical de sobacos peliazules. El problema es que para las mujeres el cine de acción no es ninguna prioridad, como tampoco lo es todo el merchandising asociado.
Es como si a las marcas de lápices de labios o braguitas les diera por hacer diseños exclusivamente a gusto de los hombres, en colores de camuflaje o fibra de carbono... en lugar de gente de izquierdas y violetas. Por mucho que vendiendo lapiz de labios y braguitas a hombres pudiera haber un nicho de mercado que moviese mucho dinero si todos los hombres consumiensen, sería suicida que cabreasen a las mujeres para seducir a algún sarasa mal de la olla.
El problema es que feministas mal de la olla hay un porrón, y la empresas se han dejado timar por el locadelcoñismo fluidmatriarcal con tal de agradar a un target de mujeres que no tenía la menor intención de comprar su producto.