Vlad_Empalador
Será en Octubre
Ser parada con 47 años en A Coruña: «He enviado más de cien currículos y solo he tenido tres entrevistas, a mi edad ya no intereso»
LAURA G. DEL VALLE
VIVIR A CORUÑA
MIGUEL MIRAMONTES
Patricia Rey está desesperada porque en casi tres años solo ha trabajado dos meses. «Me vale cualquier empleo, necesito irme de casa de mis padres para poder crear mi propia vida»
24 may 2023. Actualizado a las 10:02 h.
Comentar · 31
Patricia Rey se ríe de su situación en Twitter. La ironía es de lo poquito que tiene, es suya y nadie se la puede quitar. Sin apenas capacidad económica, con 47 años vive con sus padres en el barrio de la Falperra, en A Coruña, porque no le queda más remedio. Con formación como auxiliar administrativo, como técnico especialista en jardín de infancia y con un máster en márketing digital, lleva casi tres años sin trabajar, a excepción del período navideño, cuando la contrataron como dependienta en una juguetería. Harta, saturada y al borde del abismo, espera que alguien la tenga en cuenta para, literalmente, lo que sea. «He trabajado en peluquerías, como moza de almacén, he sido cajera e incluso fotógrafa deportiva. No se me caen los anillos por hacer ningún tipo de trabajo y, sin embargo, no consigo empleo».
Por ponerle cifras a esta situación, Patricia dice que en los últimos meses ha mandado más de cien currículos y solo ha tenido tres entrevistas. «Sé que en buena medida me rechazan por mi edad, porque tengo más experiencia que mucha de la gente con la que compito, pero también por ser mujer: siempre cae la pregunta de si tengo hijos, por ejemplo». Así, Patricia vive en un círculo vicioso que no sabe cuándo podrá abandonar. «Cuanto más tiempo pasa sin que me contraten, mis aptitudes se devalúan, pero a la vez yo sigo cumpliendo años, que es lo que les echa para atrás a las empresas».
Desesperada, no ha dudado en reflejar su situación en diferentes redes sociales, donde el contenido gira absolutamente en torno a su necesidad de trabajar. Lo hace adaptándose a un lenguaje audiovisual que, por generación, no le pertenece, para así en cierto modo estar en las mismas condiciones que esos mozos jóvenes que se encuentra en las entrevistas. Hay otro aspecto que recuerda más a la vida de una adolescente que a la de alguien que roza los 50. «¿Crees que me gusta vivir con mis padres? Todos queremos tener independencia, y más llegados a cierta edad. Pero es la única manera que tengo de reducir mis gastos al máximo».
Dora, empleada de hogar colombiana en A Coruña: «Tengo 38 años y soy abuela, pero no sé cuándo volveré a ver a mi nieta»
LAURA G. DEL VALLE
Con lo que tiene ahorrado va tirando, pues ya no recibe contraprestación del Estado, pero de no conseguir trabajo en septiembre, hará las maletas y empezará, como pueda, la vida en otro sitio. «A mí me gustaría hacer aquí mi vida, pero voy a darme ese margen y si no, con lo que tengo ahorrado me iré a un lugar más turístico, a algún sitio de Andalucía por ejemplo, que supongo que hay más flujo de trabajo». Patricia no espera encontrar el empleo de su vida, porque ahora mismo cualquiera lo sería, indica.
VIVIR A CORUÑA
MIGUEL MIRAMONTES
Patricia Rey está desesperada porque en casi tres años solo ha trabajado dos meses. «Me vale cualquier empleo, necesito irme de casa de mis padres para poder crear mi propia vida»
24 may 2023. Actualizado a las 10:02 h.
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Patricia Rey se ríe de su situación en Twitter. La ironía es de lo poquito que tiene, es suya y nadie se la puede quitar. Sin apenas capacidad económica, con 47 años vive con sus padres en el barrio de la Falperra, en A Coruña, porque no le queda más remedio. Con formación como auxiliar administrativo, como técnico especialista en jardín de infancia y con un máster en márketing digital, lleva casi tres años sin trabajar, a excepción del período navideño, cuando la contrataron como dependienta en una juguetería. Harta, saturada y al borde del abismo, espera que alguien la tenga en cuenta para, literalmente, lo que sea. «He trabajado en peluquerías, como moza de almacén, he sido cajera e incluso fotógrafa deportiva. No se me caen los anillos por hacer ningún tipo de trabajo y, sin embargo, no consigo empleo».
Por ponerle cifras a esta situación, Patricia dice que en los últimos meses ha mandado más de cien currículos y solo ha tenido tres entrevistas. «Sé que en buena medida me rechazan por mi edad, porque tengo más experiencia que mucha de la gente con la que compito, pero también por ser mujer: siempre cae la pregunta de si tengo hijos, por ejemplo». Así, Patricia vive en un círculo vicioso que no sabe cuándo podrá abandonar. «Cuanto más tiempo pasa sin que me contraten, mis aptitudes se devalúan, pero a la vez yo sigo cumpliendo años, que es lo que les echa para atrás a las empresas».
Desesperada, no ha dudado en reflejar su situación en diferentes redes sociales, donde el contenido gira absolutamente en torno a su necesidad de trabajar. Lo hace adaptándose a un lenguaje audiovisual que, por generación, no le pertenece, para así en cierto modo estar en las mismas condiciones que esos mozos jóvenes que se encuentra en las entrevistas. Hay otro aspecto que recuerda más a la vida de una adolescente que a la de alguien que roza los 50. «¿Crees que me gusta vivir con mis padres? Todos queremos tener independencia, y más llegados a cierta edad. Pero es la única manera que tengo de reducir mis gastos al máximo».
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LAURA G. DEL VALLE
Con lo que tiene ahorrado va tirando, pues ya no recibe contraprestación del Estado, pero de no conseguir trabajo en septiembre, hará las maletas y empezará, como pueda, la vida en otro sitio. «A mí me gustaría hacer aquí mi vida, pero voy a darme ese margen y si no, con lo que tengo ahorrado me iré a un lugar más turístico, a algún sitio de Andalucía por ejemplo, que supongo que hay más flujo de trabajo». Patricia no espera encontrar el empleo de su vida, porque ahora mismo cualquiera lo sería, indica.