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Pues nada hijo a remover la cosa de los dos bandos
Con esto no quiero que penseis que quiero sacar nada a la luz, ni pensar que hubo buenos y malos en la guerra civil. Solo decir a este personajillo que hay que olvidar las guerras pasadas y mirar al futuro con optimismo, porque fue con gente como él como se llego a esto.
En fin una pena que esta calaña siga creyendose superior a los demas, e intente contar las verdades a medias, cuando la verdad es que muertos hubo en los dos bandos.
Así que va a haber que empezar a sacar una historia por cada historia que cuenta el, por la cuestión del ying y el yang, y por favor no me llameis nancy ni nada por el estilo porque esto lo ha empezado Tyrell
http://comunidad.libreopinion.com/modules/wordpress/2007/10/27/
El Vaticano beatificará a 498 Mártires católicos de la Guerra Civil Española
Enviado por Redaccion el 27 Oct 2007 | Categorí*a: Actualidad, Filosofí*a y Religión, Derechos Humanos
La Iglesia Católica tendrá el domingo 498 nuevos beatos, que serán beatificados en una gran ceremonia en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Se trata de los Mártires de la Guerra Civil española, en la que los religiosos de la época fueron perseguidos y asesinados por los comunistas defensores de la represiva “IIa. República”. Será la beatificación más numerosa en la historia de la Iglesia Católica.
La Conferencia Episcopal y el Gobierno español han evitado la polémica en torno a esta ceremonia sobre la que la Iglesia española ha reiterado que estaba prevista mucho antes de que se conociera el debate sobre el proyecto de ley de la Memoria Histórica, conocido como un ajuste de cuentas con el pasado de España.
Uno de los nuevos beatos será el obispo Cruz Laplana y Laguna, muerto al recibir un tiro por parte de milicianos izquierdistas.
Al religioso le propusieron vestirse de policía para escapar de sus captores. Pero él se negó porque no estaba dispuesto a deshacerse de sus vestimentas. Dos semanas después, Laplana y Laguna bendijo a sus ejecutores cuando se aprestaban a dispararle.
“Que Dios los bendiga. Yo los perdono y los bendigo”, expresó, según un libro de la Conferencia de Obispos Españoles.
De los mártires que el domingo serán beatificados, dos son
obispos (Cuenca y Ciudad Real), 24 sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada (religiosos), un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos.
El siguiente paso, luego de la beatificación masiva, será la canonización de los mártires, de la que aún el Vaticano no ha dado información.
Historias de algunos de los Mártires
FORTUNATO ARIAS SÁNCHEZ - Sacerdote nacido en Almaciles (Granada) en una familia de agricultores murió fusilado a los 45 años, el 12 de septiembre de 1936, de tres disparos en la sien. Antes de morir, según algunos testimonios, entregó su reloj de recuerdo a su verdugo y le dijo: “Sólo te pido que me dejes morir besando esta cruz”.
En el momento de su fin era párroco en Hellín. Cuando comenzó la persecución religiosa, el alcalde le ofreció un salvoconducto para trasladarse a donde quisiera, pero él se negó a abandonar a sus feligreses. Antes de su fin pasó más de un mes encarcelado.
JUAN DUARTE - Seminarista de Yunquera (Málaga) pasó horas atado a un olivo junto a otros dos compañeros. Los milicianos les dijeron que sólo si blasfemaban serían liberados, pero ante su negativa asesinaron a hachazos y bayonetazos a los otros dos y llevaron a Duarte a una guandoca, donde fue torturado con corrientes eléctricas, agujas y palizas.
Este, ante los intentos de que dijera “¡Viva el comunismo!”, gritaba “¡Viva Cristo Rey!”. El 15 de noviembre de 1936, tras dispararle en el estómago, un subversivo le abrió en canal, le llenó el vientre de gasolina y le prendió fuego.
FÉLIX ECHEVARRÍA - Franciscano nacido en Ceánuri (Vizcaya) fue misionero en jovenlandia, pero tuvo que regresar a España antes de la Guerra Civil debido a unas fiebres malignas. Hasta su fin a los 43 años de edad fue superior del convento de la orden en Fuenteovejuna (Córdoba).
A cada blasfemia de sus asesinos, Echevarría contesta con un “¡Viva Cristo Rey!”. Con una navaja le cortaron las orejas, los ojos y la lengua, antes de rematarlo a golpes y disparos. Su hermano Luis, también franciscano y ex misionero, fue martirizado igualmente en el convento de Fuenteovejuna junto con otros cinco religiosos más.
VIRGILIO Y FRANCISCO EDREIRA - Los dos hermanos nacidos en La Coruña eran seminaristas salesianos. Virgilio, vestido de paisano, consiguió ocultar a sus compañeros cuando milicianos asaltaron el 20 de julio de 1936 el noviciado de la orden en Carabanchel Alto (Madrid). Posteriormente trabajó de manera oculta en un hospital de la capital española, desde el que trató de ayudar a otros religiosos dispersos o encarcelados.
El 29 de septiembre de 1936 fue reconocido como religioso y fusilado junto a su hermano. Virgilio tenía entonces 26 años y Francisco sólo 21.
BUENAVENTURA GARCÍA PAREDES - Dominico nacido en Luarca (Asturias), hijo de un pastor. Tras su ordenación realizó una amplia carrera: fue profesor de Derecho Administrativo en Manila y llegó a convertirse en Gran Maestro de su orden, cargo al que renunció en 1929 por su deteriorada salud.
Al comienzo de la Guerra Civil española se refugió en Madrid en la casa de un seglar, Pedro Errazquin, quien también fue asesinado después de que le encontraran un cáliz del fraile. Fray Buenaventura fue detenido el 11 de agosto de 1936, torturado y fusilado un día después, cuando tenía 70 años.
ANDRES GÓMEZ SÁEZ - Salesiano de Bicorp (Valencia), ejerció el sacerdocio en Baracaldo, La Coruña y Santander, donde pasó los primeros meses de la Guerra Civil. Trató de practicar su ministerio, aunque la comunidad salesiana en su ciudad había sido disuelta en medio de las persecuciones.
El 1 de enero de 1937, a los 42 años, fue delatado como sacerdote, detenido por dos milicianos y arrojado por un acantilado, un tipo de fin practicado frecuentemente en Santander. Algunas víctimas eran torturadas antes del despeñamiento, mientras que a otras las precipitaban vivas, con las manos atadas.
LUISA PEREZ ADRIA - Religiosa adoratriz. Nació en Castellón y dedicó su vida a cuidar y rencausar a cortesanas. Aquejada de constantes enfermedades, al comienzo de la Guerra Civil se refugió junto con otras monjas en un piso de Madrid, en el que un día fue detenida junto con otras 22 religiosas que también fueron asesinadas.
Las mujeres, en su mayoría jóvenes, fueron fusiladas una a una, según un testigo, con una sonrisa en la boca y bendiciendo a Dios. Luisa Pérez tenía 39 años en el momento de su fin, en la madrugada del 10 de noviembre de 1936.
RICARDO PLA ESPÍ - Sacerdote nacido en Agullent (Valencia) se doctoró en Filosofía en Roma y, al regresar a España, trabajó como secretario personal del cardenal Enrique Reig Casanova, primero en Valencia y luego en Toledo. A la fin del purpurado, Pla permaneció en la ciudad con sus padres y su hermana.
Al poco de comenzar la guerra, su familia fue llevada junto a él ante un pelotón de fusilamiento. Sin embargo, un miliciano se quebró ante la barbarie de sus superiores y los defendió, y sus padres y su hermana consiguieron salvarse de la fin. Pla tenía apenas 38 años cuando murió, el 30 de julio de 1936.
ADELFA SORO BO - Religiosa dominica nacida en Villanueva de Castellón (Valencia) fue profesora de Solfeo en varios colegios de Cataluña. El 27 de julio de 1927, unos milicianos irrumpieron en su convento en Barcelona y se la llevaron en un camión junto a otras cuatro monjas para interrogarla. Los hombres les realizaron proposiciones sensuales, a las que las mujeres contestaron con serenidad.
Ante su negativa, y con el pretexto de devolverlas al convento, las hicieron bajar del camión y les dispararon una a una. En el momento de su fin, Soro tenía 49 años.
Fuentes: EFE/Milenio/AP
Con esto no quiero que penseis que quiero sacar nada a la luz, ni pensar que hubo buenos y malos en la guerra civil. Solo decir a este personajillo que hay que olvidar las guerras pasadas y mirar al futuro con optimismo, porque fue con gente como él como se llego a esto.
En fin una pena que esta calaña siga creyendose superior a los demas, e intente contar las verdades a medias, cuando la verdad es que muertos hubo en los dos bandos.
Así que va a haber que empezar a sacar una historia por cada historia que cuenta el, por la cuestión del ying y el yang, y por favor no me llameis nancy ni nada por el estilo porque esto lo ha empezado Tyrell
http://comunidad.libreopinion.com/modules/wordpress/2007/10/27/
El Vaticano beatificará a 498 Mártires católicos de la Guerra Civil Española
Enviado por Redaccion el 27 Oct 2007 | Categorí*a: Actualidad, Filosofí*a y Religión, Derechos Humanos
La Iglesia Católica tendrá el domingo 498 nuevos beatos, que serán beatificados en una gran ceremonia en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Se trata de los Mártires de la Guerra Civil española, en la que los religiosos de la época fueron perseguidos y asesinados por los comunistas defensores de la represiva “IIa. República”. Será la beatificación más numerosa en la historia de la Iglesia Católica.
La Conferencia Episcopal y el Gobierno español han evitado la polémica en torno a esta ceremonia sobre la que la Iglesia española ha reiterado que estaba prevista mucho antes de que se conociera el debate sobre el proyecto de ley de la Memoria Histórica, conocido como un ajuste de cuentas con el pasado de España.
Uno de los nuevos beatos será el obispo Cruz Laplana y Laguna, muerto al recibir un tiro por parte de milicianos izquierdistas.
Al religioso le propusieron vestirse de policía para escapar de sus captores. Pero él se negó porque no estaba dispuesto a deshacerse de sus vestimentas. Dos semanas después, Laplana y Laguna bendijo a sus ejecutores cuando se aprestaban a dispararle.
“Que Dios los bendiga. Yo los perdono y los bendigo”, expresó, según un libro de la Conferencia de Obispos Españoles.
De los mártires que el domingo serán beatificados, dos son
obispos (Cuenca y Ciudad Real), 24 sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada (religiosos), un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos.
El siguiente paso, luego de la beatificación masiva, será la canonización de los mártires, de la que aún el Vaticano no ha dado información.
Historias de algunos de los Mártires
FORTUNATO ARIAS SÁNCHEZ - Sacerdote nacido en Almaciles (Granada) en una familia de agricultores murió fusilado a los 45 años, el 12 de septiembre de 1936, de tres disparos en la sien. Antes de morir, según algunos testimonios, entregó su reloj de recuerdo a su verdugo y le dijo: “Sólo te pido que me dejes morir besando esta cruz”.
En el momento de su fin era párroco en Hellín. Cuando comenzó la persecución religiosa, el alcalde le ofreció un salvoconducto para trasladarse a donde quisiera, pero él se negó a abandonar a sus feligreses. Antes de su fin pasó más de un mes encarcelado.
JUAN DUARTE - Seminarista de Yunquera (Málaga) pasó horas atado a un olivo junto a otros dos compañeros. Los milicianos les dijeron que sólo si blasfemaban serían liberados, pero ante su negativa asesinaron a hachazos y bayonetazos a los otros dos y llevaron a Duarte a una guandoca, donde fue torturado con corrientes eléctricas, agujas y palizas.
Este, ante los intentos de que dijera “¡Viva el comunismo!”, gritaba “¡Viva Cristo Rey!”. El 15 de noviembre de 1936, tras dispararle en el estómago, un subversivo le abrió en canal, le llenó el vientre de gasolina y le prendió fuego.
FÉLIX ECHEVARRÍA - Franciscano nacido en Ceánuri (Vizcaya) fue misionero en jovenlandia, pero tuvo que regresar a España antes de la Guerra Civil debido a unas fiebres malignas. Hasta su fin a los 43 años de edad fue superior del convento de la orden en Fuenteovejuna (Córdoba).
A cada blasfemia de sus asesinos, Echevarría contesta con un “¡Viva Cristo Rey!”. Con una navaja le cortaron las orejas, los ojos y la lengua, antes de rematarlo a golpes y disparos. Su hermano Luis, también franciscano y ex misionero, fue martirizado igualmente en el convento de Fuenteovejuna junto con otros cinco religiosos más.
VIRGILIO Y FRANCISCO EDREIRA - Los dos hermanos nacidos en La Coruña eran seminaristas salesianos. Virgilio, vestido de paisano, consiguió ocultar a sus compañeros cuando milicianos asaltaron el 20 de julio de 1936 el noviciado de la orden en Carabanchel Alto (Madrid). Posteriormente trabajó de manera oculta en un hospital de la capital española, desde el que trató de ayudar a otros religiosos dispersos o encarcelados.
El 29 de septiembre de 1936 fue reconocido como religioso y fusilado junto a su hermano. Virgilio tenía entonces 26 años y Francisco sólo 21.
BUENAVENTURA GARCÍA PAREDES - Dominico nacido en Luarca (Asturias), hijo de un pastor. Tras su ordenación realizó una amplia carrera: fue profesor de Derecho Administrativo en Manila y llegó a convertirse en Gran Maestro de su orden, cargo al que renunció en 1929 por su deteriorada salud.
Al comienzo de la Guerra Civil española se refugió en Madrid en la casa de un seglar, Pedro Errazquin, quien también fue asesinado después de que le encontraran un cáliz del fraile. Fray Buenaventura fue detenido el 11 de agosto de 1936, torturado y fusilado un día después, cuando tenía 70 años.
ANDRES GÓMEZ SÁEZ - Salesiano de Bicorp (Valencia), ejerció el sacerdocio en Baracaldo, La Coruña y Santander, donde pasó los primeros meses de la Guerra Civil. Trató de practicar su ministerio, aunque la comunidad salesiana en su ciudad había sido disuelta en medio de las persecuciones.
El 1 de enero de 1937, a los 42 años, fue delatado como sacerdote, detenido por dos milicianos y arrojado por un acantilado, un tipo de fin practicado frecuentemente en Santander. Algunas víctimas eran torturadas antes del despeñamiento, mientras que a otras las precipitaban vivas, con las manos atadas.
LUISA PEREZ ADRIA - Religiosa adoratriz. Nació en Castellón y dedicó su vida a cuidar y rencausar a cortesanas. Aquejada de constantes enfermedades, al comienzo de la Guerra Civil se refugió junto con otras monjas en un piso de Madrid, en el que un día fue detenida junto con otras 22 religiosas que también fueron asesinadas.
Las mujeres, en su mayoría jóvenes, fueron fusiladas una a una, según un testigo, con una sonrisa en la boca y bendiciendo a Dios. Luisa Pérez tenía 39 años en el momento de su fin, en la madrugada del 10 de noviembre de 1936.
RICARDO PLA ESPÍ - Sacerdote nacido en Agullent (Valencia) se doctoró en Filosofía en Roma y, al regresar a España, trabajó como secretario personal del cardenal Enrique Reig Casanova, primero en Valencia y luego en Toledo. A la fin del purpurado, Pla permaneció en la ciudad con sus padres y su hermana.
Al poco de comenzar la guerra, su familia fue llevada junto a él ante un pelotón de fusilamiento. Sin embargo, un miliciano se quebró ante la barbarie de sus superiores y los defendió, y sus padres y su hermana consiguieron salvarse de la fin. Pla tenía apenas 38 años cuando murió, el 30 de julio de 1936.
ADELFA SORO BO - Religiosa dominica nacida en Villanueva de Castellón (Valencia) fue profesora de Solfeo en varios colegios de Cataluña. El 27 de julio de 1927, unos milicianos irrumpieron en su convento en Barcelona y se la llevaron en un camión junto a otras cuatro monjas para interrogarla. Los hombres les realizaron proposiciones sensuales, a las que las mujeres contestaron con serenidad.
Ante su negativa, y con el pretexto de devolverlas al convento, las hicieron bajar del camión y les dispararon una a una. En el momento de su fin, Soro tenía 49 años.
Fuentes: EFE/Milenio/AP