Me explico, el primer misterio es el de la creación de la vida ex novo. Los evolucionistas tienen fe en que el tiempo y la casualidad crearon una bacteria desde la nada, que luego evoluciono a una célula y luego a organismos pluricelulares -con identicos mecanismos de tiempo-. Los deístas creemos (tenemos fe en) que fue una intervención extraña la que creó esa bacteria, esa célula, esos organismos pluricelulares.
En cuanto a las especies más complejas, los evolucionistan tienen fe en que como hubo un tiempo en que no habitaban los mamiferos en la tierra y ahora sí lo hacen; como todas las criaturas tienen progenitores, los mamíferos originales debieron tener progenitores no mamiferos. Eso es un acto de deducción científica y de fe, puesto que no existen pruebas de ello.
Los deistas, seguidores del diseño inteligente todavía tenemos más fe, pensamos que las nuevas especies, los nuevos órdenes fueron creados ex novo.
La teoría de la evolución lleva muchos años asentada, y se ha venido enriqueciendo desde que Darwin escribiera el Origen de las Especies. Darwin no sabía nada de genética, hoy en día la genética es uno de los campos donde más potencial existe para nuevos hallazgos científicos. Descubrimientos en esta área, han posibilitado, por ejemplo, que teorías consideradas no hace tantos años como erróneas y desterradas, como el lamarckismo, tengan su sitio en la actualidad. La teoría de la evolución no es monolítica ni invariable. Esta sujeta a cambios y matizaciones, y así ha sido en los últimos tiempos. Aún le queda bastante recorrido, y no está todavía todo dicho al respecto.
Ante esta teoría caben dos posicionamientos, el escéptico, y el deísta.
El punto de vista escéptico, seguramente sea compartido por muchos científicos que trabajan en el campo. Hay hechos, para los cuales no se tiene todavía una explicación. La solución escéptica consiste en afirmar, que efectivamente no lo sabemos, pero que con el tiempo la ciencia puede llegar a resolver esos misterios.
El punto de vista deísta va mucho más allá. Afirma que es imposible que se llegue a despejar la duda de un modo científico, sin recurrir a la existencia de un ser o seres superiores. En realidad, más que resolver problemas, plantean otros nuevos. Porque si es necesario la intervención de un ser o seres para explicar la evolución, habría que plantearse la identidad de estas entidades. Si esas entidades fueran biológicas, estaríamos trasladando el problema de lugar. Si fueran divinas, llegaríamos a disquisiciones religiosas sobre sus motivaciones, que no tienen nada que ver con la ciencia. Es decir, para el punto de vista deísta, se requiere Fe.
Desde el punto de vista de la teoría evolucionista no se requiere ningún tipo de Fe. Después de todo la Evolución no es más que una teoría que trata de explicar un fenómeno, con todas sus limitaciones. Para que la teoría sea falsa, no hay nada más que proponer un modelo alternativo que sea más sencillo y explique mejor los hechos. El modelo teísta, desde mi punto de vista, no lo hace, ya que propone más preguntas que respuestas.