Shanchito
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Orden a partir del caos
Neuro-piratas: Reflexiones sobre la ingeniería social de Lucien Cerise | Katehon think tank. Geopolitics & Tradition
Pedro Bustamante
Algunas frases del texto citado:
Desde*Gouverner par le chaos*Cerise ha comprendido la clave del poder contemporáneo:
"La novedad del siglo XX reside en que se pasa de un control social a través del orden a un control social a través del desorden. El orden a partir del caos."
Esta estrategia se remonta, según Cerise, a las revoluciones burguesas de finales del XVIII (pp. 190, 239). Lo que cambia es que entonces las revoluciones eran disrupciones en la continuidad del orden instituido, tras las que se retornaba a otro orden, mientras que hoy la revolución tiende a hacerse permanente, con los efectos traumáticos que esto tiene para la gran mayoría, que no se beneficia de tanto cambio.
Subraya algo obvio, a pesar de que el pensamiento dominante tienda a obviarlo: que la historia de la humanidad ha sido mayoritariamente la de la instauración del orden. Y que el prestigio del cambio, del progreso, de la revolución, de la tras*formación, es de hecho una anomalía, inculcada por el mismo aparato de propaganda del sistema, fuertemente ideologizado. La tradición, la continuidad, el orden, ha sido casi siempre la norma. El antitradicionalismo moderno es la anomalía (p. 217).”
**
“otra de las claves de la religión capitalista: el culto al progreso. Que se resume, para él, en la repetición permanente del mantra "antes era peor". Efectivamente, el progreso científico o tecnológico, no solo no siempre lleva aparejado el progreso humano o espiritual, sino que, de hecho, tiende a impedirlo, a eclipsarlo, a sustituirlo.
Pero lo que nos dice Cerise, como vamos a ver, es que no se trata de rechazar de plano el progreso, sino de valorar hasta qué punto este es negativo o positivo, "disolutivo" o "coagulante".”
**
“el progreso capitalista no consiste en "adaptar el mercado al pueblo", sino al contrario en "adaptar el pueblo al mercado" “
**
el objetivo último del capitalismo sería fusionar el pueblo y el mercado, esto es, tras*formar el ser humano en ganado cibernético. La mercancía, el valor de cambio, la plusvalía, el dinero, son solo medios para un fin. El objetivo a largo plazo, creemos, es mercantilizar al humano... Y que en el hollycapitalismo la mercancía fundamental es el hombre.
**
Así, propone apoyar a todos los contrapoderes, en la medida en que supongan una oposición real al imperio atlantista-sionista: China, Rusia, Irán, Venezuela (p. 355). Pero también, apoyar al Estado, que es hoy la única estructura que puede resistir los embates del capitalismo global. Esto relega a un segundo plano todas las ideologías, las distinciones artificiales entre derechas e izquierdas, etc. La cuestión es detectar dónde está la oposición real y apoyarla, dejando en un segundo lugar las ideologías.
**
el poder orquesta una guerra artificial entre dos partes —en este caso mujeres y hombres, pero también heterosexuales y gayses—, que están por naturaleza llamados a conformar una unidad. Se hace realidad una ficción, se naturaliza un artificio.
**
"Las diferencias primeras, fundadoras, de toda sociedad, se resumen en un concepto: el complejo de Edipo. Son las diferencias hombres/mujeres y padres/hijos (por extensión jóvenes/viejos)" (p. 193).
Y efectivamente esto es lo que estamos viendo hoy. Levantar dos de las prohibiciones centrales en las que se fundan todas las comunidades sanas, desde hace milenios: la prohibición del incesto y la prohibición de la gaysidad:
"Existe por lo tanto una verdadera ingeniería psicosocial del levantamiento de los límites, de la tras*gresión de las prohibiciones, de las leyes, de los tabúes y de la abolición de las fronteras, y por lo tanto una ingeniería de la desocialización, del asalvajamiento, de la desestructuración de masas y de la regresión civilizatoria provocada; en suma, una ingeniería de la desedipización..." (p. 196).
**
Levantar estas dos prohibiciones —incesto y gaysidad— equivale a destruir todas las formas de familia o clan tradicionales, las que hacían posible la existencia de un ser social natural, de una*zoé. Levantar la prohibición de la gaysidad —proceso ya muy avanzado en Occidente— y la del incesto —que vamos a padecer en las próximas décadas—, equivale a exterminar al ser humano social, y con ello al ser humano individual, que de hecho no es más que una faceta de este ser social. Y evidentemente todo esto forma parte de la agenda tras*humanista.
**
una cosa es respetar la anomalía, y otra muy distinta hacer de la anomalía el paradigma.
**
"... el tras*humanismo es esencialmente una forma quimérica para vendernos otra cosa, que es la discriminación positiva humanófoba y la dictadura de las minorías. La propaganda homo y tras*exual, el*pinkwashing, el antiespecismo, el veganismo, los derechos de los robots y la lucha jovenlandesal y jurídica contra todas las diferencias naturales, participan también de este programa de puesta en minoría jurídico-jovenlandesal de la especie humana" (p. 281).
**
Hacer de la tras*gresión la norma implica una inversión mayúscula de las bases jovenlandesales y normativas de cualquier sociedad, que solo podemos calificar de satánica. Y efectivamente esta es la corriente subterránea sin la que no se puede entender todo este movimiento tras*humanista. Aunque en realidad siempre ha estado ahí, desde hace milenios, porque es la estructura profunda del poder-religión: el ritual de sesso y sangre.
**
un "repruebo visceral contra el pueblo y los heterosexuales" (p. 272). Esto es, un repruebo contra lo normal, contra la norma.
**
Se podría añadir que estos movimientos, que podemos englobar bajo el término*tras**—tras*exualismo, tras*generismo, tras*genetismo, tras*especismo, tras*humanismo— son mucho más religiosos y fundamentalistas de lo que aparentan. Serían de hecho la herencia de la tradición ****o-cristiana más radical, más puritana.
Todos estos movimientos*tras*, están alimentados por un*tras*cendentalismo, en el sentido más negativo del término. En otras palabras, lo que todos ellos tienen en común es la adoración, sin duda marcadamente religiosa, de lo espiritual, y la demonización de lo corporal.
**
Lo*tras**es, de hecho, una de las facetas más importantes para comprender la religión hollycapitalista, el reino de la producción de realidad a partir de ficciones. Dinero fiduciario, teoría de género, ingeniería genética, Hollywood, etc., son finalmente distintas facetas de un mismo fenómeno que hoy se despliega ante nosotros.
**
la misma mecánica de defensa de las minorías, de lo anómalo, de lo excepcional, de lo artificial, va a ser utilizada, según él, para otorgar a los robots los mismos derechos que a los humanos.
**
las élites atlantistas-sionistas están llevando a cabo una "demolición controlada" de las estructuras existentes
**
Las teorías de género, la gaysización y tras*exualización, la violencia de género, el abuso infantil, y como iremos viendo cada vez más, el incesto, nos llevan a una sociedad atomizada. Por eso todo esto está siendo instigado por las élites satánicas. Porque la desestructuración "por abajo" hace posible la reestructuración "por arriba", el del intercambio mercantil, el dinero, el control del Estado, los dispositivos educativos, mediáticos, tecnológicos, etc.
**
cuando el poder pone en escena la violencia:
"... la representación [del terror] es a veces suficiente para provocar los mismos efectos que lo real. […] La capacidad para «hacer creer» (en el poder o en el peligro) es fundamental, porque la representación del peligro provoca más o menos los mismos efectos anxiógenos que el peligro real" (p. 165).
**
el terrorismo en Occidente es, en esencia, un producto sintético del propio sistema, controlado por las agencias atlantistas-sionistas (de Estados Unidos, de Reino Unido, de Israel, y de otros Estados aliados). Y que esta amenaza terrorista es, en parte, una ficción, "terror virtual" ….Pero, como decíamos, una ficción fundamental, porque es la que permite, entre otras, que el resto de valores ficticios del sistema, como el dinero fiduciario falsificado por la mafia bancaria, así como la burbuja financiera, se carguen de valor real.*
**
diversos regionalismos, soberanismos, independentismos, separatismos, etc., están antes que nada inscritos en una relación real de fuerzas con el poder imperial.
**
La disolución tiende a destruir al individuo, como ponen de manifiesto las numerosas perversiones, anomalías, patologías que padece el ciudadano medio de las metrópolis contemporáneas. Pero también la coagulación, llevada al extremo, enfrentada a otra coagulación, lleva al conflicto ente comunidades, entre razas, entre religiones, a la guerra civil. El poder juega con estas dos tendencias, alternativa o incluso simultáneamente, en función de las circunstancias. Siempre teniendo en cuenta que la destrucción es el verdadero motor del sistema, el elemento verdaderamente activo. Destrucción necesaria para la regeneración.
**
El nazismo, apoyado por los grandes capitales atlantistas-sionistas, la Segunda Guerra Mundial, el Hollycausto, nos ofrecen un ejemplo privilegiado de cómo operan estos vórtices de coagulación y destrucción, que propician a su vez las creaciones de nuevos órdenes. Vórtice coagulador y destructor del nacionalsocialismo aleman, del Hollycausto, por un lado, y vórtice disolvente y creador de Israel y del sionismo global. Y esto a todos los niveles, al material y al energético, esto es, también al nivel simbólico, al de la producción de narrativas, de sentidos, de valores. Y así podríamos llegar hasta la vinculación del sionismo y del*pinkwashing, como Cerise ha mostrado. Pero toda esta tendencia disolvente, que hoy declina, no estaría ahí sin la tendencia coagulante del nazismo alemán, catalizado por el imperio anglo-americano-sionista.
**
una de estas estrategias de largo alcance para la "disolución" de las culturas occidentales es la inmi gración fiel a la religión del amora, en buena medida porque supone la
"multiplicación al infinito de los códigos de comunicación y los lenguajes, de manera a complejizar la situación más allá de lo controlable, lo que hará que aumente automáticamente la tasa de incomunicación, y por lo tanto de violencia y de entropía"*
**
Generar en la sociedad desorden, entropía, sobreabundancia de códigos, de identificaciones, es por lo tanto una de las estrategias fundamentales para debilitarla, para despolitizarla (p. 191). Despolitizar con respecto a lo que más se opone al poder, para repolitizar según toda otra serie de cuestiones que, aunque parecen resistir al poder, en realidad lo apoyan. En este sentido funcionan el*greenwashing*y el*pinkwashing, e incluso todas las revoluciones de tonalidad (pp. 345, 374). Se despolitiza la economía, la geopolítica, la soberanía, la guerra; y se repolitiza el género, el aborto, el ecologismo, el animalismo.
**
la Segunda Guerra Mundial fue un
"gigantesco conflicto mundial triangulado por actores financieros, que apoyaban a los dos bandos enfrentados para hacer avanzar su programa de hegemonía mundial al precio del caos en Europa" (p. 297).
**
De lo que se trata es de desestructurar y reestructurar, y para esto se puede recurrir a unos u otros contenidos, en función de los contextos: cristianos y fiel a la religión del amores, sunitas y chiitas, hombres y mujeres, heterosexuales y gayses, machistas y metrosexuales, etc. Siempre para desviar la atención de la distinción fundamental: élites de iniciados, amorales, pervertidos, criminales, sociópatas, por un lado, y pueblos jovenlandesales, trabajadores, sanos, por otro.
**
... dividir lo bajo para unificar lo alto. […] dividir, descentralizar y desorganizar siempre más la base de la pirámide social, lo que permite, por un efecto de vasos comunicantes, unificar, centralizar y organizar siempre mejor la cumbre de esta misma pirámide social. Acelerar artificialmente la entropía de los grupos humanos, intensificando las tendencias centrífugas que los recorren, para producir por contraste neguentropía centrípeta al nivel del control. En una palabra: «vampirización». Este es el nombre literario de esta tras*ferencia de energía y de información" (pp. 320-231).
**
El sistema, en su conjunto, se alimenta de sí mismo, autodestruye su base para recuperar esta materia y esta energía y emplearla en la cohesión de su estructura, definida desde la cumbre. El espíritu, el plan, la cifra, la lógica, el valor de cambio, la cábala, se alimentan de la fin de la materia, y al mismo tiempo la enmascaran en su aparato de propaganda, que hoy se extiende a todo. La metafísica es, en última instancia, antropofágica. La trascendencia es un erupto que apesta a carne humana.
**
"La definición del capitalismo es: «Todo sistema en el que el dinero es el valor supremo» (p. 204)."
**
l objetivo de las élites es
"la abolición de todas las diferencias, salvo las que existen entre las cuentas bancarias" (p. 220).
O dicho con otras palabras, el capitalismo es "la abolición de todas las fronteras y de todos los límites" (p. 261). Excepto el límite del valor de cambio, como unidad de medida y jerarquía única y universal.
**
Diversos movimientos aparentemente heterogéneos, en realidad confluyen en la agenda tras*humanista-hollycapitalista. El feminismo, el gaysismo, el tras*generismo, el tras*genetismo, el animalismo, el minoritarismo, el cibernetismo, etc., son epifenómenos de un fenómeno único que es la implementación de la agenda tras*humanista. Esto es, del sacrificio del humano, tal como lo entendemos, para crear el tras*humano.
**
esta guerra es más crucial de lo que parece. Pues en definitiva implica el genocidio del ser humano, tal como lo entendemos. Nosotros añadimos que se trata, además de un genocidio, de un sacrificio del humano. Sobre todo de lo humano-social, de la*zoé, en todas sus variedades —familia, clan, comunidad, raza, nación, Estado—, y con ello de lo humano-individual, que no es nada sin lo humano-social. En esto la religión del individualismo, que practicamente coincide con la religión del capital, tiene la máxima responsabilidad. El individuo es una más de las ficciones, de los mitos, de las creencias, de esta religión contemporánea que hoy padecemos.
Y junto al sacrificio del ser humano —Osiris—, lo que estamos presenciando hoy es la hierogamia de la inteligencia artificial —Isis— con su cadáver, para concebir y dar a luz a un nuevo ser tras*humano —Horus—. Esto nos lo ha contando mejor que nadie Stanley Kubrick en "2001: Una odisea del espacio".
Neuro-piratas: Reflexiones sobre la ingeniería social de Lucien Cerise | Katehon think tank. Geopolitics & Tradition
Pedro Bustamante
Algunas frases del texto citado:
Desde*Gouverner par le chaos*Cerise ha comprendido la clave del poder contemporáneo:
"La novedad del siglo XX reside en que se pasa de un control social a través del orden a un control social a través del desorden. El orden a partir del caos."
Esta estrategia se remonta, según Cerise, a las revoluciones burguesas de finales del XVIII (pp. 190, 239). Lo que cambia es que entonces las revoluciones eran disrupciones en la continuidad del orden instituido, tras las que se retornaba a otro orden, mientras que hoy la revolución tiende a hacerse permanente, con los efectos traumáticos que esto tiene para la gran mayoría, que no se beneficia de tanto cambio.
Subraya algo obvio, a pesar de que el pensamiento dominante tienda a obviarlo: que la historia de la humanidad ha sido mayoritariamente la de la instauración del orden. Y que el prestigio del cambio, del progreso, de la revolución, de la tras*formación, es de hecho una anomalía, inculcada por el mismo aparato de propaganda del sistema, fuertemente ideologizado. La tradición, la continuidad, el orden, ha sido casi siempre la norma. El antitradicionalismo moderno es la anomalía (p. 217).”
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“otra de las claves de la religión capitalista: el culto al progreso. Que se resume, para él, en la repetición permanente del mantra "antes era peor". Efectivamente, el progreso científico o tecnológico, no solo no siempre lleva aparejado el progreso humano o espiritual, sino que, de hecho, tiende a impedirlo, a eclipsarlo, a sustituirlo.
Pero lo que nos dice Cerise, como vamos a ver, es que no se trata de rechazar de plano el progreso, sino de valorar hasta qué punto este es negativo o positivo, "disolutivo" o "coagulante".”
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“el progreso capitalista no consiste en "adaptar el mercado al pueblo", sino al contrario en "adaptar el pueblo al mercado" “
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el objetivo último del capitalismo sería fusionar el pueblo y el mercado, esto es, tras*formar el ser humano en ganado cibernético. La mercancía, el valor de cambio, la plusvalía, el dinero, son solo medios para un fin. El objetivo a largo plazo, creemos, es mercantilizar al humano... Y que en el hollycapitalismo la mercancía fundamental es el hombre.
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Así, propone apoyar a todos los contrapoderes, en la medida en que supongan una oposición real al imperio atlantista-sionista: China, Rusia, Irán, Venezuela (p. 355). Pero también, apoyar al Estado, que es hoy la única estructura que puede resistir los embates del capitalismo global. Esto relega a un segundo plano todas las ideologías, las distinciones artificiales entre derechas e izquierdas, etc. La cuestión es detectar dónde está la oposición real y apoyarla, dejando en un segundo lugar las ideologías.
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el poder orquesta una guerra artificial entre dos partes —en este caso mujeres y hombres, pero también heterosexuales y gayses—, que están por naturaleza llamados a conformar una unidad. Se hace realidad una ficción, se naturaliza un artificio.
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"Las diferencias primeras, fundadoras, de toda sociedad, se resumen en un concepto: el complejo de Edipo. Son las diferencias hombres/mujeres y padres/hijos (por extensión jóvenes/viejos)" (p. 193).
Y efectivamente esto es lo que estamos viendo hoy. Levantar dos de las prohibiciones centrales en las que se fundan todas las comunidades sanas, desde hace milenios: la prohibición del incesto y la prohibición de la gaysidad:
"Existe por lo tanto una verdadera ingeniería psicosocial del levantamiento de los límites, de la tras*gresión de las prohibiciones, de las leyes, de los tabúes y de la abolición de las fronteras, y por lo tanto una ingeniería de la desocialización, del asalvajamiento, de la desestructuración de masas y de la regresión civilizatoria provocada; en suma, una ingeniería de la desedipización..." (p. 196).
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Levantar estas dos prohibiciones —incesto y gaysidad— equivale a destruir todas las formas de familia o clan tradicionales, las que hacían posible la existencia de un ser social natural, de una*zoé. Levantar la prohibición de la gaysidad —proceso ya muy avanzado en Occidente— y la del incesto —que vamos a padecer en las próximas décadas—, equivale a exterminar al ser humano social, y con ello al ser humano individual, que de hecho no es más que una faceta de este ser social. Y evidentemente todo esto forma parte de la agenda tras*humanista.
**
una cosa es respetar la anomalía, y otra muy distinta hacer de la anomalía el paradigma.
**
"... el tras*humanismo es esencialmente una forma quimérica para vendernos otra cosa, que es la discriminación positiva humanófoba y la dictadura de las minorías. La propaganda homo y tras*exual, el*pinkwashing, el antiespecismo, el veganismo, los derechos de los robots y la lucha jovenlandesal y jurídica contra todas las diferencias naturales, participan también de este programa de puesta en minoría jurídico-jovenlandesal de la especie humana" (p. 281).
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Hacer de la tras*gresión la norma implica una inversión mayúscula de las bases jovenlandesales y normativas de cualquier sociedad, que solo podemos calificar de satánica. Y efectivamente esta es la corriente subterránea sin la que no se puede entender todo este movimiento tras*humanista. Aunque en realidad siempre ha estado ahí, desde hace milenios, porque es la estructura profunda del poder-religión: el ritual de sesso y sangre.
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un "repruebo visceral contra el pueblo y los heterosexuales" (p. 272). Esto es, un repruebo contra lo normal, contra la norma.
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Se podría añadir que estos movimientos, que podemos englobar bajo el término*tras**—tras*exualismo, tras*generismo, tras*genetismo, tras*especismo, tras*humanismo— son mucho más religiosos y fundamentalistas de lo que aparentan. Serían de hecho la herencia de la tradición ****o-cristiana más radical, más puritana.
Todos estos movimientos*tras*, están alimentados por un*tras*cendentalismo, en el sentido más negativo del término. En otras palabras, lo que todos ellos tienen en común es la adoración, sin duda marcadamente religiosa, de lo espiritual, y la demonización de lo corporal.
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Lo*tras**es, de hecho, una de las facetas más importantes para comprender la religión hollycapitalista, el reino de la producción de realidad a partir de ficciones. Dinero fiduciario, teoría de género, ingeniería genética, Hollywood, etc., son finalmente distintas facetas de un mismo fenómeno que hoy se despliega ante nosotros.
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la misma mecánica de defensa de las minorías, de lo anómalo, de lo excepcional, de lo artificial, va a ser utilizada, según él, para otorgar a los robots los mismos derechos que a los humanos.
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las élites atlantistas-sionistas están llevando a cabo una "demolición controlada" de las estructuras existentes
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Las teorías de género, la gaysización y tras*exualización, la violencia de género, el abuso infantil, y como iremos viendo cada vez más, el incesto, nos llevan a una sociedad atomizada. Por eso todo esto está siendo instigado por las élites satánicas. Porque la desestructuración "por abajo" hace posible la reestructuración "por arriba", el del intercambio mercantil, el dinero, el control del Estado, los dispositivos educativos, mediáticos, tecnológicos, etc.
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cuando el poder pone en escena la violencia:
"... la representación [del terror] es a veces suficiente para provocar los mismos efectos que lo real. […] La capacidad para «hacer creer» (en el poder o en el peligro) es fundamental, porque la representación del peligro provoca más o menos los mismos efectos anxiógenos que el peligro real" (p. 165).
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el terrorismo en Occidente es, en esencia, un producto sintético del propio sistema, controlado por las agencias atlantistas-sionistas (de Estados Unidos, de Reino Unido, de Israel, y de otros Estados aliados). Y que esta amenaza terrorista es, en parte, una ficción, "terror virtual" ….Pero, como decíamos, una ficción fundamental, porque es la que permite, entre otras, que el resto de valores ficticios del sistema, como el dinero fiduciario falsificado por la mafia bancaria, así como la burbuja financiera, se carguen de valor real.*
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diversos regionalismos, soberanismos, independentismos, separatismos, etc., están antes que nada inscritos en una relación real de fuerzas con el poder imperial.
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La disolución tiende a destruir al individuo, como ponen de manifiesto las numerosas perversiones, anomalías, patologías que padece el ciudadano medio de las metrópolis contemporáneas. Pero también la coagulación, llevada al extremo, enfrentada a otra coagulación, lleva al conflicto ente comunidades, entre razas, entre religiones, a la guerra civil. El poder juega con estas dos tendencias, alternativa o incluso simultáneamente, en función de las circunstancias. Siempre teniendo en cuenta que la destrucción es el verdadero motor del sistema, el elemento verdaderamente activo. Destrucción necesaria para la regeneración.
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El nazismo, apoyado por los grandes capitales atlantistas-sionistas, la Segunda Guerra Mundial, el Hollycausto, nos ofrecen un ejemplo privilegiado de cómo operan estos vórtices de coagulación y destrucción, que propician a su vez las creaciones de nuevos órdenes. Vórtice coagulador y destructor del nacionalsocialismo aleman, del Hollycausto, por un lado, y vórtice disolvente y creador de Israel y del sionismo global. Y esto a todos los niveles, al material y al energético, esto es, también al nivel simbólico, al de la producción de narrativas, de sentidos, de valores. Y así podríamos llegar hasta la vinculación del sionismo y del*pinkwashing, como Cerise ha mostrado. Pero toda esta tendencia disolvente, que hoy declina, no estaría ahí sin la tendencia coagulante del nazismo alemán, catalizado por el imperio anglo-americano-sionista.
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una de estas estrategias de largo alcance para la "disolución" de las culturas occidentales es la inmi gración fiel a la religión del amora, en buena medida porque supone la
"multiplicación al infinito de los códigos de comunicación y los lenguajes, de manera a complejizar la situación más allá de lo controlable, lo que hará que aumente automáticamente la tasa de incomunicación, y por lo tanto de violencia y de entropía"*
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Generar en la sociedad desorden, entropía, sobreabundancia de códigos, de identificaciones, es por lo tanto una de las estrategias fundamentales para debilitarla, para despolitizarla (p. 191). Despolitizar con respecto a lo que más se opone al poder, para repolitizar según toda otra serie de cuestiones que, aunque parecen resistir al poder, en realidad lo apoyan. En este sentido funcionan el*greenwashing*y el*pinkwashing, e incluso todas las revoluciones de tonalidad (pp. 345, 374). Se despolitiza la economía, la geopolítica, la soberanía, la guerra; y se repolitiza el género, el aborto, el ecologismo, el animalismo.
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la Segunda Guerra Mundial fue un
"gigantesco conflicto mundial triangulado por actores financieros, que apoyaban a los dos bandos enfrentados para hacer avanzar su programa de hegemonía mundial al precio del caos en Europa" (p. 297).
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De lo que se trata es de desestructurar y reestructurar, y para esto se puede recurrir a unos u otros contenidos, en función de los contextos: cristianos y fiel a la religión del amores, sunitas y chiitas, hombres y mujeres, heterosexuales y gayses, machistas y metrosexuales, etc. Siempre para desviar la atención de la distinción fundamental: élites de iniciados, amorales, pervertidos, criminales, sociópatas, por un lado, y pueblos jovenlandesales, trabajadores, sanos, por otro.
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... dividir lo bajo para unificar lo alto. […] dividir, descentralizar y desorganizar siempre más la base de la pirámide social, lo que permite, por un efecto de vasos comunicantes, unificar, centralizar y organizar siempre mejor la cumbre de esta misma pirámide social. Acelerar artificialmente la entropía de los grupos humanos, intensificando las tendencias centrífugas que los recorren, para producir por contraste neguentropía centrípeta al nivel del control. En una palabra: «vampirización». Este es el nombre literario de esta tras*ferencia de energía y de información" (pp. 320-231).
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El sistema, en su conjunto, se alimenta de sí mismo, autodestruye su base para recuperar esta materia y esta energía y emplearla en la cohesión de su estructura, definida desde la cumbre. El espíritu, el plan, la cifra, la lógica, el valor de cambio, la cábala, se alimentan de la fin de la materia, y al mismo tiempo la enmascaran en su aparato de propaganda, que hoy se extiende a todo. La metafísica es, en última instancia, antropofágica. La trascendencia es un erupto que apesta a carne humana.
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"La definición del capitalismo es: «Todo sistema en el que el dinero es el valor supremo» (p. 204)."
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l objetivo de las élites es
"la abolición de todas las diferencias, salvo las que existen entre las cuentas bancarias" (p. 220).
O dicho con otras palabras, el capitalismo es "la abolición de todas las fronteras y de todos los límites" (p. 261). Excepto el límite del valor de cambio, como unidad de medida y jerarquía única y universal.
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Diversos movimientos aparentemente heterogéneos, en realidad confluyen en la agenda tras*humanista-hollycapitalista. El feminismo, el gaysismo, el tras*generismo, el tras*genetismo, el animalismo, el minoritarismo, el cibernetismo, etc., son epifenómenos de un fenómeno único que es la implementación de la agenda tras*humanista. Esto es, del sacrificio del humano, tal como lo entendemos, para crear el tras*humano.
**
esta guerra es más crucial de lo que parece. Pues en definitiva implica el genocidio del ser humano, tal como lo entendemos. Nosotros añadimos que se trata, además de un genocidio, de un sacrificio del humano. Sobre todo de lo humano-social, de la*zoé, en todas sus variedades —familia, clan, comunidad, raza, nación, Estado—, y con ello de lo humano-individual, que no es nada sin lo humano-social. En esto la religión del individualismo, que practicamente coincide con la religión del capital, tiene la máxima responsabilidad. El individuo es una más de las ficciones, de los mitos, de las creencias, de esta religión contemporánea que hoy padecemos.
Y junto al sacrificio del ser humano —Osiris—, lo que estamos presenciando hoy es la hierogamia de la inteligencia artificial —Isis— con su cadáver, para concebir y dar a luz a un nuevo ser tras*humano —Horus—. Esto nos lo ha contando mejor que nadie Stanley Kubrick en "2001: Una odisea del espacio".