A mi la risa me viene, cuando veo a muchas remeras, porque eso es lo que son, remeras, mirar de reojo a la mujer del empresario que las ha contratado, en muchos casos mujeres jovenes y guapas, de America Latina o Europa del Este, que disfrutan de la vida de lujo que les da su maridito, con el dinero que saca de su sudor de remera.
Tengo una carrera! Tengo una carrera! No, tienes un puñetero trabajo, que no puedes dejar porque tienes que sobrevivir por ti misma, porque ningún hombre quiere ponerse a remar por ti, petulante!!