No suelo pecar de socialisto pero en el tema de la vivienda soy tímidamente partidario de intervenir precios. Si no lo estoy es porque todos conocemos la mafia que es el Estado, pero por otro lado pienso que la especulación con la vivienda fomenta el parasitismo y que los que vienen de cuna fácil perpetúen la rueda del hámster para el currito medio, que normalmente son los que ocupan los puestos verdaderamente productivos del país.
Quiero decir, que como sociedad no me parece que enriquecerse a base de viviendas sea positivo. Para mí sería bueno que alguien se enriquezca con su negocio, pero no con la vivienda.
Sin olvidar -por supuesto- el sobreprecio que ya de por sí supone mantener a los parásitos del Estado a base de impuestazos.