Pues los jugosos kebabs de carne caliente que se ha llevado a la boca un servidor han sido con nocturnidad, y tan ricamente, oyja.
Y normal que el jovenlandés te ponga cebolla sí o sí, yo también haría igual si me viene un tocapelotas así. Hay que ser sucnor para no comerla, es salud, y me cae mal para decir que no te la echen.