luisgarciaredondo
Madmaxista
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Pero es que eso es "trampa". Está claro que si solo consideramos guapas a las rubias de ojos azules y mandibula cuadrada, Méjico no tiene nada que hacer. Bueno ni Méjico ni la mitad del planeta.
Yo creo que se trata de encontrar una belleza indígena o mestiza que sin ser algo excepcional, y es porque como usted bien dice los parámetros de belleza actuales son los caucásicos, se pueda considerar gente proporcionada o agraciada sin ser auténticas beldades.
Es obvio que estamos condicionados por el mundo moderno. Pero no solo en América, las asiáticas se operan los ojos para tenerlos más grandes o se tiñen el pelo de castaño y en general admiran el físico europeo al punto de pasar por el quirófano.
Para mi lo que tiene valor son los testimonios por ejemplo de la época de la conquista y el descubrimiento. Porque esos si que no estaban condicionados por unos cánones de belleza omnipresentes. Muchos españoles no habrían salido apenas de su pueblo cuando llegan a las Indias y por tanto lo verían todo con otros ojos diríamos casi "vírgenes". Y a esta gente las indias les parecían gráciles y bien proporcionadas, algo así como "moriscas" que era lo más parecido que habría visto un español de la época. Haciendo siempre una salvedad importante. Por ejemplo, la típica india regordeta que vemos ahora, en esa época, en pleno siglo XVI, lo mismo no era habitual. Porque la alimentación era otra y mucho más pobre. No había apenas animales domésticos, no existían los tacos, los burritos o las enchiladas etc... etc... es decir una india promedio comería sobre todo cereal (maíz) y verduras, casi nada de grasa, porque el tocino y los torreznos llegan con los españoles. Es decir que se pasaría "a dieta" casi toda su vida. Eso sin contar con que su actividad física cotidiana sería muchísimo más intensa que la de cualquier mejicana actual. Para colmo en esa época ya se las consideraba mujeres a partir de los 14 años más o menos. Con 30 ya eran abuelas y nadie se fijaba en ellas. Así que lo tendríamos sería una gran masa de crías entre los 14 y veintipocos años, delgaditas, tonificadas, bronceadas y medio encueradas. En suma que el español recién llegado de la península tenía que flipar en colores.
Todo este rollo para dejar claro que eso de la belleza femenina es algo que está sujeto a muchos condicionantes.
