He probado varios productos más, pero no he detectado ninguna anomalía.
Respecto a las infusiones, a falta de poder explicar la causa del fenómeno, es interesante intentar encuadrarlo cronológicamente. Aunque el tema ha salido ahora a la luz, no sabemos en principio si es un fenómeno reciente de la era covidiana.
De las infusiones que había analizado, las más antiguas son el té blanco de Carrefour y el rooibos ultratéslico de Hacendado, pues hace tiempo que sustituí ambos por otras opciones para el consumo habitual. El primero caduca en un par de meses y el número de lote acaba en 2019, que supongo que es el año de envasado. Del rooibos no conservaba la caja y no lo puedo fechar exactamente. Pero estoy convencido de que no lo compré más tarde de febrero del año pasado, cuando ultimaba el acopio de latunes y demás víveres. En cualquier caso, corresponden a fechas cercanas a la nueva estultoidad.
Pero hete aquí que he encontrado una menta-poleo (elaborada por Pompadour) con caducidad del 2017... que habrá sido envasada seguramente con al menos un par de años de antelación (el número de lote acaba en 14). Esto nos sitúa ya a un lustro de distancia de la era covidiana. Pues le he pasado el imán y, aunque el resultado no ha sido particularmente espectacular, sí he podido detectar partículas que respondían al magnetismo. Así que el fenómeno viene de largo.