Acabaremos vistiendo todos igual o casi igual, como los uniformes de los presidiarios. Si la ropa se fabrica en Europa, no sólo la calidad va a seguir siendo ínfima, sino que tampoco tendremos variedad, y encima más cara.
Poco a poco vamos hacia un mundo cada vez más gris y uniformado.
Yo no soy de las que se compran trapitos, ni siquiera me gusta ir de compras, tengo ropa desde hace más de 20 años en buen estado. No me gusta el consumismo excesivo pero tampoco me gusta lo que nos están preparando.