Tus acusaciones de negacionista son medallas en mi pecho. De eso va el artículo. Yo soy un furibundo negacionista. Sostengo que la Gran Farmafia, los Estados y las publicaciones científicas están altamente corrompidas. Bueno, no hay más que ver a publicaciones como Science hablar de "birthing people" o del "racismo sistémico" para certificar que los 100tíficos son ante todo personas, ciudadanos sujetos a las mismas presiones ideológicas que los demás.
Esto por supuesto no es una negación de la potencia del método científico o de la banderilla como tecnología y como idea.
La lista de banderillas y medicamentos que se han retirado del mercado por causar estragos es espeluznante. La historia de Vioxx y sus 30 mil infartos estimados está ahí. En el asunto de la banderillación infantil tenemos la siniestra historia del timerosal, preservativo basado en mercurio usado en viales multidosis y retirado de las banderillas infantiles a la chita callando a principios de los 2000, tras una serie de escándalos sonados. Aun hoy lees que el timerosal no supone ningún riesgo, pero que de todas maneras ya no se añade a las banderillas. Ea, para que luego no te quejes. Está también el turbio asunto de los adyuvantes (que funcionan como irritantes del sistema inmune) y su relación causal con las alergias e intolerancias alimentarias.
Por supuesto, ningún Estado financia estudios que comparen población banderillada con no banderillada. Las publicaciones que se atreven a ser altavoz de ese tipo de estudios son diana de ataques brutales y boicots. No es de extrañar: para una empresa farmacéutica meter su banderilla en el calendario infantil en EEUU supone, de primeras, inmunidad legal, y segundo, un flujo anual fijo de miles de millones de dólares.
Todos los estudios que se realizan de las banderillas actuales son estudios de no inferioridad (respecto a banderillas ya aprobadas). No hay ningún interés en saber más. Realmente es una suerte tremenda para las farmacéuticas, que una serie de productos comerciales suyos estén protegidos por un tabú social absolutamente irracional.
La plataforma ARNm, que no es tal ARNm porque la uridina viene en la forma de metil-pseudouridina (que decae mucho más lentamente), usada para obligar al organismo a sintetizar una proteína (espiga) tóxica sin ningún tipo de control y de manera no localizada, es una fruta locura. Y esto son muchas voces las que lo advierten, entre ellas la de Robert Malone, coautor de las patentes de esta tecnología. El mecanismo por el que la proteína S provoca la inflamación del tejido coronario es conocido. Bueno, el otro día el propio Paul Offit de la FDA reconoció que podría haber incluso un fenómeno de mimesis entre partes de la proteína S y células musculares coronarias, lo que podría provocar una respuesta autoinmune.
El negacionismo no es un destino, es un punto de partida. Vas de razonable y de sensato, y al final te la están metiendo por todas partes, y creyendo defender la "100cia", estás defendiendo los intereses multimillonarios de una serie de corporaciones dirigidas por sociópatas. Allá tú.