Claro, claro... cualquier hombre normal que entabla una conversación informal quiere que le hablen de Instagram, de gente que no conoce, y de traumas personales, y no que le aburran con cosas sobre política, historia, ingeniería, deportes.
De hecho hay una enorme cantidad de mujeres aue están deseando hablar de la poesía de Rilke, del cine de John Ford, de geología, del Imperio Sasánida, de física teórica, de reparación de ordenadores, o de síntesis molecular... pero como los malvados hombres sólo sabemos hablar de FÚTBOL, DE berzaS, Y DE sesso, esas doradas titanas de lo cotidiano, (seres de luz que prefieren el cine de Dreyer en version original a bailar reggaeton o a quejarse) tienen que OCULTAR SU POTENCIAL y siempre INTERESANTÍSIMA CONVERSACIÓN, para ponerse a nuestro nivel de perversoss asquerosos, más orates que un trozo de cosa.
El que, aun viendo cómo están las cosas en este pais, tenga alguna relación con empoderadas jovenlandesadas y afines, por mínima que sea, que luego no se queje de aburrimiento, incomprensión, falso testimonio, o pérdida de la hacienda, la bolsa y la dignidad.
Pasar por completo es la única solución.
Y por completo es POR COMPLETO.