Bueno, tal vez hayamos tenido diferente suerte con las mujeres. Como ha dicho antes
@L'omertá hay casos y casos. Como con los hombres, hay de todo.
Yo he estado varios años de excedencia viviendo del dinero de mi mujer (también de mis ahorros e inversiones, pero el dinero de mi mujer era fundamental para mantener mi nivel de vida) sin ningún problema. Estuve esos años fuera de la función pública para dedicarme a cosas análogas a las que has nombrado, cine, música y eso. Con su total apoyo y no estaba triunfando apoteósicamente pero tampoco me iba exactamente mal.
Si he vuelto al trabajo no ha sido porque me falte el dinero o me falte su apoyo. Fue por una serie de problemas de salud que me hicieron considerar la posibilidad de que me diera un ictus, o algo similar. Y si te mueres de eso, pues vale, pero si te quedas
echenique o aún peor, vegetal, es muy preferible ser funcionario y poder aportar una paguita a la gente que no va a querer dejar de cuidarte, aunque tú no quieras que lo hagan. Ya en este plan y con la salud mejorada probablemente aguante hasta la jubilación, aunque tampoco es seguro y me vaya otra vez. Aún no lo sé.
Hay casos y casos, como ya dije.