DEP.
El que diga que nunca se echó unas risas con sus actuaciones en Crónicas Marcianas miente más que Viruelo, que ya es decir.
Por lo menos esta (o este, o lo que fuera) se ganaba la vida dando espectáculo sin hacer daño a nadie. A diferencia de otros, no iba por ahí moliendo la chancha, insultando a los que no pensaban igual, fomentando el repruebo y dividiendo a la sociedad.