EL pueblo debe entender que no vendrá ningún salvador desde lo alto, ni habrá un líder indiscutible que muestre el camino, mucho menos vendrá de terceros países ningún tipo de mesías.
Homo homini lupus
Mi abuela siempre me decía de niño que había dos tipos de personas, las buenas y las malas... hasta aquí todo normal, ya que cualquier niño a lo largo de la historia ha recibido ese mensaje, sin embargo mi abuela me decía que esas dos tipos de personas son la misma, y solo depende la bondad o la maldad de las circunstancias en cada momento.
Ciertamente todos podemos ser muy buenos o muy malos dependiendo del instante, y del mismo modo, un gobernante obrará igual, y le acompañarán sus secuaces.
Un buen estadista tratará de ser popular, al tiempo que doblega a las masas mediante el sometimiento de la ley, por y para su teórico beneficio o protección.
Recordemos aquí aquella conocida historia nunca demostrada de Stalin y la gallina:
En una de sus reuniones, Stalin solicitó que le trajeran una gallina.. La agarró fuerte con una mano y con la otra empezó a desplumarla.
La gallina desesperada por el dolor, intentó fugarse, pero no pudo.
Así logró quitarle todas las plumas.. y les dijo a sus ayudantes: “Ahora observen lo que va a suceder»
Puso a la gallina en el piso y se alejó de ella un poco y agarró en su mano un puñado de trigo mientras sus colaboradores observaban asombrados cómo la gallina, asustada, adolorida y sangrando, corría detrás de Stalin mientras este le iba tirando puños de trigo y daba vueltas en la sala.
La gallina lo perseguía por todos lados.
Entonces, Stalin mira a sus ayudantes, quienes están totalmente sorprendidos y les dice:
«Así de fácil se gobierna a los estúpidos. ¿Vieron cómo me persiguió la gallina a pesar del dolor que le causé? así son la mayoría de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y políticos a pesar del dolor que les causan por el simple hecho de recibir un regalo barato, una promesa estulta o algo de comida para uno o dos días”
Independientemente de que la historia sea o no real, vemos muchos pueblos que delegan en gentes sus decisiones más importantes como la propia libertad, o la salud personal y de sus hijos.
¿son malos los gobernantes, o simplemente es más sencillo prohibir que gobernar?
Yo considero claro que es más sencillo prohibir que gobernar, sacar más leyes que regulen y regulen hasta estrangular la propia supervivencia del ciudadano, sumiéndolo en una constante alerta que deriva en una depresión por la carencia de lo más básico, el sentirse un ser humano.
Siempre a lo largo de la historia han existido épocas más florecientes que otras, ahora mismo queda patente que nos toca una etapa de color que comenzó a fraguarse en los primeros años de este nuevo milenio y que durará hasta dónde lo permitamos.
una época dónde el poder se concentra cada vez más en entes cuya prepotencia deja patente que el ciudadano individual carece de interés como objetivo político o social, y se trata de crear guetos, clanes, grupos, sociedades que diluyan el grito de coherencia de todos y cada uno de nosotros para sustituirlo por un alarido difuso donde se te obliga a pertenecer a un ente social superior si pretendes obtener oídos del sistema, lo que a parte de diluir nuestra esencia, termina dividiéndonos y peleándonos entre nosotros mismos.
Es evidente que las guerras no las puede ganar un solo hombre, pero somos cada vez más los que moriríamos por regresar a un período, que sin ser tampoco el edén, nos permitía sentirnos como seres vivos con derechos y obligaciones, con ganas y fuerza, con objetivos y posibilidades.
Hoy, ni siquiera sabemos si los disparos vendrán del propio sistema, de un invasor foráneo, o desde la casa del vecino.
Recordadlo siempre... nadie va a solucionar lo que nosotros tendremos que solucionar, y si otro lo hiciera, nos saldría mucho más caro que hacerlo nosotros mismos.
