Primero quería agradecer a JuanCarlosB y a Aleph sus interesantísimas aportaciones, que ratifican muchas de las intuiciones (pues no tenía ninguna cultura económica) que yo he sentido desde hace años. Y precisamente Aleph hace referencia a ese instinto que a menudo no engaña, como faro que nos guíe ante el gran zambombazo.
Soy emprendedor desde hace seis o siete años, y desde hace tres y medio decidí volverme a Suecia porque sabía lo que venía. Para mi ojo interior esto era inevitable. Afortunadamente nunca me creí los precios de los pisos, y nunca, incluso en épocas de situación económica muy desahogada, me planteé seriamente comprar.
Hoy me encuentro viajando y trabajando en varios países europeos, con temas relacionados con internet, comunicación y marketing. Y os puedo asegurar que llevo aproximadamente dos años muy feliz y con una gran sensación de libertad y margen de maniobra. Justo de lo que habla Aleph. Para aquel que tenga movilidad e idiomas, y que apuesta por alto valor añadido, las oportunidades son muchiiiisimas y creo que van a ser más. Veo esta época con preocupación por gente cercana a la que quiero y que no me escucharon (cipotecados de libro), pero personalmente tengo una sensación completamente opuesta. Tengo sensación de que el campo está abierto y en flor, y que sólo hay que recoger el ramillete que más nos guste.
Sabéis que mis posts siempre son muy personales, porque yo soy así. Pero creo que mi experiencia valida, por lo menos ante mis ojos, muchas de las cosas que ha dicho Aleph en su ya clásico Hija de Ruta. La flexibilidad, movilidad y trabajo duro hacia la excelencia será la clave durante los próximos diez años. Y aquél sin deudas y que se atreva a sacar la patita de forma competitiva más allá de los pirineos será el fucking overlord en hispanistán.
Por el momento yo veo mucho dolor. Pero también muchas oportunidades para el que se las busque. Ánimo tios, sobreviviremos. Mejor sin kalashnikov, eso si.
Gracias de nuevo JuancarlosB y Aleph.