Y que haga lo que le de la real gana, no soy yo nadie para juzgarla, pero hay cosas que personalmente me parecen gastos inútiles.
Un ejemplo es éste. Yo no he ido a que me depilen en la vida, ya tengo mi artilugio de cera y me lo hago yo solita que no es tan difícil.
Mas gastos que opino son inútiles y que por tanto "la menda" se los hace en casa, y no por ser una lonchafinista o pretenderlo, sino porque me enseñaron a ser "apañá" en esta vida.
Jamás he ido a hacerme una manicura, ni al podólogo a que me arregle los pies.....yo soy mi podóloga y me esthetycienne, y lo bien que me quedan ambas extremidades.
Peluquería......me tiño yo cuando me apetece, si quiero mechas también me las hago yo (aunque tenga que recurrir a mi pareja en la parte posterior porque no me alcanzo). Cortar o vaciar también me apaño solita ( es la ventaja de llevar pelos ondulados que aunque te hagas un trasquilón, no se nota
) aunque un par de veces al año me paso por la pelu a matizar.
Jamás he tenido que llevar a meter los bajos de un pantalón o cambiar esa cremallera que se ha roto. Cuando era pequeña me fijaba en mi progenitora y así aprendí, y ya de independiente lo primero que hice fué comprarme una máquina de coser..........si pudiera hablar esa Singer la de kilómetros que ha hecho.
Cuando era jovencita también tenía una vecina que era una experta en hacer punto con las agujas y le dije que me enseñara. La de jerseys exclusivos, gorros, guantes, bufandas que me he hecho toda la vida, a mi pareja, a mi hijo......incluso he llegado a vender más de uno.
Me he pegado auténticas curradas también en bricolage del hogar. ¿ un pintor para qué?.....con lo bien que se me da esto lijar paredes, enmasillar, recortar con cinta, dar dos capas de pintura.
Luego tenemos el tema vehículo.......poner aceite, hinchar ruedas, cambiar ruedas, lavados etc, son pan comido para mí a día de hoy, gracias a que me he fijado en como lo hacían hermanos, pareja, etc...
No quiero parecer pedante al exponer ésto ni mucho menos, lo único que pretende mi mensaje es insinuar que con un poco de interés todos somos super válidos para cualquier cosita de las que por desgracia y sin ser obras de ingeniería te cobran a precios irrisorios e insultantes.
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