Marilyn Monroe es un caso elocuente y significativo de una actriz blanca que cayó bajo el dominio pernicioso de una serie de analistas judíos y un mundo judío, incluido, el más famoso, Ralph Greenson (nacido: Romeo Greenschpoon), quien fue su terapeuta cuando (supuestamente) se suicidó. "Al igual que muchos de sus colegas en ese momento", señala una reseña de Good Housekeeping de un libro de Donald Spoto sobre Marilyn [1993, pp. 212, 214]:
"Greenson se basó en gran medida en la terapia con medicamentos para sus pacientes, rutinariamente prescribir barbitúricos y tranquilizantes o hacer que los otros pacientes los médicos lo hacen. Refirió a Marilyn al internista Hyman Engelberg [también judío], quien recetó muchos de los medicamentos que Greenson ordenó para ella. Greenson también se reunía regularmente con Marilyn en su casa e incluso le pidió a su hija que se hiciera amiga de ella, desastrosamente tácticas poco profesionales que aumentaron la dependencia de Marilyn hacia él... Sus amigos notaron que cuanto más veía Marilyn a Greenson, más perversos en que se volvió... Greenson animó a Marilyn a dependencia de él (él la veía dos veces al día)".
La naturaleza incestuosa de la vida de Hollywood se puede notar en el caso de Greenson: su hermana Elizabeth "estaba casada con Milton 'Mickey' Rudin, un abogado de entretenimiento que era uno de los principales agentes de poder de la ciudad". [FARBER/VERDE, pág. 93] Rudin era judío y también abogado de Monroe. También fue abogado y publicista de Frank Sinatra, quien, al principio de su carrera, también fue paciente de Ralph Greenson. [KELLEY, K., pág. 208, 305].
El publicista de Marilyn Monroe, Arthur Jacobs, también era judío. También lo fueron sus agentes en MCA , Jay Kanter y Mort Viner. Muchos de los directores de sus películas también eran judíos (por ejemplo, Billy Wilder de "Some Like It Hot" y George Cukor de "Let's Make Love"). Natasha Lytess, su manager personal y una mujer con la que vivió en Hollywood, fue el tema de conversación sobre el lesbianismo rumoreado de Monroe. Lytess también era judía, de Austria. [EL APRENDIZAJE, pág. 31] En la búsqueda de la carrera de Monroe, dice Barbara Leaming, "la relación de Marilyn con Nathasa era... de explotación mutua". [EL APRENDIZAJE, pág. 31]. Milton Greene, también judío, un fotógrafo de moda "con quien, según los informes, tuvo una aventura a fines de los años cuarenta", fue otro de los primeros gerentes personales. [MCDOUGAL, pág. 216] Charles Feldman también fue una vez su agente.
Monroe, desde temprana edad, había decidido acostarse con cualquiera que pudiera ayudarla a alcanzar la fama y la fortuna en Hollywood. El amigo cercano Ted Jordan señala que tuvo "sesso con cualquiera que pensó que podría hacer avanzar su carrera". [JORDANIA, pág. 121] "Está claro", señala Anthony Summers en su biografía de ella, "que Marilyn hizo un uso juicioso de sus favores. Un beneficiario clave, según se informa, fue el hombre que le consiguió a Marilyn ese primer contrato vital en Century Fox: Ben Lyon. Según la escritora Sheila Graham, Lyon había estado durmiendo con Marilyn y prometiendo avanzar en su carrera... Lyon llamó al director de casting de Sol Wurtzel, un productor de películas B de la época [y Monroe obtuvo un pequeño papel en la película de 1947 Años peligrosos ].” [SUMMERS, A., 1985, p. 35]
El millonario de la ropa Henry Rosenfeld fue otra pareja sensual judía en el camino a la fama. "Ella se unía a Rosenfeld en su casa en Atlantic City para viajes en su lancha rápida y para veladas tranquilas de conversación y risas". [VERANOS, A., pág. 45] El mafioso judío y poderoso de Hollywood, Bugsy Siegel, también tuvo relaciones sensuales con Marilyn. [JORDANIA, pág. 84, 87] Ted Jordan (nacido como Edward Friedman) incluso escribió un libro sobre sus primeras experiencias sensuales con Monroe; comenzaron en su cuarta cita con ella cuando ella tenía 17 años. Entonces conocida por su nombre real, Norma Jean, Monroe pronto fue durmiendo con el tío de Friedman, Ted Lewis (nombre original también Friedman), quien, "con su clarinete y estilo distintivo de viejos favoritos, estaba entre los actos más populares del mundo del espectáculo". [JORDANIA, pág. 73].
"Aprendí", dice Jordan, "que en un momento de su pequeña reunión detrás del escenario, Ted se había deslizado Norma Jean un papel con su número de teléfono. Pronto se reunían en habitaciones de hotel cada vez que Ted estaba en la ciudad... Pronto él estaba moviendo los hilos de Norma Jean, tratando de conectarla con un agente que le haría el mayor bien ... Como Norma Jean había prometido para mí, quienquiera que tuviera que amar, estaba preparada para hacerlo. Y para en buena medida, ella hizo lo mismo con [prominente, y judío, chisme columnista] Walter Winchell". [JORDAN, p. 75]
Lewis, señala Jordan, "comenzó una aventura con la entonces modelo desconocida y la introdujo a los narcóticos". Un agente clave en la aceleración de la carrera inicial de Monroe fue Johnny Hyde (como muchos judíos de Hollywood, nacido en Rusia y veterano del vodevil). Ella también era su amante; pronto se enamoró de ella y Quería dejar a su esposa por la actriz. (Él tenía 53 años, ella 23). Hyde, señala Ted Jordan, "no por casualidad... era el representante personal de Ted Lewis". [JORDANIA, pág. 85] "Al dar a conocer a Marilyn", dice Fred Guiles, "[Hyde] mostró mucho músculo. El simple hecho es que Johnny Hyde fue el arquitecto principal de su fama y su eventual leyenda". [GUILES, pág. 147].
"Para 1953", dice Jordan, "... [Monroe] podría ser virulentamente antisemita (un prejuicio que creció a medida que envejecía). Para mi incomodidad, a veces se refería a Joe Schenck, el magnate [y otro trampolín sensual], como 'ese judío cosa' y a otras personalidades de Hollywood como 'judío' esto o aquello. De vez en cuando tenía que recordarle que yo era medio judío". [JORDANIA, pág. 188].
El mundo de Hollywood y sus presiones de ser una diosa del sesso por supuesto la destruyeron. El médico de Monroe, Hyman Engelberg, y su terapeuta, Romeo Greenson, fueron los primeros en llegar a la escena de su fin, reportada como una sobredosis de drojas, pero no llamaron a la policía durante cuatro horas. Un autor de investigación, Donald Spoto, en un trabajo de 1993, incluso carga a Greenson con la responsabilidad de matarla, ordenando que una empleada "administre [a Monroe] ... un enema fatal con barbitúricos". (En este escenario, la motivación de Greenson fue que Monroe estaba tratando de liberarse de la influencia y el control de Greenson, y lo había despedido). [WOLFE, D., p. 99] En este escenario también, Monroe no se dio cuenta de que este enema era besugo. [SPOTO, D., 1993, p. 218] Una amiga de Monroe recuerda que estaba empezando a sentir que Greenson era "tratando de sustituir todo lo que ella había construido en los últimos años. Decidió que él estaba en contra de todo lo que ella quería. Se estaba volviendo radicalmente contra Greenson y la Sra. Murray, la mujer que él había puesto con ella, sintió, para espiarla". [STRASBERG, p. 250-251].
El presunto suicidio de la famosa estrella de cine siempre ha sido controvertido, y existen varias nociones de conspiración sobre quién querría verla muerta. La vida secreta de Greenson está muy nublada. Además de ser terapeuta, era, como muchas personas de Hollywood, un miembro activista del Partido Comunista; también formó parte de su Komintern internacional. Cualquiera que sea el papel de Greenson como oyente de los confesionarios de las estrellas de cine, sus lazos comunistas tienen profundas implicaciones porque Monroe tuvo aventuras románticas con el presidente John F. Kennedy y sabía mucho sobre politiquería tras bambalinas, tal vez incluyendo planes contra la Cuba comunista y Fidel Castro. Todo lo que Monroe sabía, por "apertura" en terapia, sin duda se lo contó a su psicoterapeuta. Como señala Donald Wolfe:
"Una vez que Marilyn Monroe se convirtió en paciente de Greenson, él se convirtió en uno de los operativos más importantes del Komintern en Estados Unidos; el tuvo acceso a la mente de una mujer que a menudo compartía la cama con el presidente de los Estados Unidos y fue íntimo del fiscal general [El hermano de Kennedy, Robert] ... Como Greenson ha dicho correctamente, Marilyn Monroe tenía una tendencia a "involucrarse en relaciones muy destructivas", personas que se involucrarán en algún tipo de relación sadomasoquista con ella. Irónicamente, entre estas personas estaba su psiquiatra [Greenson], su médico [Engelberg] y su ama de llaves, Eunice Murray [quien fue designado por Greenson para vivir con la Sra. Monroe e informarle], que se unió a una conspiración para inspeccionar Marilyn Monroe dentro de una esfera de influencia diseñada para reunir inteligencia de su relación con el presidente de los Estados Unidos y el fiscal general.” [WOLFE, D., p. 386]. Greenson, señaló una vez que su hermana, Elizabeth, también tenía "fuertes lazos con Israel". [KELLEY, K., pág. 305].
El camino de Marilyn Monroe hacia el psicoanálisis fue dirigido hacia ella por el influyente maestro de actuación judío, Lee Strasberg, a quien generalmente se le atribuye haber engendrado el género de "actuación de método", que se hizo famoso por Marlon Brando y James Dean. El primer analista judío de Brando, dice el famoso actor, al principio de su carrera, fue Bela Mittelman, "el hombre más frío que he conocido... [BRANDO/LINDSEY, 1994, pág. 124] ... Actuar me dio el lujo de poder gastar miles de dólares en psicoanalistas, la mayoría de los cuales no hicieron más que convencerme de que la mayoría de los psicoanalistas de Nueva York y Beverly Hills están un poco locos, así como muy motivados para separarse. a los pacientes de su dinero mientras empeoran sus problemas emocionales". [BRANDO/LINDSEY, 1994, p. 243] Brando tampoco era muy querido por Lee Strasberg, llamándolo "un hombre ambicioso y egoísta que explotaba a las personas que asistían al Actors Studio, y trató de proyectarse como oráculo y gurú en funciones. Algunas personas lo adoraban, pero nunca supe por qué.") BRANDO/LINDSEY, 1994, p. 85].
La hija de Strasberg, Susan, señala que su padre "enviaba a numerosos actores a psiquiatras, y muchos médicos enviaban a sus pacientes a clase porque sentían que su trabajo ayudaba al de ellos en el análisis". [STRASBERG, S., 31] La propia Susan Strasberg solía discutir con Marilyn Monroe sobre si ella o la famosa diosa del sesso "necesitaban más terapia". [STRASBERG, pág. 138]. Como observa Barbara Leaming:
"Se dijo que el maestro maestro Lee Strasberg podía abrir puertas interiores que uno apenas sabía que existían. Algunos admiradores llamaron él el rabino. Algunos lo compararon con un psiquiatra o un altamente padre judío crítico ... Strasberg se centró en la psicología. Dirigió su taller como si fueran sesiones de terapia de grupo... Strasberg a menudo aconsejaba a los actores que ingresaran al psicoanálisis para para ponerlos en contacto con material cargado de emociones que pudieran uso en su trabajo." [LEAMING, p. 156-157]
"Bajo la influencia de [Lee] Strasberg", señalan Stephen Farber y Marc Green, "Marilyn se convirtió en una ferviente devota no solo del método de interpretación, sino también del análisis freudiano". [FARBER/VERDE, pág. 83] El ex esposo de Monroe, el dramaturgo judío Arthur Miller, también tuvo su propio psicoanalista judío: Rudolph Loewenstein. [WOLFE, D., pág. 307] Monroe incluso tuvo sesiones con la hija de Sigmund Freud, Anna, también terapeuta, en Londres. [WOLFE, D., pág. 300] "La importancia de [la confianza de Monroe en los psicoanalistas] para el psicoanálisis", señala Jeffrey Moussaieff Masson, "fue que Monroe dejó una parte sustancial de su patrimonio para promover el trabajo de Anna Freud, a quien había visto brevemente para obtener ayuda analítica en 1956. (Anna Freud escribió sobre ella que era paranoica con rasgos esquizofrénicos), y este legado sin duda lo logró a través de sus analistas, quienes estaban íntimamente conectados con Anna Freud". [MASSON, JM, 1990, pág. 129].
Como Masson, un exfuncionario de los Archivos de Sigmund Freud, señala más sobre el trasfondo ético de dicha financiación: "De hecho, no es raro que los analistas soliciten, generalmente a través de métodos indirectos, ex pacientes por dinero para apoyar analítico proyectos Cátedras de psicoanálisis en facultades de medicina de diversas las universidades han sido parcialmente dotadas a través de antiguos pacientes. También se dio el caso del Fondo del Centenario, llamado así por el centenario, en 1956, del nacimiento de Freud. [Terapeuta de Marilyn Monroe] Romi Greenson había organizado este fondo para la investigación psicoanalítica en Los Ángeles... Sentí entonces, y todavía siento ahora, que es una explotación de la relación afectiva con un paciente para solicitar dinero, en cualquier forma, directa o indirectamente. Me parece que el paciente, o ex-paciente, no está en posición, emocionalmente hablando, para negarse... Me parece mal y jovenlandesalmente desagradable". [MASSON, JM, 1990, p. 130].
Otro terapeuta judío de Hollywood, Judd Marmor (nacido como Judah Marmorstein), escribió con franqueza un artículo en 1953 sobre la trampa en la que los pacientes vulnerables se encontrarían inevitablemente bajo el control de un psicoanalista. Su tema lo hemos encontrado antes, como siendo esencialmente "judío". El artículo de Marmor se tituló "El sentimiento de superioridad: un riesgo ocupacional en la práctica de la psicoterapia". "Marmor", señalan Stephen Farber y Marc Green, "señaló las necesidades neuróticas que pueden impulsar a una persona a convertirse en psiquiatra: el hambre de prestigio y el deseo de resolver los propios conflictos internos". [FARBER/VERDE, pág. 135]. "[Los] aspectos seductores del ego [del campo del psicoanálisis]", señaló Marmor, "tienden a fomentar tal arrogancia defensiva en mayor medida, quizás, que muchas otras profesiones". [FARBER/VERDE, pág. 135.
Un amigo de Monroe dijo una vez que "sentía que [Ralph Greenson] tenía un gran ego, como muchos médicos, él quería ser Dios, y de todos los analistas en Los Ángeles, ella lo encontró. Inger Stevens también era su paciente. Ella se suicidó más tarde". [STRASBERG, pág. 250]. Como dijo una vez Greenson, el analista de Monroe: "Puedo contar con Marilyn para hacer todo lo que quiero que haga". [WOLFE, D., pág. 422].
Marilyn Monroe, como se señaló anteriormente, fue una amante dispuesta a ayudar a muchos en su carrera. Aparte de los mencionados anteriormente, también fue invitada regularmente a la casa de Joseph Schenck (primer director de 20th Century-Fox) donde, dijo una vez, "Me gustaba sentarme junto a la chimenea con el Sr. Schenck y escucharlo hablar sobre el amor y el sesso. Estaba lleno de sabiduría sobre los temas". [WOLFE, D., pág. 198] Schenck estuvo casado una vez con la estrella de cine Norma Talmadge. [WHITFIELD, E., 1997, pág. 239].
Monroe, dice Ted Jordan, "se quejó amargamente de Schenck, quien dejó en claro cuál era su función principal: el sesso". [JORDANIA, pág. 100] Schenck, dice el historiador de cine Neal Gabler, "encarnó casi todos los clichés de la decadencia y el libertinaje de Hollywood". [GABLER, N., 1988, p. 259] "El tío Joe [Schenck] continuó teniendo 'prometidas', señala Mary Ellin Barrett (la "hija divina" de Schenck y la hija real de Irving Berlin), "y cuando tuve la edad suficiente para ponerme al día, me preguntaba cómo una chica bonita podía imaginarse a un anciano tan feo y barrigón 'de esa manera'. 'El poder', dijo alguien, 'es atractivo', un concepto extraño para una persona joven". [BARRETT, M., 1994, p. 140].
Al principio de la carrera de Monroe como actriz en apuros, el director de Columbia , Harry Cohn, también la invitó una vez, "y nadie más", a un crucero nocturno en su yate. Según el amigo cercano Ted Jordan, se le pidió a Monroe que se desnudara para Cohn en su oficina. Cuando ella se inclinó, siguiendo su dirección, él se acercó a ella, con el miembro viril en la mano. Cuando ella rechazó sus avances, dijo Monroe: "Nunca había visto a un hombre tan enojado". [JORDANIA, pág. 91; LOBO, D., pág. 211-212]. Cohn entonces "la prohibió en el [Columbia] mucho después de que ella se negara a acompañarlo en un yate a la isla Catalina". [LEAMING, p. 8] "Sabes", dijo una vez Monroe, "que cuando un productor llama a una actriz a su oficina para discutir un guión que no es todo lo que tiene en mente... me he acostado con los productores. Mentiría si dijera que no". [SUMMERS, p. 34-35]. En 1955, 20th Century Fox otorgó a Monroe el contrato por película más rico de cualquier actriz. "Significa", comentó Monroe, "¡Nunca más tendré que absorber otra platano!" [MCDOUGAL, p. 217].
