Marcelo Gullo: "Los españoles han perdido la noción amigo/enemigo". "Es asombroso que Margaret Thatcher tenga una plaza en Madrid"

Inaugurada poco tiempo después de otra en honor de Blas de Lezo, con una estatuilla de juguete (destrozó la armada inglesa en Cartagena de Indias, a diferencia de lo ocurrido en Trafalgar, donde España perdió cinco buques y los ingleses a su almirante y trece de los oficiales de mayor rango, pero se apuntaron el tanto por la cara, lo mismo que con la "Invencible", que España perdió un 25% de la flota (ningún barco hundido en combate) mientras que al año siguiente Drake perdió 23.000 hombres, la mayoría tras desembarcar en Lisboa y el 60% de sus buques de una flota más numerosa que la española del año anterior, y de lo que nunca hablan, mucho menos de la derrota en Cartagena dos siglos después).

Thatcher retrasó la celebración de la victoria en Malvinas para que coincidiera con el 12 de octubre, día de la Hispanidad, porque los diplomáticos ingleses y sus burócratas de alto rango conocen muy bien la historia, no así los palurdos españoletes de derecha y de izquierda. Pero había que darle una plaza, y no sólo esa sumisión ocurrió aquí: contaba el historiador colombiano Pablo Victoria que en Colombia, el día que le levantaron una estatua a Blas de Lezo (ésta de verdad, no de juguete) el cónsul español se quejó porque decía que ahora el Reino Unido era un aliado.

Gullo dice que no se explica de dónde viene nuestro servilismo; pero nosotros, sí, porque todo indica que sucede desde la llegada de la dinastía francesa, como muy bien explicó Roca Barea, cuando pasamos de los Cervantes, Lope, Calderón, Velázquez a la nada, en nombre de la maravillosa Francia, que si algo ha producido en el campo de las ideas ha sido demagogos, que al final solía traducirse en sangre. Ha sido incapaz de construir un imperio por culpa de su soberbia, ya que para imperar es necesario entregar algo a cambio, y de eso Francia no sabe. A partir de la destrucción de España en 1808 a manos de Napoleón y Wellington (el Imperio Español no se hundió, sino que fue derrotado y desmembrado), nuestros políticos y militares han trabajado para ellos:(9) Federico Santaella: «España pactó en secreto la entrega de Cuba con una parodia de guerra en 1898» | Burbuja.info. Y seguimos en manos de los mismos lacayos y con los mismos mamporreros, desde Blanco White y su Español (hoy resucitado por Pedro Jota Ramírez) a Jiménez Losantos y los cientos de historiadores y periodistas, de derecha y de izquierda, incapaces de entender el mundo que nos rodea, dado que no ven más allá de las anteojeras ideológicas, eso en el caso de que no existan otros intereses personales por el medio: Blanco White cobraba de la Corona Británica, y es posible que en su fuero interno lo viese como patriótico: 'todo por la libertad', pensaría él. La libertad del lacayo, claro, como esta cosmopaleta, que no cosmopolita como a ella y a quienes la acompañan les gusta creer que son. Ignorantes que hablan inglés, cosmopaletos vestidos de gala.

Ese Argentino, no hispanófobo, tiene razón.
El enemigo nº1 de España es Inglaterra, después , a cierta distancia, Francia.