Te levantas a las 5 am. Meas y cagas si procede pero pasas de ducharte (¿pa qué si vas a sudar como un gorrino?). Te pones un pantalón de mono y una camiseta de algodón y te calzas las botas de seguridad. Te vas para la cocina y te comes la docena de bemoles con su correspondiente rebanada de panceta que te va friendo tu xoxo acompañado de una rebanada de pan de ayer y una taza americana de café neցro. Te bajas al garaje, te pones los guantes y el sobrepantalón de seguridad y te calientas el pulmón con un truja mientras llega el chaval portugués que trabaja en tu casa. Cargáis en la hilux '95 single cab la motosierra de 80 cm, la de 45, la gasofa con aceite, el aceite de la cadena, el hacha de tajar, la hachuela, la pala, el gancho de menear troncos, un par de cuerdas de nylon con lazada metálica, la garrafa de agua de 8 litros y la bolsa que te preparó tu xoxo con dos bocatas bien llenitos de jamón con el tomatito aparte en un tuppercito para que no se reblandezca el pan, el termo de café y 4 cervezas doble malta. Os vais al monte en la hilux y os fumais otro truja bebiendo café neցro a morro del termo en tanto no acaba de verse bien. Dejáis la hilux en la carretera y os metéis al monte y escogéis un roble o alcornoque lozano. Se recomienda encarecidamente escoger uno que esté situado en un monte de tu propiedad y no uno del monte del vecino. Se sitúa uno al pie del tronco y, mirando hacia la copa, se examina la orientación vertical del mismo para evaluar su caída. Evaluada la caída del tronco, se escruta la disposición de las ramas para evaluar si afecta apreciablemente al centro de gravedad del árbol y cómo puede alterar esto la caída. Determinada con certeza la caída, ésta puede modificarse con técnicas avanzadas tales como la introducción de cuñas para desplazar verticalmente el tronco o incluso forzar la caída del mismo atando al árbol unas cuerda o eslingas y traccionando para el lado deseado con un tractor o un 4x4. Esta última es una técnica sólo para expertos ya que aplicada por un noob, sobre todo en la pendiente de un terreno montañoso o abrupto, puede acabar con el noob dentro del vehículo tractor dando tumbos ladera abajo hasta el río. El siguiente paso consiste en hacer un rebaje en forma de cuña en la base del tronco en la cara de la caída. Éste se puede practicar con la motosierra o el hacha, aunque se recomienda hacerlo con el hacha de tajar porque si se hace con motosierra y se profundiza demasiado, el corte se cerrará atrapando el sable de tal manera que habrá que desmontar la motosierra y dejar allí el sable y la cadena hasta que se consigan otros de repuesto y puedan ser liberados. Hecho el rebaje, se procede a talar el árbol cortando con la motosierra o el hacha de tajar por la cara opuesta a la caída. Esta operación es fundamental ejecutarla en una postura de pierna abiertas y bien plantadas que permita apartarse a un lado con presteza en caso de que el árbol haga un giro extraño o caiga para un lado inesperado. Derribado el árbol, se procede a despojarlo de las ramas, usando la motosierra de 45 para las más grandes y ambas hachas para las más pequeñas mientras el chaval portugués las va apartando y clasificando, apilando las de troncos a un lado y amontonando en otro las de broza para cubrirlas de tierra posteriormente para compostarlas. Despojado el tronco de ramaje, se procede a cortarlo en secciones que quepan tras*versalmente en la caja de la hilux. A medida que se van cortando, el chaval portugués las va meneando auxiliado por el gancho con mango hasta ponerlas en buen porte para cargar a la espalda. Acabada esta labor, os sentáis a la sombra, le restregáis el tomate a los bocadillos de jamón y los empecháis con sendos pares de cerveza doble malta y un marlboro de postre. Break de 1/2 hora espatarrados en la hojarasca hablando chorradas y mirando el selular. Te levantas, le pasas la lazada al tronco más grueso para tener mejor agarre y, después de cagarte en el dios ****ocristiano a voz en cuello, haces clean&jerk con el tronco y te lo echas a la chepa. Lo subes monte arriba hasta la carretera y lo tiras en la cuneta junto a la hilux. Bajáis cagándoos nuevamente en el dios ****ocristiano a media voz y repetís el proceso hasta que hayáis subido todos los troncos a la carretera. Entonces los váis subiendo entre los dos a la caja de la camioneta en sentido tras*versal para que una vez subidos rueden ellos sólos sin necesidad de empujar. Cargada la camioneta, se aseguran los troncos con eslingas ancladas a los ganchos de la caja y los lleváis a tu casa. Allí se baja el portón y, ayudándoos del gancho de menear y patadas con las botas, descargáis. Repetís los portes hasta que todos los troncos aprovechables estén en casa. El siguiente paso es dividir los troncos en rollos que se puedan partir con el hacha de rajar. Una técnica pro consiste en hacer coincidir los cortes con los nudos para que estos no dificulten el rajado. Al día siguiente (es importante no dejar secar mucho los rollos para que sean más fáciles de rajar), por la fresca o a la sombra, sacas de la bodega el tajero y lo asientas bien para que no baile con los hostiones. Coges el hacha de rajar, la maza de 8 kilos y tres cuñas. Entonces el chaval portugués procede a ir poniéndote los rollos en el tajadero para que los rajes y apartando los leños en un montón. La técnica varía dependiendo principalmente del calibre del rollo. Los más gruesos requieren que la primera rajada se practique usando una, dos o incluso tres cuñas y la maza de ocho, mientras que los menos gruesos se pueden rajar directamente con el hacha rajadera, clavándola, levantando el rollo por encima de la cabeza y golpeando con el envés del hacha en la tajadera. Rajados todos los rollos que precisan de cuñas, el chaval te va poniendo las rajas en la tajadera para que tú las partas en leños con el hacha de rajar. Esta operación puede hacerse también con el hacha de tajar aunque es desaconsejable porque, como el paso de ese hacha es estrecho y golpea con los cantos de los leños al entrar, destroza la cabeza del mango del hacha, aunque éste sea de fibra de vidrio. Cuando ya están todos los leños en un montón, coges dos cervezas doble malta en la neverita de la bodega, os sentáis tú y el portugués encima de la leña y os bebéis la cerveza. Entras en tu casa, te duchas y te pones una camiseta, un pantalón corto cholo de esos que llegan a la rodilla y unas zapas. Cargas a tu miniyó en brazos, pillas las llaves del montero y le gritas a tu xoxo cuando sale al balcón de atrás "nenaaaaaaa, ahí te queda la leña bien picadita, ve metiéndola en la bodega cuando quieras que el crío y yo nos vamos a comer un heladito al bar" JOJOJOJOJOJOJO Te subes inmediatamente al coche y sales picando rueda mientras pones el selular en modo avión JAJAJAJAJAJAJA