Al principio, sólo había trueque: uno producía una cosa, y la cambiaba por otras de más o menos el mismo valor.
Con el paso del tiempo, y conforme CRECÍA LA ECONOMÍA (cada vez había más humanos y cada vez interaccionaban más entre ellos, cambiándose cosas) se hizo necesaria una forma de tras*MISIÓN Y ALMACENAMIENTO DE VALORES que fuera segura, duradera y eficaz. De entre muchos materiales, el oro se acabó imponiendo por sus muchas cualidades: era fácilmente maleable (“trabajable”), tras*portable, no se oxidaba, era escaso por no ser “fabricable” (y por ello todo el mundo lo reconocía como valioso), bonito, difícilmente falsificable, etc. Es decir, que era mucho más seguro, y almacenable utilizar monedas de oro que no tener que ir cargado con un montón de gallinas, zanahorias, etc., que se te pueden morir por el camino, pudrirse, cuesta mucho tras*portarlas, es un ****** llevarlas encima y vigilarlas a todas horas, y para colmo, no todo el mundo te reconoce como valiosas (en un pueblo donde haya muchas gallinas, TUS gallinas valen menos que en uno donde no haya, y es otro puñetero ****** buscar el pueblo donde las puedas vender).
Bueno, pues la Economía siguió creciendo más y más y más y más… hasta que llegó la Edad Media (en China y en Europa). Y llegó un momento en que los humanos eran tantos y su actividad económica TANTA… que el oro, QUE NO SE FABRICA, era cada vez “menos suficiente”para satisfacer las necesidades de la Economía. Que “había más Economía que oro necesario”, vaya.
Cuando uno necesita dinero, ¿qué hace? Pide prestado.
ya en la Edad Media… los prestamistas (comerciantes chinos, usureros judíos, templarios cristianos, orfebres italianos) NO SIEMPRE TENÍAN ORO. Porque no había suficiente… estaba repartido entre multitud de personas y empresas a los que ya habían prestado. ¿Qué hicieron esos primeros prestamistas/banqueros “modernos”? En vez de decirle a la persona que solicitaba que “lo siento mucho, no tengo monedas de oro ahora mismo, vuelve otro día” (que era lo que se hacía en tiempos antiguos)… le daba… un pagaré.
Un billete de papel…
Un “vale por X monedas de oro”.
Porque no tenían en ESE momento el oro que la persona les estaba prestando… PERO confiaban en tenerlo después, conforme las otras personas a las que habían prestado, les fueran devolviendo sus préstamos más intereses.
Ese sistema, al principio sólo funcionaba a un nivel muy local y muy particular y sólo entre gente que se conocía entre sí y que se fiaban entre ellos.
Bueno, pues conforme la Economía seguía y seguía creciendo, ese sistema acabó imponiéndose… por la sencilla razón de que era fiarse… o no poder pedir prestado, porque el oro escaseaba: cada vez había más Economía que oro necesario.
Es por ello que a ese nuevo dinero de papel se le llamó “dinero fiduciario” (“dinero basado en la fe”, en la fe de que valga algo, claro)
El proceso fue MUY lento y llevó muchos siglos, durante los cuales CONVIVIERON monedas de oro, plata, y billetes… de papel. No os creáis que eso fue hace mucho: mi bisabuelo paterno fue de los últimos en utilizar los famosísimos “duros de plata”, allá por 1907… y durante TODA su vida los utilizó JUNTO CON los billetes de papel.
Desde la Edad Media hasta el siglo XIX (más o menos)… las monedas de oro se fueron “convirtiendo” en billetes. ¿Cómo? A través de la actividad comercial y mediante los préstamos. Tal cual.
Cuando una persona necesitaba un préstamo para, yo qué sé… comprar tierras, se llegaba al banco y pedía la cantidad necesaria de dinero para comprarlas. Él se comprometía entregando una serie de garantías, a devolver esa cantidad más un interés.
Al principio, si el prestamista/banquero primitivo tenía monedas de oro, pues te prestaba oro. ¿Que no tenía? Pues te “prestaba” billetes. Así de claro.
Y DE LA MISMA FORMA, si el que pidió prestado tenía monedas de oro para devolver el préstamo, devolvía monedas de oro… y si tenía billetes que el banco considerara válidos… pues entregaba billetes.
Con el paso del tiempo, y conforme el proceso se asentaba y estandarizaba, los billetes de papel se acabaron imponiendo sobre las monedas de oro en las sociedades y países modernos e industrializados. ¿Por qué?
Por un montón de circunstancias. Éstas son las más importantes:
a) -El papel es más cómodo, y fácil de tras*portar, ya que pesa menos. Su almacenaje también es más fácil (y su custodia).
b) -Los bancos acumulaban el oro en sus cámaras y lo sacaban cada vez menos. En vez de monedas de oro, entregaban cada vez más, sólo billetes, guardando el oro como valor de referencia de esos billetes que emitían. Ley de Gresham: La moneda mala expulsa de la circulación a la buena.
Si las monedas tenían igual poder liberatorio el público atesoraba la moneda con mayor contenido de metal fino.
LEY DE GRESHAM
c) -El oro no se fabrica… los billetes sí pueden seguirle el ritmo al crecimiento de la Economía y del cada vez mayor número de tras*acciones de un cada vez mayor número de personas. Dado que no había oro para todos ni para todo, los billetes se acabaron imponiendo más y más como método de pago… porque no había otra, vaya.
d) -Bueno, no os mareo mucho más… con el paso del tiempo, este proceso de creación de billetes, con sus bandazos y crisis económicas, acabó pasando de la banca privada al Estado, a través de su Tesorería y de su banco central (se crearon para eso), cuando fue necesario regular el proceso de creación monetaria y que fuera la más solvente de las entidades (el Estado), la que refrendara el valor de esos billetes… para que fuera aceptado sin complicaciones por todos los ciudadanos y bancos (para que todos se pudieran fiar de que el billetito valía algo, vaya).
Una de las grandes mentiras de los conspiranoicos es que nos ponen ejemplos falsos como éste que estamos analizando, MINTIÉNDONOS AL DECIR QUE LOS BILLETES SURGIERON DE GOLPE Y PORRAZO, Y DE GOLPE Y PORRAZO SE DEJARON DE USAR LAS MONEDAS DE ORO.
No, hatajo de mentirosos, no… No se pusieron de acuerdo tooooooodos los comerciantes, reyes, ricos y personas comunes de todos los países para decir: “a partir de mañana, sólo utilizaremos billetes, ea”, que es lo que estáis diciendo.
El proceso fue lentísimo, duró SIGLOS, durante los cuales convivieron monedas de oro y plata con billetes de papel.
Fue un proceso gradual, no repentino.
De la misma forma que el trueque y la moneda de oro convivieron durante milenios, hasta que se acabó imponiendo la moneda de oro.
Y ese proceso terminó con la absorción del valor de las monedas de oro y plata circulantes DENTRO de la nueva masa monetaria… en formato papel. En la actualidad, formato electrónico también.