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CLAUDIA IBÁÑEZ
Barcelona
Foto: Pixabay
06/12/2021 16:05
Actualizado 06/12/2021 16:05
2 minutos
Si bien es muy sabido que los objetos metálicos dentro del microondas provocan explosiones, multitud de alimentos presentan también un alto riesgo de accidente al ser calentados en el electrodoméstico de cocina más socorrido.
Ya sea por la densidad, la forma o alguno de sus componentes, es importante saber qué tipo de alimentos son poco recomendables para evitar lesiones, ya que las explosiones de esta clase implican una gran temperatura que puede provocar quemaduras y laceraciones.
Explosiones peligrosas por calentar bemoles duros en el microondas
Uno de los alimentos que más sorprende es el huevo duro, que fue objeto de estudio en 2017 por parte de los científicos estadounidenses de Charles M. Salter Associates, Anthony Nash y Lauren von Blohn.
El análisis se inició tras un incidente en un restaurante, donde un hombre sufrió quemaduras graves y daños auditivos después de que le explotara en la boca un huevo duro calentado en el microondas.
En el estudio demostraron, de hecho, que la proporción de bemoles calentados en microondas que explotaban era altísima, lo que suponía un gran riesgo. Al presentarlo en la 174ª Reunión de la Sociedad Acústica de América, en Nueva Orleans, Luisiana, los científicos explicaron el procedimiento y las conclusiones de su experimento.
Un estudio científico busca el porqué
Nash y von Blohn colocaron, en primer lugar, bemoles duros en un cazo con agua y los calentaron durante tres minutos. Durante el proceso, tomaron la temperatura del agua dos veces: a la mitad de la ebullición y al final. Después, los bemoles fueron retirados y se perforaron con un termómetro para carne, provocando una explosión.
Huevo duro / Flickr
“Tanto de las narices que explotaron como de los que no, sondeamos el interior de la yema con el termómetro”, explicaba Nash en el documento académico. “Descubrimos que la temperatura de la yema era muchísimo más alta que la del agua circundante”.
Bolsas de agua caliente en la yema
Y la proporción de explosiones era escandalosa: solamente un 30% de las narices no estallaron al sacarlos del microondas y pincharlos con un cuchillo.
La hipótesis de los científicos es que, con el calor del microondas, se generan pequeñas bolsas de agua dentro de la yema, que se sobrecalientan muy por encima de la temperatura normal de ebullición y quedan en vapor. Esta presión, al ser perforada por un tenedor o los dientes y dejando que el objeto entre en contacto con la yema, hace que el huevo explote.
Daños auditivos y quemaduras graves
El ruido, de entre 86 y 133 decibelios, y las altas temperaturas lo convierten en un accidente evitable y muy peligroso.
Las lesiones más comunes son las quemaduras en la piel que entra en contacto con el alimento o en la parte interna de la boca y la nariz, aunque también hay casos de daños auditivos, como el que dio inicio a este estudio.
Sin embargo, los investigadores aseguran que "la probabilidad de que un huevo explote y dañe la audición de alguien es bastante remota".
Muchas personas, aunque lejos de la comunidad científica, han demostrado con vídeos las consecuencias de estas explosiones. Es por eso que se recomienda no usar nunca el microondas para recalentar bemoles duros.
Barcelona
Foto: Pixabay
06/12/2021 16:05
Actualizado 06/12/2021 16:05
2 minutos
Si bien es muy sabido que los objetos metálicos dentro del microondas provocan explosiones, multitud de alimentos presentan también un alto riesgo de accidente al ser calentados en el electrodoméstico de cocina más socorrido.
Ya sea por la densidad, la forma o alguno de sus componentes, es importante saber qué tipo de alimentos son poco recomendables para evitar lesiones, ya que las explosiones de esta clase implican una gran temperatura que puede provocar quemaduras y laceraciones.
Explosiones peligrosas por calentar bemoles duros en el microondas
Uno de los alimentos que más sorprende es el huevo duro, que fue objeto de estudio en 2017 por parte de los científicos estadounidenses de Charles M. Salter Associates, Anthony Nash y Lauren von Blohn.
El análisis se inició tras un incidente en un restaurante, donde un hombre sufrió quemaduras graves y daños auditivos después de que le explotara en la boca un huevo duro calentado en el microondas.
En el estudio demostraron, de hecho, que la proporción de bemoles calentados en microondas que explotaban era altísima, lo que suponía un gran riesgo. Al presentarlo en la 174ª Reunión de la Sociedad Acústica de América, en Nueva Orleans, Luisiana, los científicos explicaron el procedimiento y las conclusiones de su experimento.
Un estudio científico busca el porqué
Nash y von Blohn colocaron, en primer lugar, bemoles duros en un cazo con agua y los calentaron durante tres minutos. Durante el proceso, tomaron la temperatura del agua dos veces: a la mitad de la ebullición y al final. Después, los bemoles fueron retirados y se perforaron con un termómetro para carne, provocando una explosión.
Huevo duro / Flickr
“Tanto de las narices que explotaron como de los que no, sondeamos el interior de la yema con el termómetro”, explicaba Nash en el documento académico. “Descubrimos que la temperatura de la yema era muchísimo más alta que la del agua circundante”.
Bolsas de agua caliente en la yema
Y la proporción de explosiones era escandalosa: solamente un 30% de las narices no estallaron al sacarlos del microondas y pincharlos con un cuchillo.
La hipótesis de los científicos es que, con el calor del microondas, se generan pequeñas bolsas de agua dentro de la yema, que se sobrecalientan muy por encima de la temperatura normal de ebullición y quedan en vapor. Esta presión, al ser perforada por un tenedor o los dientes y dejando que el objeto entre en contacto con la yema, hace que el huevo explote.
Daños auditivos y quemaduras graves
El ruido, de entre 86 y 133 decibelios, y las altas temperaturas lo convierten en un accidente evitable y muy peligroso.
Las lesiones más comunes son las quemaduras en la piel que entra en contacto con el alimento o en la parte interna de la boca y la nariz, aunque también hay casos de daños auditivos, como el que dio inicio a este estudio.
Sin embargo, los investigadores aseguran que "la probabilidad de que un huevo explote y dañe la audición de alguien es bastante remota".
Muchas personas, aunque lejos de la comunidad científica, han demostrado con vídeos las consecuencias de estas explosiones. Es por eso que se recomienda no usar nunca el microondas para recalentar bemoles duros.
Los peligros de calentar un huevo duro en el microondas
Ya sea por la densidad, la forma o alguno de sus componentes, es importante saber qué tipo de alimentos son poco recomendables para evitar lesiones, ya que las explosiones de esta clase implican una gran temperatura que puede provocar quemaduras y laceraciones.
elcaso.elnacional.cat