Llegó la hora de hacerle un pequeño regalito al subforro de Conspiraciones. Me niego a poner esto en la pocilga de temas calientes. Lo que aquí se dice chocará a quienes conciben la Iglesia como pura religión, un conjunto de ritos y costumbres ancestrales arraigados en su patria chica, la ermita de la roca, santiguarse, ponerle unas flores a la Virgen, etc., pero la verdad es la verdad.
Ofrezco mis disculpas por el desorden de las notas y reflexiones.
1- Lo primero, no es el Papa quien controla la Iglesia. Eso sería como decir que en EEUU manda el presidente, e ignorar el entramado del Estado Profundo, el lobby financiero, el lobby judío, el lobby de la tecnología, el lobby del petróleo, el lobby militar-industrial, las viejas redes de contactos y conglomerados de intereses que funcionan con su propia inercia, etc., cosas que van a seguir ahí y que son más permanentes que cualquier presidente. El Papa es el relaciones públicas puesto de cara a la galería para firmar contratos, aparecer en fotos y repartir alabanzas. El Papa representa los intereses de un lobby. La Iglesia es una estructura, una institución y un conglomerado de intereses. Como toda estructura de poder, su objetivo es simplemente
concentrar cada vez más poder en cada vez menos manos.
2- La especulación financiera, la tercermundización de la fe católica y el avance de la tecnología han logrado (como en tantos bancos, multinacionales, etc.) que la Iglesia pueda prescindir de sus capataces intermediarios, y ella misma está dejando que estas ramas obsoletas de su estructura se marchiten y sequen. Ella misma alienta el tema de los curas *******astas (siempre se ha rumoreado que la Iglesia controla redes de tráfico de niños para tentar y luego chantajear políticos y poderosos) para quitarse del medio a aspirantes a la cima de la pirámide, y asegurarse de que el vértice no esté demasiado poblado de gente. La jerarquía de la Iglesia católica mira al futuro concibiendo su poder como arraigado en mundos urbanos desarraigados y favelizados. Lo que no pueda ser favelizado morirá de fin natural.
3- La Iglesia es un INGSOC muy antiguo y los mecanismos que posee son muchos, especialmente en países donde tiene mucha influencia social o económica (España es uno de esos países):
- La Iglesia tiene un pie en los bajos fondos sociales. Las ayuditas nunca son gratis, son para mantener REDES CLIENTELARES. La UE no da fondos millonarios a España porque sea generosa, sino porque sabe que así mantiene una red clientelar de estómagos agradecidos y dependientes. Además a la UE no le cuesta nada porque ese dinero lo crean de la nada. Tampoco la Iglesia da cobijo, sopita y calorcito a ciertas masas de lúmpenes por desinterés. A la Iglesia eso no le cuesta nada tampoco porque la Iglesia es uno de los organismos extractores de riqueza del pueblo español. Tú en la declaración de Hacienda tienes que elegir si dar parte de tu riqueza a las ONGs o a la Iglesia. Así, por la fruta cara. Por no mencionar las extracciones que efectúan sectas como el Opus Dei sobre sus miembros, especialmente los numerarios, gente súper formada pero a la vez "mano de obra barata" por su austeridad. No tienen hijos ni pareja, con lo cual todas sus energías van a la Obra, y cuando la palman, dejan a la Obra todo lo que tienen. Menudo negociazo: desangras a la sociedad de los elementos genéticamente mejor dotados, los esterilizas, los exprimes hasta el final y a forrarse.
- En el mundo moderno, el poder económico tiene mucho más peso que el poder de la lealtad de antaño. La Iglesia tiene poder económico REAL (no hablamos del financiero) porque tiene muchas propiedades, tierras, activos, arte, etc. En Alemania, la propietaria de tierras N. 1 después del Estado alemán, es la Iglesia.
- Quien maneja flujos de capital (poder económico virtual-ficticio), hoy en día, tiene poder. Antes el truco era ser una élite de la cultura y la educación (como los jesuitas) para ser imprescindibles para el tejido social: a los chinos les encantan los astrólogos, y otras sociedades necesitan arquitectos, profesores, ingenieros, etc. Ahora el truco es ser una élite del dinero como el Opus. La Iglesia maneja flujos inauditos de capital debido a su involucramiento con la banca rothschildiana y a que posee un banco propio en el Vaticano, así como fuerte influencia en otros bancos (como Banco Popular), a través del Opus, jesuitas, etc. En Shanghai una importante sede del banco HSBC está al lado de una catedral católica construida por jesuitas y la residencia del mandamás jesuita de por ahí. Controlar un banco es el privilegio supremo: te permite acceder al lujo exquisito y megarrentable de crear dinero de la nada (cada vez que emites un crédito ficticio) y lavar enormes cantidades de dinero neցro procedentes de fuentes inconfesables y escalofriantes.
- Diplomacia: El Vaticano tiene una de las mejores diplomacias del mundo, junto con Reino Unido y un puñado selecto de Estados y corporaciones.
- Inteligencia: la Iglesia es en sí misma un servicio de inteligencia que puede usarse para todo tipo de cosas. Desde contribuir en la caída del Telón de Acero hasta acoger manifestantes comunistas en iglesias durante el Tardofranquismo, lanzar una flotilla de curas gente de izquierdas con guitarra para podemizar a la juventud en los años 80, etc.
4- Quien le dio la cinta de vídeo de Alcàsser a uno de los padres de las niñas fue precisamente
un cura. ¿Cómo la consiguió? Quién sabe, pero en estos rollos chungos de los altos niveles de poder también se rumorea que hay involucrados obispos y cardenales. El vídeo fue hecho desaparecer por un numerario del Opus que era Ministro del Interior: Mayor Oreja. La Iglesia poder ninguno, qué va.
5- Como no puede faltar en un forro sobre la burbuja inmobiliaria, Ruiz Mateos, el mandamás de Rumasa, pertenecía al Opus. Estamos hablando de 45 mil millones de pesetas que parece eran sólo la punta del iceberg.
6- La Iglesia sufrió intentos de liquidación o reforma violenta por parte de diversos movimientos subversivos (protestantes, revolucionarios franceses, masones, comunistas) pero esta hostilidad sólo era real en los niveles bajos del currito que se mataba con el currito de al lado. En los niveles altos simplemente eran sapos rellenitos y bien vestidos que se sentaban a negociar con otros ídem, si las negociaciones buenrollistas entre poderosos fracasaban, se pasaba al tablero de ajedrez. Para ellos era como un juego y lo sigue siendo. Les gustan las
mayorías desorganizadas porque saben que, en su seno, las
minorías organizadas se mueven con total impunidad.
Al final, pese a los intentos de ataque, la Iglesia tenía gente lo bastante preparada, espabilada y falta de escrúpulos (y con gran tradición de intriga) como para obtener por derecho propio, un puesto en el Olimpo Elysiumiano de las élites del futuro. Una verdadera
síntesis globalista de diversos grupos de poder global, en la que la Iglesia tendrá su lugar reservado. La alta jerarquía eclesiástica claro, los fieles pardoes a remar célibes y desangrarse mientras cagan dinero, o bien a bailar funk y bachata con el crucifijo colgado. Entretanto, los conflictos que podamos ver no son más que vulgares disputas de mafiosos para obtener un mayor % en la cuota de participación del gobierno mundial NWO del futuro.
7- Los progres odian a los curas porque ellos quieren ser curas en su lugar, y viceversa.
8- Sociedades estables y homogéneas significan más relevancia de los poderes sociales nacionales (o tribales) y menos relevancia de los poderes sociales multinacionales (globalistas). También significan más relevancia de las
MAYORÍAS ORGANIZADAS y menos relevancia de las
MINORÍAS ORGANIZADAS. Una sociedad estable y homogénea da lugar a gente como los conquistadores españoles o los yanquis rurales del Medio Oeste: gente ruda, armada, independiente, propietaria, cohesionada, dispuesta a defender lo suyo contra cualquier intento de apropiación o infiltración, incluso contra la Iglesia si es necesario (véase encomenderos vs. frailes dominicos y similares). Es obvio que este modelo social monolítico e impermeable no conviene a minorías organizadas como los bancos, las multinacionales, los Estados, las ONGs, las fundaciones privadas, los fondos de inversión o la misma Iglesia.
9- La doctrina es la pantalla de su negocio. En la Edad Media, los templarios eran una fuerza perfectamente adiestrada, enormemente motivada, estratégicamente sabia, de gran valor militar, no renunciaban a su fe ni aunque se les arrojase a una mazmorra egipcia y se les ofreciese la libertad a cambio de la conversión al Islam. Curiosamente, también eran muy baratos por su gran austeridad, sólo se les permitía comer carne una vez a la semana, no podían ni tocar a una mujer (ni de su propia familia), no podían poseer nada y no daban problemas propios de gente que persigue sus metas tribales de formar su propia familia etc. Morían sin dejar herederos incómodos y dejándoselo todo a la Iglesia.
Bueno pues los mandamases clericales que los mandaban a morir desde Roma se pegaban banquetes con carne de caza, alcohol a raudales, mantenían harenes enteros de pilinguis de lujo, poseían vastas tierras, palacios y colecciones artísticas, engendraban hijos a mansalva y formaban poderosas dinastías que duraron siglos (como los Contarini).
Los jesuitas y los opusianos fueron/son los templarios de sus respectivas épocas, desde misioneros crucificados en Japón hasta médicos que le dan todo lo que tienen al Opus. Hoy en día pasa exactamente lo mismo.
10- En la época de la Reforma y Contrarreforma, los mandamases del Vaticano y los grandes mercaderes de las urbes protestantes, eran exactamente de la misma ralea y jamás se asesinaban entre ellos. Quienes se asesinaban eran los pobres peones del torneo de ajedrez que se traían entre manos.